Las brochas que necesitas esta temporada vienen de Japón

Los mismos trazos ultraprecisos que caracterizan la escritura japonesa, definen ahora el maquillaje de la temporada. Porque la J-Beauty ha llegado desde Oriente para revolucionar nuestro tocador, un nuevo concepto de belleza que combina alma y tecnología y cuyos parámetros ha marcado Shiseido con el relanzamiento de su línea makeup. Una dualidad también presente en su arquitectónica colección de brochas.

En colaboración con la compañía OCHI, conocida por sus accesorios de caligrafía, la firma nos propone una serie de pinceles que recogen los principios del fude -estructura, material, nitidez, residencia y redondez- para aunarlos con las técnicas más revolucionarias. Cada brocha, de pelo 100% sintético, está realizada de forma cuidadosa por takumis -así se conocen a los artesanos japoneses-, en un proceso que requiere más de cuarenta pasos y para el que han dedicado un mes entero.

El resultado es una colección de brochas densas y redondeadas, que se ajustan a cada línea del rostro, para conseguir ese acabado natural y perfecto que tanto envidiamos de las japonesas. Pinceles, por otro lado, aptos incluso para las más patosas. Así lo asegura Jill Scalamandre, Presidenta del Centro de Excelencia Global de Maquillaje de la firma: “Estas brochas hacen todo el trabajo para que puedas expresarte libremente”.

¿Donde está el secreto? Por un lado, en sus cerdas. Un mix de pelo rizado y liso, corto y largo, para una pincelada flexible y concisa. Por otro, en su la tecnología Hidden Core Technology que permite aplicar el maquillaje de forma uniforme, evitando que queden zonas sin cubrir o líneas demasiado marcadas. Todo ello, sin olvidar el diseño minimalista y moderno que, más allá de la estética, facilita el movimiento.

Como el neceser de las japonesas se rige por la practicidad, las herramientas que propone Shiseido son compatibles con todo tipo de texturas. ¿Un ejemplo?La brocha de doble cara Daiya Fude. La firma ha incluido un blender en textura gel que imita el tacto de las yemas de los dedos. Así, al aplicar fórmulas líquidas o en gel, el producto ni se absorbe ni se desperdicia, y permite conseguir esa envidiable piel de cristal. Su cabezal rojo es perfecto para esculpir el rostro. Con un corte de diamante, difumina el pigmento del iluminador o el colorete para un acabado suave y natural.

Porque el maquillaje J-Beauty se esculpe con golpes de luz y color. El pincel Hasu Fude, con un diseño plano y biselado, extiende el maquillaje con precisión y gran cobertura, hasta conseguir una piel natural. Y la brocha Maru Fude sirve para aplicar coloretes, polvos bronceadores o fijar iluminadores. Usa la punta en las zonas que requieren mayor precisión para aplicar el iluminador de Shiseido Aura Dew o el colorete en mousse Minimalist WhippedPowder Blush; y el lado de la brocha para extender la textura y conseguir una piel llena de luz.

Y si los ojos son el reflejo del alma, cuando hablamos de J-Beauty son sinónimo de carácter y rebeldía. Las japonesas entienden la belleza de forma desprejuiciada y la mirada es su mejor forma de expresión. Por eso Shiseido propone dos pinceles específicos para los ojos, aunque también se pueden utilizar en los labios. Yane Hake, con forma cincelada, permite crear trazos ultraprecisos. Naname Fude, con cerdas cortadas en diagonal, se adapta a cualquier ojo para conseguir difuminados a todo color.