¿Es Jason Segel el galán de la Nueva Masculinidad?
El actor, que sale con Michelle Williams en la vida real, suele interpretar a tipos sensibles y nada alérgicos al compromiso en el cine y la televisión
Tina Fey escribió que al protagonista de una comedia romántica lo puede interpretar “Gerard Butler o una percha con una cazadora de cuero”. Tanto da. Sobre todo, si la comedia es mala y las funciones del personaje masculino se reducen a aparecer por ahí, fastidiarla al principio, disculparse cuando toca, con una sonrisa entre infantil e irresistible, y mantener su pelo extremadamente limpio en todo momento.
No sabemos qué champú utiliza Jason Segel, masivamente conocido como Marshall Eriksen en Cómo conocí a vuestra madre, pero todo apunta a que el actor, cuyo aspecto no se corresponde con el del héroe romántico al uso, se está labrando un nicho como galán para unos tiempos confusos. Segel acaba de estrenar en Estados Unidos una comedia romántica coescrita por él, Eternamente comprometidos, que llegará en España en agosto, a la vez que se ha conocido su relación con la actriz Michelle Williams.
El actor le contó recientemente a David Letterman en su programa que el presidente de los estudios que producen su película le ordenó personalmente perder 10 kilos para la película, porque, si no, no resultaría creíble que Emily Blunt quisiera casarse con él. El dato indica que Segel, una presencia constante en las pantallas desde que se dio a conocer hace una década en la serie de culto Freaks and Geeks, que duró apenas una temporada, como adolescente zangolotino y fumeta, está construyendo un nuevo tipo de protagonista masculino en el mainstream.
La película, que ha tenido resultados erráticos en taquilla –no ha podido con otra comedia, de reparto coral y afroamericano que es la sensación de la primavera en Estados Unidos, Think like a man– y críticas también ambiguas (la han acusado de ser reaccionaria a la postre y demasiado larga) tiene, sin embargo, una premisa mínimamente refrescante si se tiene en cuenta que el 80% de las comedias románticas taquilleras de la última década se han basado en una única y supuesta verdad universal: que toda mujer joven tiene como único objetivo vital casarse con quien sea y arrancará los ojos de cualquier otra mujer que lo haga antes que ella, sobre todo si es más joven. En Eternamente comprometidos, cuyo título original es The Five Year Engagement, Segel interpreta a un chef que renuncia a su trabajo en San Francisco por un estilo de vida bastante menos envidiable en Ann Arbor, Michigan, con tal de complacer a su novia, la británica a la que da vida Blunt. El personaje de Blunt cruza el país para cursar un posgrado de Psicología en la Universidad. Allí no se aprecian sus conocimientos culinarios de su novio y éste se ve obligado a vender fast food en una furgoneta.
Desde Freaks and Geeks, Segel es un miembro de pleno derecho de la constelación de comedia que preside Judd Apatow. Y, sin embargo, no se le relaciona tan directamente con esa escuela de humor como a otros actores (Seth Rogen, Jonah Hill e incluso Paul Rudd),quizá porque apenas ha interpretado el papel que mejor define el Estilo Apatow y sobre el que se han escrito centenares de páginas, no pocas de ellas por mujeres irritadas, es decir el papel de Niño-Hombre que se resiste a ejercer como adulto en el mundo, hasta que no le queda otra, so riesgo de perder a la Mujer-Mujer que tiene delante (no importa si la heroína en cuestión tiene 15 años, como Linda Cardellini en Freaks and Geeks o Emma Stone en Supersalidos, las chicas Apatow vienen equipadas con todas las respuestas; para dudar ya están ellos). Segel ha ido por otro lado. En Paso de ti (2008), que, al igual que Eternamente comprometidos, dirige su amigo Nicholas Stoller, interpretaba a un novio abandonado que intenta recuperar a su ex, a la que da vida Kristen Bell. En Te quiero, tío vivía un bromance con Paul Rudd y en Los Muppets acaba (spoiler) como empieza en Eternamente comprometidos, pidiendo en matrimonio a su novia.
Y luego está el papel de Marshall Eriksen, que lleva interpretando durante siete temporadas en televisión. La pareja de ficción que forma allí junto a Lily Aldrin (Alyson Hannigan) presenta un reto a los guionistas: cómo mantenerlos interesantes y activos en la trama sin hacer con ellos un Luz de Luna o un Ross y Rachel (de Friends). Excepto una breve ruptura en la primera temporada, que Eriksen pasa sobre todo llorando, la serie no ha vuelto a sentir la tentación de separar a la pareja más estable de la televisión contemporánea, porque su público no lo aceptaría. Necesitan creer que dos personas pueden conocerse en la universidad, no acostarse con nadie más, navegar las dificultades de la veintena y la treintena con humor y elegancia y mantener una unión casi perfecta, con niveles intactos de complicidad y atracción sexual durante más de una década. Semejante creación mitológica sería difícil de aceptar, incluso en la ficción comercial, si no la interpretasen dos actores que poseen un aspecto con el que se puede empatizar y unas dotes interpretativas versátiles para el drama y la comedia, que es el caso tanto de Hannigan como de Segel.
Aunque el actor ha diversificado su carrera más que, por ejemplo, los intérpretes masculinos de Friends y por tanto no corre el mismo peligro de quedar encasillado en el papel del adorable (pero no estomagante) Marshall, es indudable que hay algo de Eriksen en casi todos los roles que acepta (o que escribe para sí mismo) en el cine. Digamos que Segel nunca se liará con la stripper en la despedida de soltero. Por otra parte, el actor es algo así como el equivalente masculino de Zooey Deschanel, ya que su personalidad dentro y fuera de las pantallas tiende a confundirse. Esto es lo que se sabe de él fuera del cine y la televisión: colecciona marionetas (muchas marionetas), en una ocasión llevó a una gala a una fan que había colgado en YouTube un vídeo pidiéndole una cita y llevaba mucho tiempo soltero hasta que empezó su relación con Michelle Williams. Los detalles que han trascendido de ese romance reciente también oscilan entre lo terriblemente azucarado y lo (deseablemente) irónico, como el rumor de que Segel tiene fotos de Williams pegadas en el reverso de su iPhone, con pegatinas que dicen “I love You”. Un galán intepretado por Gerard Butler no lo haría, ni siquiera uno al que diera vida Paul Rudd, un actor que se ha movido en la misma escena pero con un físico más convencionalmente homologable que el de Segel. La duda es si el público aceptará el modelo que presenta el actor y que, se podría decir, tuvo su reverso dramático en el papel de Ryan Gosling en la indie Blue Valentine. El tipo de héroe romántico que proponen es uno que no es que le tenga miedo al compromiso, es que ha nacido para él. La clase de hombre que ha escogido el nombre del bebé antes incluso de que su novia quiera embarazarse, puede que incluso antes de tener novia. Representan una Nueva Masculinidad nada testosterónica.
Emily Blunt y Jason Segel en ‘Eternamente comprometidos’.
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