Árnica, el ingrediente secreto que aliviará tus piernas después de correr
Complementar los estiramientos con la aplicación de productos que contengan esta planta medicinal ayudará a evitar tirones y agujetas
Ya lo dijo el ex presidente norteamericano Jimmy Carter: “Todo el que ha corrido sabe que su valor más importante es que elimina tensión y que permite liberarse de cualquier otra cosa preocupante que pueda traer el día”. Desde que se ha levantado la veda para salir de casa a practicar deporte y liberar las tensiones acumuladas durante el confinamiento, miles de personas se han calzado las zapatillas de correr y se han lanzado a las calles. El running es una de las grandes aficiones en nuestro país, según el estudio elaborado por el Grupo NNA, del que se desprende que la mayoría de españoles lo practica para mejorar y conservar su condición física (40%) y, en la misma línea, el 18% busca mantenerse sano.
Aunque durante el confinamiento se haya buscado mantener el cuerpo activo a través de ejercicios como sentadillas, flexiones, abdominales, sesiones de yoga o clases de zumba online, los especialistas prescriben cautela y sentido común para recuperar el ritmo porque las lesiones amenazan. Salir a la calle a correr, a hacer power walking o a pedalear en bicicleta, después de un par de meses de baja actividad, puede suponer un riesgo para los desentrenados músculos.
Calentar antes y estirar después del ejercicio previene el agotamiento muscular, dos acciones que pueden reforzarse a través de productos que lleven árnica en su formulación, una planta que crece en prados y pastizales de montaña, entre los 1.600 y los 2.400 metros de altitud, y está presente en las grandes sierras montañosas de Europa. Usada desde la Antigüedad como un medicamento natural, “este ingrediente actúa como antiinflamatorio natural y antirreumático, ayuda a paliar el dolor muscular, golpes y esguinces. Además, contribuye a reducir los hematomas provocados por posibles lesiones y la inflamación de la artritis, ya que algunas articulaciones como las rodillas pueden acabar sobrecargadas por el ejercicio”, cuenta Meritxell Martí, de la farmacia andorrana Meritxell.
Cuando se quiere mantener una musculatura sana y vital, antes de calzarse las zapatillas con las que hacer kilómetros, los expertos resaltan los beneficios de los productos con árnica cuando se trata de preparar los músculos para el esfuerzo que está por llegar, ya que actúan sobre la circulación periférica, tonifican los músculos y los protegen. “Si deseamos prevenir lesiones, antes de correr ayudan a calentar la musculatura”, dice Martí. Eso sí, el doctor Manuel Rozalén, al frente de la madrileña Clínica Rozalén, especializada en rehabilitación y terapia, advierte: “el uso de árnica no sustituye el calentamiento y los estiramientos necesarios para realizar deporte”.
Aunque tradicionalmente las flores amarillas de la planta se maceraban con aceite de oliva y servían para aliviar los golpes con hematomas o torceduras, hoy es un ingrediente que forma parte de las fórmulas de productos antiinflamatorios recomendados para una aplicación tópica. “El formato gel tiene una mejor absorción, pero, el stick permite una aplicación más fácil y sin contacto con las manos. Todo depende del momento y lugar en el que se vaya a hacer uso del producto. Si se va a poner en casa, es mejor recurrir a la versión en gel”, matiza el doctor.
Manuel Rozalén detalla que la manera correcta de aplicarlo es “mediante un masaje en mociones circulares. Se debe ejercer una presión moderada y esperar a su completa absorción. Si se opta por el formato stick, sirve el propio aplicador para dar el masaje. Cuando se busca evitar el dolor muscular y las molestias al realizar deporte son suficientes dos aplicaciones: una antes y otra después de la actividad física. Y para aliviar molestias persistentes, se puede utilizar dos o tres veces al día”, asegura.
Después de la carrera, aplicar árnica en las zonas cargadas facilita su relajación: “Al actuar como antiinflamatorio natural y como estimulador del riego sanguíneo, contribuye a paliar el dolor”, señala Martí. Los productos formulados con este ingrediente envuelven los músculos con una capa de calor que relaja las articulaciones y ayuda a prevenir tensiones musculares, así como a mantener las agujetas a raya.
El formato de gel es refrescante, repara y reconforta rápidamente por su efecto frío y es ideal para zonas extensas como los tobillos, rodillas, o posibles músculos con dolencia de la pierna. Su textura ligera penetra rápidamente en la piel y no mancha.
El aceite de árnica de Weleda, como explican desde la firma, “no solo alivia el dolor de las agujetas, sino que también las previene. Su fórmula natural combina árnica, abedul y aceites esenciales como el romero”.
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