El astronómico salario de Ellen tiene dueña: así es Kelly Clarkson, la nueva reina de las mañanas de EEUU

“Ya no es un desafío”. Con estas palabras sintetizó Ellen DeGeneres su decisión de dar un abrupto final al programa estrella de la parrilla televisiva matutina estadounidense, que se despedirá el próximo año de los espectadores. La célebre humorista, icono de la comunidad LGTB tras su salida del armario en 1997, ha forjado durante las últimas dos décadas un imperio multimillonario hasta convertirse en la presentadora mejor pagada de la televisión, con un salario anual superior a los 60 millones de euros. Una atractiva nómina que, tras semanas de especulaciones sobre quién podría relevar a DeGeneres llevando la corona de la reina de la televisión por excelencia, acaba de encontrar a su próxima dueña.

En un comunicado publicado este miércoles, la cadena NBC confirmó que será la conocida cantante pop Kelly Clarkson, intérprete de éxitos como Since U Been Gone o Stronger (What Doesn’t Kill You), la encargada de sustituir a Ellen DeGeneres en el otoño del próximo año. En lugar de hacer un fichaje de relumbrón o desarrollar un formato de nuevo cuño, la multinacional ha decidido que The Kelly Clarkson Show, que se emite desde 2019, reemplace en su franja horaria al veterano formato. “Kelly y todo nuestro equipo de producción han puesto su corazón, su intención y su increíble pasión en hacer un programa que resuene en la gente de todas las edades, culturas y contextos”, declaró Tracie Wilson, vicepresidenta ejecutiva del departamento de sindicación de NBCUniversal. Hace unos días el tabloide TMZ señaló a Clarkson como principal favorita para ser la heredera de DeGeneres, y su nombre ya sonó también en 2019 como posible sustituta antes de que la humorista sorprendiera a todos renovando por tres años un compromiso que, tras 3000 programas y 2400 entrevistas, parecía amortizado.

La imagen pública de Ellen DeGeneres se vio fuertemente golpeada en julio del pasado año, cuando fue acusada de haber tolerado una cultura tóxica en el espacio de trabajo y ha sido incapaz de remontar en estos meses un paulatino descenso en las audiencias que se ha cobrado hasta la fecha más de un millón de espectadores. Medios como Variety y Buzzfeed hicieron públicas las quejas de decenas de empleados pasados y actuales sobre diferentes episodios de intimidación, menosprecio y acoso vividos en los pasillos del estudio. La humorista, que había convertido el eslogan Be Kind (Sé amable) en leitmotiv vital y hasta comercial, se excusó alegando su completo desconocimiento de los hechos y pidió perdón a las personas afectadas. “Sé que tengo una posición de privilegio y poder, y sé que eso conlleva una responsabilidad. Asumo la responsabilidad de lo que ocurra en mi programa”, declaró.

Kelly Clarkson saltó a la fama de manera meteórica con apenas 20 años, cuando se alzó ganadora de la primera edición del formato American Idol, un trasunto de Operación Triunfo que supuso todo un fenómeno de audiencia. En su carrera como estrella pop, la tejana ha publicado ocho álbumes, se ha alzado con tres premios Grammy y ha vendido más de 25 millones de discos, debutando como presentadora de su propio programa en septiembre de 2019. En este lapso de tiempo, sus datos de audiencia –aunque resentidos también por el impacto de la pandemia del coronavirus– han conseguido establecerse hasta el punto de pisarle los talones al emblemático espacio de la presentadora al que tomará ahora el relevo.

Madre de dos hijos fruto de su matrimonio de siete años con el representante de artistas Brandon Blackstock –de quien se separó el pasado año–, actualmente también ejerce como coach en la edición estadounidense del programa La Voz. “Si el programa funciona, quizá se le podría pagar lo que a Ellen, pero no puedes dárselo de primeras. Nadie lo haría en el mercado actual”, avisaba un ejecutivo anónimo en The Hollywood Reporter sobre las remotas opciones que tiene Clarkson de lograr un salario tan alto –60 millones de euros– como el firmado por su predecesora.

Las especulaciones en la prensa sobre los potenciales reemplazos de Ellen DeGeneres comenzaron apenas unas horas después de que esta anunciara su despedida y los apellidos filtrados son ilustres. El de mayor pedigrí internacional fue el de Drew Barrymore, la intérprete de películas como E.T. o Los Ángeles de Charlie, y que se ha estrenado esta misma temporada como presentadora con su propio show homónimo. Otra de las favoritas para tomar las riendas del programa fue la actriz y humorista Tiffany Haddish, que incluso llegó a dejarse querer en las páginas de la revista People. “No he hablado al respecto porque nadie con la potestad para ofrecer ese trabajo se ha puesto en contacto conmigo (…) Pero si pudiera ganar lo que ella ganaba, definitivamente lo haría”, declaró Haddish, que ya sustituyó a Ellen de manera esporádica.

Aunque a la palestra también han salido otros nombres tan ilustres e improbables como los de Reese Witherspoon o Miley Cyrus, cuando el pasado mes de agosto se empezó a especular sobre la posible retirada de Ellen, con miles de tuiteros pidiendo la cancelación de su programa, fue un hombre el que se posicionó como potencial reemplazo. El diario amarillista The Sun publicó un artículo en el que confirmaba que sería el británico James Corden, actualmente anfitrión de un late night, el sucesor a largo plazo en la franja matutina y que las negociaciones estaban más que avanzadas. Pero Corden desmintió la información en su programa, asegurando que el rumor no tenía ningún fundamento y que sería de locos tratar de sustituir a alguien que ha hecho su trabajo tan “extraordinariamente bien” durante tanto tiempo. ¿Será capaz Kelly Clarkson de hacer frente a tamaño desafío el próximo año?