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¿Beneficios laborales del sarcasmo? Sí, claro…

Un estudio asegura que emitir comentarios sarcásticos, así como interpretarlos, tiene grandes beneficios psicológicos y aumenta la creatividad en el trabajo.

sarcasmo en el trabajo
Cordon Press

La idea de que el trabajo es un entorno en el que los comentarios sarcásticos sobran está a punto de quedarse anticuada gracias a investigaciones científicas que, como de costumbre, constatan con sesudos experimentos lo que la inteligencia natural ya nos había dicho antes.
 
Los profesores de negocio Li Huang, Francesca Gino y Adam D. Galinsky, acaban publicar una investigación titulada La más alta forma de inteligencia, en la que explican que tanto ser sarcástico como recibir sarcasmos deriva en un mejor desempeño del "músculo" de las ideas y activa el pensamiento abstracto.

 Situaciones delicadas

Esperemos unos párrafos antes de explicar cómo han llegado a esta conclusión y vayamos -con la mente- a la oficina para ver cómo nos sentaría un comentario sarcástico que venga, por ejemplo, de un superior… Estás en tu mesa leyendo este artículo, no te percatas de unos pasos tras de ti y de pronto…

“¡Di que sí, hay que leer!”.

Tu jefa te ha pillado haciendo algo que no está permitido o que no está bien visto, de acuerdo. Pero esa sonrisa con la que acompaña la ironía que te dedica te está dando mensajes contradictorios. En efecto, ella está siendo sarcástica y si tú encajas bien esa estrategia de la inteligencia, a la que los griegos llamaban “mordedura de lengua”, leerás en diagonal lo que queda de artículo y te afanarás en tu tarea sin mayor problema. Veamos por qué.

Por qué funciona el sarcasmo

Para entender los beneficios creativos del sarcasmo tenemos que acudir a su significado: alguien sarcástico está diciendo una cosa que, en realidad, significa lo contrario. Y tanto la construcción de un comentario sarcástico como su recepción (esto es, reconocer y reconciliar dos ideas opuestas) requiere una mente flexible y apela a la esencia de la creatividad. Porque cualquier expresión de sarcasmo aumenta nuestra actividad neuronal como han señalado los autores de este trabajo en el que más de 300 personas fueron sometidas a conversaciones simuladas justo antes de enfrentar una tarea creativa. Un grupo recibió comentarios sarcásticos o sinceros, a otro se les pidió expresar o uno u otro, y finalmente en un tercero se dio un intercambio neutral.

Aquellos que se enfrentaron a condiciones de sarcasmo desempeñaron mejor la tarea creativa que aquellos que tuvieron condiciones de sinceridad o neutra" y según Galinsky, "esto sugiere que el sarcasmo tiene el potencial de catalizar la creatividad en todos".

Parece que el investigador no extrapola sin tino, dado que un 64% de aquellos que realizaron comentarios sarcásticos encontraron la solución creativa que era necesario averiguar. Quienes recibieron los sarcasmos se desempeñaron mejor, alcanzando un 75% de efectividad como grupo. Sin embargo, solo el 30% de los que participaron de conversaciones neutras resolvió la tarea. Y apenas un 25 % de los que recibieron comentarios sinceros halló la respuesta creativa del experimento.

Todos los sarcasmos valen, pero no con todas las personas

A través de las ultimas investigaciones, sabemos más cosas sobre el sarcasmo y sobre cómo aprovechar sus beneficios creativos en el entorno laboral en lugar de ser una fuente de conflictos.

Volvamos a la escena de la oficina con la jefa guasona y este artículo abierto en la pantalla del ordenador. Eres consciente de que te han pillado leyendo el periódico en horas de trabajo (en el supuesto de que eso sea un problema en tu puesto) pero también sabes que tu jefa te valora, cree que eres un buen profesional y te encuentras en un entorno de confianza, ese comentario no te molestará ni te parecerá una amenaza ni será fuente de conflictos o rencillas.

La investigación de Harvard no solo ha descubierto que quienes hacen o reciben comentarios sarcásticos mejoran su pensamiento abstracto y, por lo tanto, su capacidad creativa debido a que deben crear o decodificar un enunciado contradictorio. También aseguran que en el trabajo, como en el resto de contextos, la confianza es la base de cualquier relación sana. Confiar suaviza los engranajes de la interacción social y es fundamental para alejarnos de los conflictos. Así que es necesaria la cercanía entre las personas que emiten o reciben los sarcasmos de lo contrario, será una fuente de conflicto y resentimiento al menos hasta que las empresas no entrenen en la comunicación sarcástica a sus empleados.

Precauciones

A pesar de los contrastados beneficios creativos de este tipo de humor, los científicos nos dan algunas recetas prácticas para que las ironías no se nos vayan de las manos y cumplan con la función de activar las zonas cerebrales que nos hacen ser más creativos. En primer lugar, debemos controlar la frecuencia de nuestras bromas. Para evitar que el sarcasmo se vuelva tedioso y que nuestro cerebro trabaje demasiado. Y en segundo, ser comedidos. Un poco de desdén esta bien pero el respeto hacia el otro no hay experimento que los anule todavía.

De nuevo ha de decirnos Harvard lo que esperaríamos del sentido común. Y lo decimos sin sarcasmo.

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