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Esa foto que acabas de ver en Instagram es publicidad y no lo sabes

El fenómeno de la publicidad encubierta en Instagram va a más. Muchas empresas pagan a los fotógrafos con más seguidores para promocionar sus productos

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Al salir de casa te haces un foto en el espejo del ascensor y la publicas en Instagram. Basta con eso para que una empresa averigüe si usas la ropa o el teléfono que ellos venden o si prefieres a sus competidores. De hecho, incluso quizá intenten deducir tu estado de ánimo por la expresión con la que apareces en la imagen.

Algo tan orwelliano es posible por los robots que rastrean imágenes en las redes sociales para conocer nuestros hábitos de consumo. Ditto es una de las empresas que se dedica a esta actividad que va en aumento. Podemos ver una demostración de la información que son capaces de recabar en la web startditto.com

En esta página observamos como se rastrean fotos de Instagram, Tumblr y Twitter en las que aparecen productos de cinco conocidas marcas. Entre otras cosas podemos averiguar las que tendemos a relacionar en nuestras fotos. Por ejemplo, en el 8% de las imágenes en las que aparecen productos de Adidas también se ve el logo de Coca-Cola y en un 7% el del Fútbol Club Barcelona.

 

Una foto publicada por Shea Marie (@peaceloveshea) el

Incluso es posible conocer los influencers de Twitter que publican imágenes en las que aparece una determinada marca. Algo que puede ponernos sobre la pista de si tal o cual persona tiene un acuerdo publicitario secreto con una empresa. Esto último cada vez es más frecuentes en Instagram, pues algunas de las fotos de los instagramers más influyentes no son otra cosa que publicidad pura y dura.

Algo que por ejemplo sucede con fotos tan aparentemente inocentes como son las de viajes. Hay oficinas de turismo que contratan a instagramers para que acudan a un sitio, lo fotografíen y las publiquen en sus cuentas para animar a otros a hacer lo mismo. Una fotógrafa española con miles de seguidores en Instagram que prefiere no revelar su identidad nos dice que cobra de media unos 300 euros por foto con la etiqueta que prefiera el cliente. Aunque señala que no es raro que algunos instagramers cobren 5.000 euros por una foto si tienen los seguidores suficientes.

Este negocio lo gestionan agencias de fotografía especializadas. Una bastante importante es la estadounidense TinKer Street, que representa a algunos de los fotógrafos más populares de Instagram. Como es el caso de Paul Octavius. Con más de 500.000 seguidores entre sus fotos podemos encontrar algunas que no es difícil deducir que pertenecen a campañas publicitarias. Por ejemplo la que acompaña a estas líneas realizada en Islandia en la que Octavius usa una etiqueta para promover el turismo en ese país.

Pero este fenómeno no sólo se da entre los grandes influencers, también pueden beneficiarse de la publicidad otros usuarios que llegan a un público menor. Para ellos existen servicios como Popular Pays. Su lema lo dice todo: Your photos are worth more than you think (tus fotos valen más de lo que piensas).

 

Una foto publicada por Paul Octavious (@pauloctavious) el

Para asociarse hay que descargar una aplicación en iPhone y tener al menos 500 seguidores en Instagram. Una vez que accedemos a la plataforma algunas empresas pueden ofrecernos dinero o productos a cambio de fotos patrocinadas.

Conseguir ingresos a través de las fotos que se publican en las redes sociales no es nuevo. Hace años la agencia de fotografía Getty firmó un acuerdo con Flickr para que los usuarios que lo desearan pudieran ofrecer sus fotos a esa agencia y poder venderlas. Aunque aquello distaba de ser publicidad encubierta.

La mercantilización de las imágenes que vemos en internet tiene mucho que ver con el desembarco de las celebrities en algunas redes sociales. Una tendencia que comenzó con el vestusto Myspace y que poco a poco se ha ido expandiendo a otras redes. Kim Kardashian es el mejor ejemplo de alguien entregado en cuerpo y alma a obtener ingresos con su actividad en internet.

En esta entrevista que dio al medio especializado en tecnología Re/Code explicaba que su red social favorita era Instagram. La suya y la de parte de su familia, pues varios miembros del clan se encuentran entre los que más seguidores tienen en Instagram.

Como muchos otros famosos usan sus cuentas para promocionarse o vender algo. Por eso no es de extrañar que el ejemplo cunda y cada vez sean más los que aspiran a mezclar en sus cuentas fotos hechas por amor al arte con otras hechas por amor al dinero.

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