Sí, los pantalones de pana también son para la noche (y otras cuatro formas de llevarlos)

Moño alto, camisa estratégicamente desabrochada, clutch de terciopelo y pantalón de pana. Este ha sido el último look con el que Victoria Beckham, oráculo de las tendencias, salió a cenar con su marido en Londres. La propuesta no tiene nada fuera de lo común, pero en una temporada en la que el tejido de pana reina por encima del resto, la ex Spice Girl ha vuelto a convertirse en fuente de inspiración para el común de los mortales. Están de moda desde el año pasado pero, ¿por qué no se nos había ocurrido plantárnoslos para salir por la noche? Partiendo de su ocurrencia y explorando todas sus posibilidades, elaboramos la guía definitiva para aprender a combinar el imprescindible del invierno en todo momento y lugar.

Por la noche

Más allá del estilismo de la diseñadora, nos hemos topado con otros ejemplos de cómo adaptar esta prenda cuando se esconde el sol. Parece que la clave está en elegir un modelo de corte campana o palazzo (lo cual no es nada difícil porque son los que más abundan) y llevarlos con tacón. El resto del look lo hará una blusa holgada y un poco desabotonada, que también puede reemplazarse por un top especial. Puede ser una opción perfecta para salir a cenar o a tomar una copa. Eso sí, mejor evitar locales con la calefacción a todo trapo.

A conjunto

La mejor manera de llevar esta prenda evitando quebraderos de cabeza es con una americana a juego. El traje de pana es ya un éxito entre celebrities y reinas del street style y abundan en las grandes cadenas. La clave para elegirlo es que sea un poco oversize y los colores con mayor aceptación son el rosa y el marrón (hasta Olivia Wilde se atrevió hace unos días con un diseño de Bella Freud en este tono). Ya lo vimos muchísimo el año pasado, pero este invierno confirma su éxito. Además, la americana también tiene muchas posibilidades por separado y se podrá reciclar a modo de abrigo cuando comiencen a subir las temperaturas.

De pies a cabeza

Las más atrevidas pueden probar con eso que los anglosajones llamarían total look. Los monos, los petos y también los conjuntos de camisa y pantalón mimetizados y convertidos visualmente en una única prenda son buenas alternativas para las que quieran partir la pana e ir más allá en el arte de llevar este tejido.

Con zapatillas

Puede que las reglas tradicionales de estilismo aconsejen llevar los pantalones palazzo y de campana con tacones. Es cierto que, al cubrir el calzado, alargan visualmente la silueta y estilizan. Pero la altura no es requisito indispensable para ponérselos. Las zapatillas, tan de moda desde hace unas cuantas temporadas, son la alternativa perfecta para combinarlos en estilismos informales. Este invierno, cuanto más grandes y toscas, mejor.

Para ir a la oficina

Entre llevarlos por la noche o ponérselos con zapatillas, está la opción de crear un look a medio camino perfecto para ir al trabajo. Las camisas estampadas, las blusas en tonos básicos o los jerséis finos (los gruesos pueden armar demasiado un look en el que los pantalones ya tienen un tejido con mucho cuerpo) son buenas ideas para llevarlos a diario. Unos botines de tacón sensato y unos pendientes o gargantilla llamativos serán suficientes para rematar el conjunto. Lo mejor es que si se alarga la jornada después de la oficina el look sigue funcionando a la perfección.