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Kim Kardashian copia a Beyoncé (y Beyoncé quiere ser J. Lo)

O el sorprendente caso de la batalla por las transparencias de la gala del Metropolitan

cover

Rihanna debía estar partiéndose de risa. Ella, triunfando con su majestuosa capa amarilla XXL de Guo Pei, descubriendo a medio mundo a una diseñadora china en la gala china del MET. Haciendo historia, siendo consecuente. Y original. Debía partirse al ver cómo el resto sufría un serio ataque de transparentitis aguda. Un delirio de copycuts. Todas iguales, todas autorreferenciándose. Y cuando decimos todas nos referimos a Beyoncé (la reina, Queen Bey para el resto de los mortales) y Kim Kardashian (la más influyente, según Time). Porque esas todas son las que importan a los medios generalistas. Los otros dos tótems de la cultura pop y de esa alfombra roja que es el MET: las más esperadas, las más fotografiadas año tras año quedaron reducidas a esos previsibles titulares de duelo de transparencias en multitud de webs. Lo de siempre. Más de lo mismo.

Ahí estaba Kim Kardashian, posando con un Kanye a lo miserable men de centro comercial y haciéndose la sueca. Como si nadie se hubiese dado cuenta de que su Roberto Cavalli se parecía sospechosamente al Givenchy que lució Beyoncé por las mismas escaleras hace tres años. Cuando se homenajeaba a Schiapparelli. Vale, el de Beyoncé por aquel entonces era negro con plumas violetas, pero puestos a copiar, los Kimye se podían haber esmerado y versionado el de 2013, el de la Beyoncé punk de Givenchy, que al menos tenía algo parecido al fuego (aunque no) y podía haber colado como la furia del dragón.

"China: Through The Looking Glass" Costume Institute Benefit Gala - Arrivals
Dimitrios Kambouris (Getty Images)

Kim Kardashian con su Cavalli (y Kanye melancólico)

Getty

Ahí estaba Beyoncé, que volvió a llegar la última pero que procuró avanzar su Givenchy en Instagram para deleite de sus fervientes seguidores. Otro déjà vu nos invadía: ¿es Beyoncé o Jennifer Lopez? ¿No lleva usando esta técnica J Lo from the block desde que el mundo es mundo? ¿Qué tienen que ver las transparencias con China?

Beyoncé, su coleta y un marido que pasa desapercibido.

Getty

Y por último, pero no por ello menos importante, Jennifer Lopez. Fiel a sí misma, a sus principios, a su ideal estilístico. La mujer que nunca envejece se marcó un Reese Witherspoon, o lo que es lo mismo, para qué voy a cambiar mi estilo si yo siempre voy igual, así me siento cómoda (sin bragas, en el caso de Jennifer; con palabra de honor, en el caso de Reese) y me da igual que esto vaya de China o de Rita la cantaora. Con su Versace, cogidita de la mano de Donatella, quién imaginaría que al final, todas las demás (menos RiRi), querrían ser ella por un día.

Jennifer Lopez, fiel a sí misma

Getty

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