La marca colombiana que ideó un fondo de armario de calidad (y a buen precio)

Lo llamamos “fondo de armario” pero es casi la búsqueda del santo grial. Hablamos de esa cazadora de cuero o esos botines que combinen con todo, que duren toda la vida y a ser posible, que no supongan un desembolso excesivo. Si exigimos artesanía y buena calidad, ¿son los precios prohibitivos la única opción? Para Beckett Simonon, no necesariamente. Bajo esta premisa se encuentra una de las propuestas más frescas del panorama online de la moda. Con una estética muy ‘Everlane’ y exclusivamente a través de Internet, esta marca de origen colombiano especializada en productos de cuero pica de los sistemas fast y slow fashion para dar con una original fórmula que les está dando buenos resultados. Y desde el mes pasado, también con una línea femenina.

Lo más curioso de esta firma es su forma de venta: cada principio de mes sacan en su web una “campaña” con productos nuevos sujetos a descuentos variables. En los primeros quince días del mes, el producto cuesta la mitad de su precio original. A medida que va avanzando el mes, ese descuento se va reduciendo. ¿Por qué de esta política? Según Andrés Niño, uno de sus co-fundadores, “es tan solo una forma de recompensar a las personas que compran de primeras durante nuestras campañas, ya que van a esperar más tiempo hasta que los productos sean entregados”. Esto se debe a que todas sus creaciones funcionan mediante reserva o ‘compra por adelantado’.

Colecciones diferentes con una vida muy corta

Si lo que encontremos en Mango o Zara desaparecerá en poco tiempo, en la web de Beckett Simonon sucede algo parecido. La idea es “promover productos nuevos cada mes. Cada campaña tiene un tema especial y nos interesa que nuestros clientes vean productos diferentes con frecuencia” explica para S Moda Nicholas Hurtado, el otro cofundador. Si el mes pasado incluyeron una selección de chaquetas, este dedican sus creaciones a los zapatos, con dos clásicos: el Oxford y la bota Chelsea.

Uno de sus objetivos es acelerar la velocidad con las que hacen las campañas, que “duren menos y entregar en periodos más cortos”. Sin embargo, hay quien no llega tiempo a los pedidos precisamente por esta renovación tan frecuente del producto. Para remediarlo, pretenden incluir una nueva sección de “clásicos”, que ejercerá como “una campaña permanente en la que puedes de igual manera reservar los productos más exitosos”. Su funcionamiento se saldría ligeramente de las colecciones del la moda rápida, ya que los productos permanecerían un año e irían rotando en función de los ‘best-sellers’.

Comprar menos para comprar mejor

Aunque no saben si encasillarse de esta manera, la visión de Beckett Simonon pasa por comprar diseños “que duren mucho más que una temporada”. Definen sus productos como “atemporales” tanto en “diseño, como en calidad y duración”, con el cuero de calidad como punto de partida. Además de estar hechos 100% a mano, llevan colgada la etiqueta de “ético” y no solo por ser respetuosos con el medio ambiente. El trato justo y las condiciones óptimas de los empleados son uno de los requisitos que exigen a las manufacturas a la hora de aliarse con ellas en el proceso de producción: “nuestros clientes siempre podrán estar seguros que no apoyan el trabajo forzado, trabajo infantil ni la contaminación del medio ambiente” explica Andrés Niño. Además, también les exigen una experiencia “de al menos 10 años y una atención al detalle sobresaliente”.

Con producciones actuales en Colombia y Portugal, la firma lleva un seguimiento muy exhaustivo del proceso, en el que ninguna etapa se manufactura sin su previa aprobación. Encabezados por Hurtado, el diseño se realiza completamente dentro de la casa y escogen los materiales de proveedores que luego envían a producción junto con los pedidos. Al tratarse de productos por encargo, nunca tienen “inventario almacenado, razón por la que podemos transmitir todo el ahorro en bodegaje, capital financiero y envíos a nuestros clientes para ofrecerles un precio que en ninguna otra parte podrían encontrar” comenta Niño.

Cuando se cierra una campaña, arranca el proceso de manufactura, que dependiendo de la complejidad de los productos, puede tardar “hasta dos meses”. Uno de los puntos en los que insiste la firma es que durante ese periodo están en constante contacto con sus clientes, “mandándoles fotos del proceso productivo y contándoles cómo van avanzando con el proceso tanto de manufactura como de envío. Esto es muy importante y satisfactorio porque se establece una relación más emocional con la marca”.

El año pasado decidieron poner a prueba una hipótesis sobre la que hoy se asienta su modelo de negocio: ¿es posible que un comprador espere un tiempo más largo por un producto si los incentivos son suficientemente atractivos? Gracias a una campaña de Kickstarter que lanzaron con el objetivo de financiar su colección de lujo (ofrecían zapatos de gama más alta que serían entregados 4 meses después de finalizar la campaña) se dieron cuenta de que “la gente está cansada de comprar productos baratos que usualmente se hacen en fábricas con condiciones laborales pobres”. Su experimento resultó ser todo un éxito, ya que consiguieron financiar su campaña en un “900% y conseguir 135.000 dólares en poco más de un mes”.

Trabajar en retail desde hace más de seis años les valió a Niño y a Hurtado para crear la compañía en 2012. Desde entonces, han desarrollado productos de cuero destinados al hombre hasta el mes pasado, cuando lanzaron productos de línea femenina. Sus oficinas centrales se encuentran en Bogotá y actualmente poseen un equipo de unas doce personas que operan desde Colombia y Estados Unidos.

Cuando les preguntamos sobre su volumen de facturación, la firma nos comenta que prefiere reservarse la cifra. Sobre si dependen de financiación exterior, Hurtado declara que son “100% autosuficientes” y que son los propios fundadores los que han corrido a cargo de toda la financiación. La iniciativa de Kickstarter fue crítica para construir mejor la marca, y aunque no descartan en un futuro buscar “un socio que invierta”, a día de hoy prefieren tener una buena base y un fundamento sólido para luego sí acelerar el crecimiento: “no queremos tampoco devaluar nuestra participación en la empresa en una etapa tan temprana. No queremos ser de esos que al cabo de unos años solo son dueños del 5% de su empresa”.

Al no llevar estrategia de marketing, sus clientes son su mejor baza. El hecho de tener productos nuevos cada mes les “permite tener un diálogo constante con ellos”. Además, el ‘boca-oreja’ les funciona gracias a un incentivo por el que los consumidores ganan una comisión cuando un amigo o familiar hace una compra referida a través de ellos. Su otro frente son las redes sociales, que les genera alrededor de “un 40% de su tráfico total”. Esto se debe en parte a su público potencial, personas de entre 25 y 40 años que son usuarios con una presencia muy activa en el panorama del social media.

De cara a un futuro, les gustaría expandir su oferta a otros productos como gafas de sol, relojes o vestuario de lujo, a través de colaboraciones con otras marcas expertas en esas categorías. Sobre la posibilidad de abrir tiendas, lo ven como parte de la experiencia del cliente y un complemento alineado a la preventa, que supone su columna vertebral: “vemos las tiendas físicas con un concepto diferente a la tienda tradicional. Nos interesa sobre todo que las personas vean los productos en vivo, se los prueben, vean la calidad y se relacionen con la historia de la marca”, comenta Hurtado.