6 razones por las que invertir en un plumas estas rebajas

Muchos han comparado la comodidad y calidez de llevar un plumas con acurrucarse en la cama tapados con un buen nórdico. La similitud no es descabellada. El origen de esta prenda se remonta a 1947 cuando el ingeniero alemán Klaus Obermeyer transformó un saco de dormir en la chaqueta acolchada que hoy conocemos como plumas (aunque, por cierto, el relleno interior pueda estar hecho de diversos materiales). Quién le iba a decir que el invento sería 70 años después la gran tendencia del momento, la prenda por la que suspiran los fervientes seguidores de la moda. Mucho ha evolucionado desde su nacimiento: desde los modelos ideados por el alpinista Lionel Terray para Moncler en los años 50, hasta los famosos plumíferos de Thierry Mugler en los 80 pasando por los que habían diseñado Courrèges y Paco Rabanne en la década de los 60. Después de que los raperos noventeros lo resucitaran y tras desaparecer del mundo de las tendencias a principios de siglo por culpa de Martin Margiela (convertir un edredón en abrigo quizá fue ir demasiado lejos), el plumas ha regresado con más fuerza que nunca. Demna Gvasalia para Balenciaga, acompañado por otro buen puñado de grandes firmas, ha demostrado que el denostado plumas es en 2016 mucho más que el abrigo que llevas para bajar a por el pan. Se ha convertido en imprescindible en los armarios más codiciados y existen unos cuantos motivos por los que invertir en uno estas rebajas:

1. Es el abrigo de la temporada

No hay firma que no haya subido a la pasarela su reinterpretación del plumas para este invierno. Chanel apostó por la versión tres cuartos con un discreto acolchado, Fendi lo sofisticó a base de detalles de pelo en el cuello, Stella McCartney o Jason Wu lo hicieron apto para la oficina y Carven o Courréges demostraron que la versión más clásica podía ser la más deseada. Por encima de todas estas propuestas destacada la de Balenciaga. Demna Gvasalia, director creativo de la firma y gran responsable del éxito de Vetements, apostó por crear una silueta exagerada y rabiosamente actual. Desde que su abrigo rojo acolchado salió a la pasarela, las editoras de todo el mundo tenían claro que iba a convertirse en una de las prendas que marcarían la temporada. Las cadenas de moda pronta no tardaron en recoger el testigo e incluyeron en sus colecciones de invierno una plaga de desmesurados plumas rojos. No cabe duda: es el abrigo de este invierno.

2. Abrigan de verdad

Resulta tan obvio que un abrigo debe resguardarnos del frío que muchos fabricantes olvidan su razón de ser. ¿Cuántas veces hemos perjurado que jamás volveremos a comprar un abrigo guiándonos únicamente por el diseño? ¿Cuántos descansan en el fondo del armario esperando a que se moderen las temperaturas?, ¿Por qué no asimilamos que en pleno enero hace falta algo más que una chaqueta gruesa? Puede que la razón con más peso para invertir estas rebajas en un plumas sea contar (por fin) con una pieza que de verdad nos proteja de las inclemencias del tiempo. El antídoto definitivo contras las temperaturas bajo cero.

3. Son cómodos, pesan poco y los puedes guardar en cualquier parte

Prueben a llevar un abrigo de paño en una maleta y entenderán por qué no es la mejor idea. Repitan la operación con un plumas: dóblenlo hasta acomodarlo en el hueco más remoto del equipaje, sin miedo, estará intacto cuando lo saquen (y si ha quedado alguna arruga probablemente el acolchado la disimule a la perfección). Los plumas son perfectos para guardar en cualquier parte, sobre todo, si son ‘ultralight’ (esas versiones extremadamente finas pero igual de calentitas). Los de Uniqlo gozan de gran reputación pero cada vez más tiendas cuentan con sus versiones: desde las responsables con el medio ambiente de Ecoalf hasta las más económicas firmadas por Mango o Zara. Estos modelos suelen venir acompañados de una bolsa para plegarlos, guardarlos y llevarlos en el bolso. En muchos países europeos son un básico para llevar debajo de otro abrigo. La manera más sencilla de ponerse o quitarse capas dependiendo de los caprichos climatológicos.

4. Puedes llevarlos de distintas formas

La culpa de que una ingente cantidad de insiders lleven el abrigo como si de un chal se tratara la tiene de nuevo Balenciaga. Su ocurrencia ha convencido a toda fashionista que se precie y las imágenes de street style nos dejan una buena cantidad de ejemplos en los que llevar el abrigo como si se estuviera cayendo resulta de lo más inspirador. Puede que sea poco (o nada) práctico para el día a día pero no hay tendencia más low cost. ¿La ventaja? Si sale el sol y no sabes qué hacer con el plumas, basta con dejarlo caer sobre los brazos dejando los hombros al descubierto. Otra opción es atarlo a la cintura. Una forma de llevarlo de lo más ochentera que, con el revival eighties que se avecina, será un acierto seguro.

5. Combinan con (casi) todo

Es hora de aceptar que el plumas no es una prenda exclusivamente deportiva. O mejor aún: aunque lo sea, encaja perfectamente con la fiebre femleisure (explicamos qué era eso en este artículo) que nos invade. Esta temporada es apto para ir al trabajo o incluso de fiesta. Invierte en uno todoterreno que puedas combinar con vestido (como hace Carven), con traje (Andreas Kronthaler para Vivienne Westwood) o con un estilismo de lo más sofisticado (Sonia Rykiel lo mezcla con transparencias y Jason Wu con falda lápiz). Los metalizados, ya sean dorados o plateados como los de Tommy Hilfiger, son más versátiles de lo que pueda parecer. De día, con vaqueros y zapatillas. De noche, con cualquier vestido.

6. Seguirán estando de moda las próximas temporadas

Demna Gvasalia confía tanto en la prenda que ha vuelto a proponerla –en versión chaleco– en su colección primavera-verano 2017. El plumas sin mangas puede parecer una pieza un tanto contradictoria pero es perfecta para entretiempo, complementa looks en clave deportiva pero también más sofisticada y también pueden servir para abrigar el pecho bajo un abrigo más fino (adiós al ibuprofeno). El chaleco acolchado se convierte así en otra de las prendas que estas rebajas debería estar en toda buena lista de deseos.