Edurne: «El amor te ciega. Aunque, personalmente, yo no lo he vivido»
La reconocida cantante y jurado del programa Got Talent es la nueva embajadora de Pandora. Hablamos con ella de sus planes de futuro más inmediatos, cómo conciliar la crianza de un bebé con una agenda repleta de compromisos y la cara menos amable de las redes sociales.
Desde que en 2005 se coló por primera vez en nuestros televisores, gracias a la cuarta edición de Operación Triunfo, Edurne no ha parado. A diferencia de otras concursantes del talent show, nunca ha sido un muñeco roto de la industria y ha sabido moverse como pez en el agua tanto encima de los escenarios como delante de las cámaras. Recientemente no sólo ha publicado un pegadizo sencillo, Te quedaste solo, junto a Nía Correia. Además, la firma de joyería danesa Pandora la ha elegido como su nueva embajadora e imagen. Con motivo de ello, hemos tenido la oportunidad de compartir unos minutos con la madrileña.
¿Cómo afronta su actual gira? El pasado año, como el público debía permanecer sentado y con mascarilla, fue raro.
Mi último disco, Catarsis, lo saqué en 2020. Para entonces preparé una gira, que no fue posible, y en 2021 tuve la opción de haberla empezado. Sin embargo, como bien dices, después de tantísimo tiempo de trabajo me daba pena hacerlo de cualquier manera. Quiero que la gente vaya y se lo pase bien, no que estén sentados en una silla y no puedan ni bailar. Por eso decidí esperar a este año. Lo he cogido con muchísimas ganas porque estaba deseando, al fin, cantar mis últimas canciones
Acaba de lanzar el sencillo Te quedaste solo. ¿Nuevo disco a la vista?
Esta canción se podría describir como una transición de adónde vengo a lo que voy. Es decir, sigue teniendo algún toque latino, a pesar de que tira más hacia el pop. Para mi próximo disco quiero volver a mis inicios, a un sonido más guitarrero con sintes. Ya lo estoy componiendo y preparando en el estudio.
En el tema canta: “Prefiero estar sola / Porque en verdad cuando estaba contigo ya estaba sola”. ¿Por amor se tolera y perdona más de lo debido, incluso en relaciones tóxicas?
El amor te ciega. Aunque, personalmente, yo no lo he vivido. Siempre digo que me inspiro en historias que observo entre mis amigos y la gente. Muchas personas, hasta que no ponen fin a una relación, no ven la realidad por la que han pasado. Lo más importante es que nos queramos a nosotras mismas. Para estar con alguien que no nos valora, mejor estar sola.
En 2020, con la publicación de Catarsis, abandonó Sony Music por el sello independiente Must Producciones. ¿A qué se debió el cambio? ¿Ansiaba más libertad creativa?
La has clavado. Estuve muchos años en Sony y grabé discos de los que estoy muy contenta. No obstante, en la actualidad, me siento libre porque tengo un equipo maravilloso que me da total y plena libertad para hacer lo que quiera. Anteriormente, ese no había sido el caso. Esto es muy guay porque, al fin y al cabo, somos nosotros quienes subimos al escenario a defender nuestro trabajo. Parece que, si no estás en una gran discográfica, no puedes hacer nada. Y eso es incierto. Lo importante es tener a tu alrededor un equipo que confíe en ti, como persona y artista, y solo quiera lo mejor para ti. Vamos, ahora mismo estoy mejor que nunca.
¿A las artistas pop femeninas se les exige más que a los hombres de otros géneros musicales?
Vivimos unos machismos y micromachismos de los que el público no es consciente o se da cuenta. Nos cuesta muchísimo más alcanzar unas metas que, a lo mejor, los hombres consiguen más fácilmente. Por ejemplo, aparecer en las listas de las radios. Poco a poco vamos avanzando, pero todavía hay mucho que hacer.
¿A qué tipos de micromachismos ha tenido que enfrentarse?
Me pasaba más antes, cuando era una recién llegada en la música. En Catarsis había una canción, titulada No vives por mí, en la que narraba algunos de esos episodios. Sin ir más lejos, que me dijeran: “Ponte esta prenda, y no esa otra, para llamar la atención”. Si me apetece ponerme una falda me la voy a poner, pero no porque alguien me lo diga. Empecé muy jovencita, con 19 años. Como en la vida, a medida que pasa el tiempo vas aprendiendo, evolucionando y pierdes el miedo a decir no.
¿Las redes sociales son el peor enemigo de la pareja de un futbolista?
Jamás he recibido más críticas y comentarios hirientes que cuando me seleccionaron para ir a Eurovisión. Después de la actuación recibí muchísimo cariño, aunque no en las semanas previas. Se tiende a creer que todo el mundo es Twitter, y para nada es así. Mucha gente lo usa para desahogarse, y puedo entenderlo. Pero claro, hay otras vías para canalizar ese sentimiento. Lo que alucino, hoy en día, es que cuando pierde el equipo de mi pareja, o simplemente han tenido un mal partido, soy trending topic. Ahora bien, cuando ganan no. Es muy fuerte: solo lo malo te lo adjudican a ti. He aprendido a darle la importancia justa y necesaria a las redes.
¿Le llamó la atención la falta de sororidad que hubo con Chanel?
Mucha gente que la criticó, tras ver su actuación, de repente la elogió porque quedó en una buena posición. La sociedad se va moviendo por olas. Nunca entendí que una artistaza como ella que canta, baila, interpreta y, desde hace muchos años, hace de todo y se lo ha currado, recibiera un machaque continuo. Te puede gustar más o menos, no todo lo que hacemos agrada por igual. Pero, ante todo, hay que respetar a las personas que se dejan la piel en su trabajo. No se miden las palabras. Cualquiera puede soltar barbaridades porque, como después no hay represalias, aquí no pasa nada. Al final, tanto para Chanel, para mí u otra artista que reciba esas críticas, la base de todo es sentirte feliz con lo que estás haciendo. Entre nosotras tenemos que apoyarnos porque, en caso contrario, no avanzamos.
A los participantes de las ediciones más recientes de Operación Triunfo ya no se les tilda de ‘triunfitos’.
Siempre he estado muy orgullosa de mi paso por el programa. Pero es cierto que, anteriormente, te llamaban “triunfita” de una forma despectiva. Yo no entendía nada… No sabría decirte qué ha ocurrido. Quizás la gente es de procesos largos y, con los años, ha entendido que es una plataforma para muchos artistas que queremos darnos un poco de visibilidad. Me alegro del cambio y de que se haya dejado de infravalorar a quienes pasan por un concurso de televisión como Operación Triunfo. No somos menos que nadie. Simplemente encontramos otra vía para mostrar nuestro talento. Luego, con el tiempo, ya se va viendo si sigues o no y de qué manera.
En marzo de 2021 nació Yanay, su primera hija. ¿Cómo consigue conciliar la familia con el trabajo?
Tengo la ayuda de mis padres y, por eso mismo, puedo seguir trabajando. En ese sentido, me siento muy afortunada. Ella es lo más bonito de mi vida, lo más importante. Evidentemente, te cambia la vida. Eso es así. Ni para bien ni para mal, es diferente. Es otra etapa, otro concepto. A nosotras se nos exige mucho más. Si vas a trabajar habrá quienes piensen: “Ostras, qué mala madre”. ¿Se dice lo mismo del padre? Volvemos otra vez al machismo. Afortunadamente, poco a poco la gente es más consciente de ello. Antes de dar a luz me leí libros, hice cursos y vi vídeos. Sin embargo, hasta que no te encuentras en esa situación, no sabes lo que es. Nadie te enseña a ser madre. No es sencillo. Con el tiempo vas aprendiendo como es tu bebé. Entiendo que para alguien que no tenga a su familia cerca, para poder quedarse con el peque, es muy complicado.
¿Qué le pareció lo del vídeo de Santi Millán? Su esposa zanjó la controversia viniendo a decir que cada pareja tiene sus propias reglas.
Por respeto a Santi no voy a hablar de este tema. Si él no lo ha hecho, yo tampoco lo voy a hacer. Le adoro. Lo único que te puedo decir es que la gente juzga muy rápido a todo el mundo y habría que criticar menos.
Nunca ha dedicado una mala palabra a alguien o ha entrado en polémicas. ¿Ese es el secreto para mantener una longeva carrera?
¡Es que soy así! Mis padres me dieron una educación maravillosa y esos pilares son súper importantes. Procuro hablar solo de mi trabajo. Evidentemente, por tener una pareja conocida, mi día a día genera interés. Pero es que somos muy normales y tenemos una vida igual de normal. Por mucho que en algunas ocasiones hayan querido sacar polémicas inventadas, no me he prestado a dar juego. En realidad, no puedo quejarme ni en lo profesional ni en lo personal. Estoy muy bien y no tengo nada que ocultar, simplemente me gusta tener mi privacidad. Soy muy positiva. Mi manera de pensar y vivir es que hay que disfrutar de la vida, que son dos días. Eso te hace verlo todo con otra perspectiva.
¿Se animará a diseñar una colección propia?
Pues mira, ojalá. Nunca se sabe. Espero compartir con esta familia todo el tiempo posible porque son encantadores. Soy una gran admiradora de la marca. No de ahora, que me han hecho su embajadora, sino de hace años. Tengo muchas de sus pulseras. Sería muy interesante poder diseñar una colección más adelante. No me importaría, en absoluto.
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