‘Love Is’, el cómic de los 70 que se ha colado en Zara (y en ‘Roma’)
Creada por la caricaturista Kim Casali, esta popular tira cómica resucita en forma de camiseta low cost y se marca un cameo en la aplaudida cinta de Alfonso Cuarón. Esta es la historia detrás de la famosa viñeta.
Seguro que alguna vez han visto dos muñecos desnudos que posan en las más variopintas situaciones de pareja bajo el epígrafe Love is… («el amor es…»). Con mensajes como «el amor es romper barreras», «el amor es hacer todo juntos» o «el amor es cuidarse el uno al otro todos los días» esta tira cómica ha logrado mantener su popularidad durante cinco décadas. Creada a finales de los 60 por la caricaturista neozelandesa Kim Casali (1941-1997), lo mismo se ha reinventado en forma de pegatinas coleccionables que en tarjetas de felicitación o románticas publicaciones de Instagram (cuentas como @loveis_cartoon las aglutinan a todo color). Ahora regresa convertida en camiseta, cortesía de Zara.
La hermana mayor de Inditex ha lanzado en su nueva colección una camiseta ilustrada con el famoso cómic. «Love is… forever» («el amor es para siempre») es la frase que aparece estampada junto a los dos protagonistas abrazados, posando de espaldas y excepcionalmente vestidos. Los nostálgicos de los tebeos antiguos –o los millennials ansiosos de lucir prendas con mensaje– pueden hacerse con ella por 15,95 euros. Pero además de reencarnarse en algodón, la popular tira también se cuela en Roma, la aclamada cinta de Alfonso Cuarón que le ha valido el Oscar a la mejor dirección. En una de las escenas con mayor tensión de la película, que recrea la Matanza del Jueves de Corpus, el personaje de Fermín (interpretado por el actor Jorge Antonio Guerrero) lleva una camiseta del cómic en su versión en castellano. Teniendo en cuenta que el filme recrea el México de los 70, tiene sentido temporal la aparición de esta prenda, elegida por la figurinista Anna Terrazas, a cargo del vestuario de la película. Además, la frase «el amor es» (seguida, en este caso, de «recordar tu primer beso») cobra especial significado narrativo en esta escena concreta, aunque nos ahorraremos la lectura para evitar spoilers.
La tira nació de forma casual cuando la dibujante Kim Casali empezó a dejarle a su futuro marido, Roberto Casali, notas de amor acompañadas por sus ilustraciones. «Comencé a hacer pequeños dibujos para expresar cómo me sentía… Era como llevar un diario que describiera cómo habían crecido mis sentimientos», explicó la autodidacta ilustradora. La protagonista de la tira, una joven con pecas, ojos grandes y larga melena, siempre desnuda, es una representación de sí misma y el joven moreno, que nunca se separa de ella, es su marido. Al parecer, durante largo tiempo Kim estuvo enviando las ilustraciones a Roberto y él las almacenó todas y la animó a dibujar más. Según recogió el diario británico The Independent tras la muerte de la artista en 1997, comenzó vendiéndolas a modo de folleto por un dólar hasta que Los Angeles Times se fijó en su trabajo y publicó la primera viñeta en enero de 1970. Su aparición coincidió con el éxito de la novela –y posterior película– Love Story, y Kim aumentó su popularidad al transformar el eslogan del filme («Amor significa nunca tener que decir que lo sientes») en uno de sus dibujos más famosos: «El amor es… poder decir que lo sientes». El éxito exportó sus personajes a más de 50 países y los convirtió en tazas, camisetas, calendarios, carteles y tarjetas de felicitación.
La historia personal de la dibujante, tan adelantada a su tiempo como muchas de sus viñetas (cada vez se fueron haciendo más sofisticadas e incluso jugaban con varias lecturas), genera tanta curiosidad como su obra. Kim fue pionera en concebir un hijo póstumo por inseminación artificial, después de que su marido falleciera a los 31 años a causa de un cáncer. La dibujante, que era madre de dos hijos, Stefano y Dario, dio a luz al tercero un año y medio después de la muerte de Roberto, revolucionando la opinión de la época y convirtiéndose en una firme defensora de la concepción póstuma. «No he hecho nada de lo que avergonzarme», declaró. Para entonces, la tira cómica ya estaba a cargo del ilustrador Bill Asprey, al que pidió que le tomara el relevo para pasar los últimos días de vida de su esposo junto a él. El ilustrador, que a día de hoy perpetúa el cómic bajo las directrices de Minikim (compañía que tiene los derechos intelectuales y que regenta el hijo mayor de la dibujante), continúa firmándolo con el nombre de ‘Kim’. La misma rúbrica que ahora vuelve a poner la atención sobre el trabajo de la ilustradora gracias a la última prenda con vocación de éxito comercial de Zara y a una película ya icónica para el cine mexicano e internacional.
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