Botas de montaña y pijama gigantesco: el uniforme contra la sexualización de Billie Eilish

Naomi Campbell apostó por las transparencias, Laura Dern se plantó una capa y Sienna Miller un precioso vestido negro de lentejuelas. Pero fue Billie Eilish quien acaparó más titulares en la alfombra roja de la gala LACMA Art + Film, celebrada anoche en Los Ángeles. La cantante, conocida por temas como Bad Guy, eligió un pijama de Gucci de amplias dimensiones y aplicaciones florales con cristales Swarovski.

El conjunto, creado para ella por Gucci, firma que amadrinó el evento (celebrado en honor de la artista afroamericana Betye Saar y el director de cine mexicano Alfonso Cuarón), fue rematado por unas botas de montaña de la misma marca. Las Flashtrek son uno de los diseños de calzado más populares de la etiqueta italiana los últimos tiempos y, al mismo tiempo, una de las elecciones más inesperadas para conjuntar con un dos piezas de aires pijameros.

Pero como demuestra con cada una de sus apariciones, no hay nada imposible para Billie Eilish. La cantante hace gala de un estilo urbano y tomboy y defiende el uso de las prendas anchas para evitar ser juzgada por su cuerpo. La cantante, que solo tiene 17 años, explicó en un anuncio para Calvin Klein que «no quiere que todo el mundo sepa todo sobre ella». «Por eso llevo prendas holgadas. Nadie puede opinar porque no han visto qué hay debajo, ¿sabes? Nadie puede decir ‘está muy delgada’, ‘no lo está’, ‘tiene el culo plano’ o ‘lo tiene gordo’. Nadie puede decir nada porque no lo saben”, cuenta en el vídeo.

En una reciente entrevista con Pharrell Williams para V Magazine, la ‘Britney Spears de la Generación Z’, también explicó cómo se siente respecto a los comentarios y las apreciaciones que la gente hace sobre su ropa. «Existen todo tipo de comentarios sobre la forma en que me visto y que no sea necesariamente femenina. Me pongo mierda holgada y me pongo lo que quiero. No digo: ‘oh, voy a usar ropa holgada porque es ropa holgada’. Pero, por supuesto, todo el mundo lo ve como: ‘está diciendo que no a la sexualización’ y ‘está diciendo que no a la mujer estereotípica’. Es extraño porque sé que mucho de lo que escucho es positivo o intenta serlo, pero he oído comentarios positivos acerca de cómo me visto que tienen un elemento de slut-shaming». Y añadió: «Es un poco… ‘qué contento estoy porque te vistas de chico, así otras chicas se vestirán también como chicos y dejarán de ser unas guarras’. No lo dicen así, pero suena un poco así. Jamás he mirado a una chica que se sienta cómoda con su ropa, su cuerpo y su piel y he pensado: ‘qué asco, está enseñando demasiado’ o ‘ojalá no llevase eso», reflexionaba la artista. Anoche demostró que seguirá poniéndose la ropa que le apetece, mechas verdes y maxigafas de sol incluidas.