La cosmética aprende a reírse de sí misma
Algunas firmas buscan la belleza a través del sentido del humor y no de los milagros.
Hasta hace poco el mundo de la belleza se dividía en dos ramas: el de la científica, resultado de sesudos y carísimos estudios y el de la glamourosa. Podía surgir una tercera que era la combinación de estas dos. Pero no: en los últimos años ha surgido un buen número de firmas cuyo reclamo no es "curar" la vejez o el colmo del lujo. Su baza es el sentido del humor y el asumir que la cosmética, ya que no hace milagros, al menos nos puede hacer sentir bien.
El packaging, los nombres o el concepto de los productos diferencian a estas firmas de las demás. Muchas de ellas tienen perfil eco pero, eso sí, ninguna de ellas se toma a broma. Por mucho buen humor que tenga, si bien no hacen promesas imposibles, cumplen.
Han proliferado en todos los ámbitos, incluso en el de las lacas de uñas. Es sorprendente el caso de la marca profesional Opi que, cada cierto tiempo lanza ediciones limitadas de toda índole: Alicia en el país de las maravillas, Shrek o, más recientemente, con los Teleñecos (Peggy fue también chica MAC). La estética infantil no está reñida con que sear uno de los más duraderos esmaltes del mercado.
Etiqueta del perfume Archives 69 de L’Etat Libre D’Orange.
L’Etat Libre D’Orange
Un mundo tan serio como el del perfume también tiene pequeñas concesiones al humor. Lo vimos hace poco con la marca Saint Honoré Des Prés y su perfume-vaso de café. L'Etat Libre D'Orange no tiene unos frascos tan imaginativos pero sí los mejores nombres del mundo de las fragancias. Este equipo parisino de narices -tan profesional y prestigioso como el que más- bautiza a sus fragancias con nombres tan evocadores como Putain des Palaces o Je suis un homme. Las etiquetas tampoco tienen desperdicio. Solo ellos podían conseguir que alguien como Tilda Swinton o Rossy de Palma lancen una fragancia propia en cuya elaboración han participado de verdad.
Colección de aniversario de Paul & Joe protagonizada por gatos.
Paul and Joe
Para celebrar su décimo aniversario, la firma Paul & Joe ha lanzado una edición limitada de maquillaje con estampados y formas de gatos por doquier. En la campaña han participado un montón de mininos, entre ellos algunos tan famosos como Luna the Fashion Kitty.
Las verdaderas pioneras en esto del maquillaje con buen humor son Jean y Jane Ford, fundadoras de Benefit. Su idilio con la cosmética fue casi por casualidad: empezaron a vender a las strippers de San Francisco un producto para colorear sus pezones que, con el paso del tiempo, acabó convertido en el mítico Benetint. Con estos comienzos tan originales fueron poniéndoles a sus referencias nombres tan divertidos como Bathina, take a picture… it lasts longer ("haz una foto, dura más") o Ooh la lift (un producto para iluminar la mirada).
Sus productos divertidos han sido un buen negocio para las hermanas Ford. Lo que era una pequeña firma familiar hoy es parte del gigante del lujo LVMH.
Jean y Jane Ford, fundadoras de Benefit, siempre con una sonrisa en los labios.
Benefit
Incluso al mundo del tratamiento también ha llegado el buen humor. La marca de origen israelí Yes to parte de unas premisas muy originales: un nombre llamativo y pegadizo, algunos ingredientes naturales y productos que proporcionen bienestar. Empezó con Yes to Carrots y ahora continúa con los arándanos, los tomates y los pepinos. ¡Sí a las frutas y las verduras! Y también a los envases sencillos y modernos y, sobre todo, a un mensaje de felicidad y de sentirse bien con uno mismo y la naturaleza que pocas marcas tienen.
La australiana Anatomicals parte de premisas similares a Yes to. Solo hay que ver cómo es su web para darse cuenta de que lo suyo no son los eslógans pretenciosos. Sus productos también tienen nombres para recordar: "refresca partes que a las que otros geles de ducha no llegan" o "las manos y los pies más pijos". Además de ser una firma muy creativa, también es extremadamente asequible trata a sus clientes como a seres inteligentes.
No perdamos tampoco de vista a Bliss, presente en los hoteles más prestigiosos del mundo (sus spas propios son también una maravilla) y con tiernos productos como el peeling Fat Girl Scrub "Scrub-a-dub–blub". ¿No apetece más exfoliarse la piel en estos términos?
Irónico y realista: Little White Lie (mentirijilla). Es una marca de autobronceadores que se adaptan a todos los tipos de piel. Al fin y al cabo, este bronceado no es real así que el nombre no le podía encajar más.
¡Sí a los pepinos!
Yes to
Un asunto tan serio como el cabello también se puede tomar un poquito a broma (no en efectividad sino en nomenclatura). La casa Tigi es la reina con fijadores que se hacen llamar manipulador o gamas como rubia tonta. Sí, esta última está indicado para cabellos teñidos de dorado.
Por último, Bumble & Bumble nos incita a saciar la sed de nuestro pelo con la línea Quenching (saciante, en inglés, para referirse a la necesidad de nutrición) o Mending (arreglar o coser, queriendo decir "reparar el pelo dañado"). Desde luego que no hay nada como utilizar una terminología un poquito diferente para provocar una pequeña sonrisa… y dejarte el cabello suave, hidratado y bonito.
Control Freak de Tigi, un producto para controladores absolutos.
Tigi
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