9 trucos para levantarte más guapa que cuando te acostaste
Cumplir con las rutinas adecuadas, utilizar productos específicos de noche y contar con una ambiente propicio para el sueño pueden favorecer una piel radiante por la mañana.
1.Cumple tus rutinas
Las rutinas para la piel antes de irnos a dormir son las que más pereza dan, porque la tentación de saltárselas es inmensa. Sin embargo, los cuidados nocturnos son muy importantes y difieren de los matinales, sobre todo en la limpieza. “La piel durante el día se ha ensuciado muchísimo con la contaminación, el polvo, los ambientes cerrados… Si después de limpiarla añadimos una crema de noche mucho mejor, porque vamos a ayudar a la piel en el proceso de renovación. Por la mañana hay que hidratar y proteger, por la noche nutrir y reparar”, explica el doctor Antonio Ortega, dermatólogo de la Clínica Menorca.
2. Ingredientes nocturnos
Intenta que esos tratamientos incluyan los ingredientes cosméticos indicados para la noche, que los hay: Son todos los fotosensibles, los ácidos en general, glicólico, ascórbico, retinoico, hidroquinona… “Aunque cada vez las presentaciones son menos agresivas, es preferible utilizarlas sólo por la noche, además van a cumplir mejor su función de renovación, que es para lo que están indicados”, añade el dermatólogo.
3. Adapta tus tratamientos
La rutina de cuidados de belleza debe cambiar según las necesidades. El doctor Christian Chams, especialista en Dermatología, Farmacología y Bioquímica, y médico de las celebrities como Sharon Stone, Demi Moore o Catherine Deneuve, recomienda un tratamiento de vitaminas con el cambio de estación, “especialmente en primavera para aplicar muchos antioxidantes que prevengan los efectos nocivos del sol”.
4. Duerme suficientes horas
Sonará a 'perogrullada', pero la recomendación esencial para levantarse con buena cara es haberse acostado… y haberlo hecho el tiempo suficiente. “La necesidad de sueño es variable aunque la mayoría de los adultos jóvenes necesitan dormir una media de 7 u 8 horas. No obstante hay patrones de sueño cortos, en los que el sujeto se siente descansado sólo con 5 horas, y largos, en los que la persona necesita 10 horas para la reparación. Cada persona debe cumplir su "cuota" para sentirse reparado”, dice el doctor Hernando Pérez, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología.
¿Si duermes menos te levantarás más fea? Pues lo cierto es que la calidad del sueño en la piel influye de manera muy importante. Si el descanso es escaso se impide la hidratación y renovación celular, y como resultado la piel se verá apagada y más sensible a factores de estrés o la aparición de eczemas. “La piel mostrará síntomas evidentes de falta de vitalidad, arrugas, poca luminosidad, sequedad, etc”, dice el doctor Ortega.
5. Crea un ambiente adecuado
Y para dormir lo suficiente y levantarse con una piel radiante debemos trabajar en crear un ambiente que facilite el sueño y la desconexión (luz, ruidos). ¡No esperes hasta el último momento para apagar el móvil! Hazlo antes y aprovecha para despedirte en tus redes sociales hasta mañana.
6. Con almohada de fibras naturales
Algunas informaciones apuntan a que son mejores para la piel las fundas de almohada hechas en tejidos como la seda que las habituales de algodón. ¿Qué hay de cierto en ello? “Nada”, responde con rotundidad el doctor Ortega. En principio siempre son mejores las fibras naturales que las sintéticas, pero no importa si se trata de algodón, bambú o seda (a no ser que los tintes del tejido provoquen alergias. En ese caso, mejor fibras sintéticas). “Pero el roce de unas u otras no va a provocar más ni menos arrugas o flacidez. Estos problemas suelen venir, a parte de por el paso del tiempo, por la tendencia que tenemos a dormir siempre del mismo lado, presionando más una zona de la cara que otra. Es indiferente que la presión sea sobre seda o algodón”, añade el experto.
7. Menos bolsas
Hay quien piensa que si duerme boca abajo evitará la aparición de las bolsas de los ojos, pero lo cierto es que no influye para nada. “Si tenemos tendencia a la retención de líquidos, si ya hemos cumplido algunos años, si llevamos una mala alimentación, con exceso de sal sobre todo… las bolsas aparecerán”, advierte el doctor Ortega. La única solución es dormir lo suficiente, llevar una vida sana, no tomar cenas con exceso de sal (embutidos por ejemplo), limitar el tabaco y consumo de alcohol y utilizar cremas que favorezcan el drenaje del tejido periocular.
8. Con la humedad adecuada
Lo ideal para la piel es que la habitación de dormir se encuentre en un ambiente de humedad adecuado. En zonas de playa no hace falta humidificador. En el interior, zonas como Madrid o Castilla, tremendamente secas, sí es recomendable, pero solo en determinadas ocasiones. Por ejemplo, la humedad de la lluvia es suficiente para la piel.
9. Controla el estrés
El doctor Chams recuerda que el sueño “es lo que hace que todas las células se regeneren y es un factor que disminuye el estrés, que es uno de los peores enemigos de la piel”. Aplícate el cuento. Relájate y a dormir.
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