Chaleco de punto: por qué lo vas a ver por todas partes y cómo incluirlo en tu armario

Qué. El chaleco de punto, claro. Ese que, fabricado en lana o sucedáneos, otorga un aire retro, intelectual y un poco pijo a cualquiera que se lo ponga. El mismo que este otoño invade escaparates y muros de Instagram. Una prenda atemporal que vuelve a estar de moda cada X temporadas y que, esta en concreto, ya se ha ganado a pulso el determinante ‘la’ (LA prenda).

Quién. Todo el mundo. Dior, Prada, Lacoste, Prada, Alessandra Rich, Gucci o Kenneth Ize son solo algunos ejemplos de la ingente cantidad de chalecos de punto avistados sobre las pasarelas en las colecciones otoño-invierno 2020/2021 de diseñadores de todo pelaje. La estética preppy que define muchas de las propuestas de Lacoste, Miu Miu o Gucci encaja a la perfección con su defensa de esta prenda, pero su alargada sombra da cobijo a todo tipo de firmas. Las versiones oversize conviven con microchalecos, y los estampados –cuadros, print geométrico, rayas o rombos– ganan por goleada a las versiones lisas.

Cómo. Aunque superponer el chalequito a una camisa clásica es la opción más socorrida y popular, también funcionan bien sobre jerséis finos con cuello tipo polo, camisas sin mangas o camisetas básicas de algodón. La corbata, que promete ser el accesorio de la temporada (solo hay que echar un vistazo a la última campaña de Zara), es el complemento favorito de las que desean potenciar la estética preppy intrínseca a la prenda (Prada o Dior ya lo hicieron primero sobre la pasarela). Las prescriptoras de estilo, que ya se han hecho con un cargamento de chalecos de punto para combinar en sus estilismos diarios, los llevan, sobre todo, con pantalón –ya sea vaquero o de vestir–, pero también resultan inspiradores los looks de aquellas que lo superponen a un vestido de manga larga o quienes lo llevan con falda midi.

Por qué. La explicación es fácil: la estética preppy es una de las dominantes este otoño-invierno. El nombre surgió en los años 50 después de que los estudiantes del curso preuniversitario –preparatory, de ahí preppy– de la Ivy League, esto es las ocho universidades privadas más antiguas de Norteamérica, convirtieran las camisas Oxford, los pantalones chinos y los chalecos de robos en uniforme. Aunque esta temporada, el estilo preppy ha dado lugar a un nuevo anglicismo presente en la moda. Ya lo avisaba Patricia Rodríguez: «La nostalgia por las clases presenciales y por la vida en el campus ha hecho que el movimiento estético bautizado como Dark Academia aumente su cartera de adeptos». Como sucedió con el Cottagecore en verano, las redes sociales se han encargado de viralizar la tendencia. Aunque surgió en Tumblr, hoy el hashtag #DarkAcademia acumula más de 120 millones de visualizaciones en TikTok y cerca de 240.000 publicaciones en Instagram. Si el movimiento es una mezcla entre las prendas –y costumbres– de un internado inglés y la Ivy League, sin duda el chaleco de punto es uno de sus alumnos más aventajados.

Dónde. No hay marca, de lujo o low cost, que se resista a la prenda de la temporada. Además de recurrir a Zara y sus hermanas del imperio Inditex, Mango, H&M o cualquier otra gran cadena de moda pronta, firmas de precio medio como la creada por Alexa Chung, la coreana Andersson Bell, la belga Emely Van Impe o la israelí Dodo Bar Or (la diferencia de nacionalidades da buena cuenta del éxito global de la prenda) ofrecen opciones especiales a precios razonables. También en enseñas como Miu Miu, Prada o Gucci es posible hacerse con versiones lujosas que permanecerán para siempre en el armario. Aunque, sin duda, un verdadero integrante de la Dark Academia optaría por uno vintage. A continuación, algunos de nuestros chalecos de punto favoritos, aptos para todos los gustos y presupuestos:

Colorido y abuelil, de Andersson Bell.

Con aplicaciones que lo hacen perfecto para la noche, de Gucci.

El clásico, de Zara.

Con logo, de Miu Miu.

Con cuello alto, de Mango.