Natalia de Molina en San Sebastián: sujetador a la vista, muchos flecos y un maquillaje para realzar su belleza natural
La actriz acude al festival para promocionar su último trabajo, Asedio. Para su primera noche en el certamen ha escogido un conjunto de Michael Kors y maquillaje de Armani Beauty.
Ha pasado una década desde que Natalia de Molina (Linares, Jaén, 32 años) acudiera al Festival de San Sebastián, con solo 22 años, para debutar con Vivir es fácil con los ojos cerrados. Aquella cinta le valió su primer Goya (a actriz revelación; se haría con otro a actriz protagonista en 2016 por Techo y comida) y le abrió las puertas de la industria. Ahora, convertida en una de las actrices más solventes del panorama patrio, la jienense regresa con un nuevo trabajo, Asedio, un en el que da vida a una agente antidisturbios.
En la noche del lunes la intérprete tampoco se perdió el estreno de Un silence (A Silence) y pasó la alfombra roja del Kursaal con un llamativo conjunto negro de Michael Kors Collection: blazer de crepé, sujetador de punto y falda de flecos de la línea de pasarela de la firma americana.
Para el cabello escogió la sencillez de una raya al lado y melena natural y remató el conjunto con un maquillaje de Armani Beauty, obra de la maquilladora Rebeca Trillo: “En esta ocasión hemos creado un look que realza tanto los ojos como los labios”, explica la maquilladora. “La piel luce impecable con un aspecto limpio y fresco, solo hemos añadido un toque de color con el colorete Luminous Silk Glow Blush (tono 51), un rosa suave que realza la belleza natural”.
“Para los ojos hemos elegido tonos grises, para aportar luminosidad en un efecto ahumado en la parte externa de los mismos. Y, para darle profundidad a la mirada y un efecto ojo de gato, hemos usado una sombra en crema en tonos marrones por el resto del párpado”, dice Trillo. Esa mirada, felina, se sigue afilando con el lápiz Smooth Silk Eye Pencil (tono 8) y con los tonos grises de la paleta Eye Quattro (tono 01).
Todo se finaliza con un labio sencillo, que se limita a elevar un tono su color natural y añadir brillo para seguir sumando luminosidad: “El tono nude se ha trabajado con el Lip Power (tono 107) y se da un ligero toque de la laca labial Ecstasy Mirror (tono 102), que aporta jugosidad y luminosidad en el centro del labio”.
