Ana Pastor y Rosa María Calaf, periodismo con la cabeza bien alta
Ambas periodistas saben perfectamente lo que es enfrentarse a escollos profesionales por ser mujeres.
“Siempre me ha parecido que tener referentes femeninos valientes es muy importante, pero cuando yo era joven no era fácil”, dice Ana Pastor, periodista y directora de Newtral, quien menciona a Calaf, histórica corresponsal de TVE. Esta, a su vez, habla de Pastor: “Ha sabido evitar caer en la trampa que tiende el espejo de la fama. Se ha mantenido en su lugar sin sucumbir a la tiranía de lo digital y eso no siempre es fácil”.
Ambas periodistas saben perfectamente lo que es enfrentarse a escollos profesionales por ser mujeres. Pastor aún recuerda cuando el presidente de Ecuador la llamó Anita: “Me llamaban exagerada por haberme enfadado pero después un día Iñaki Gabilondo me dio la razón. Me dijo: ¿Crees que a mí me habrían llamado Iñakito? Eso es imposible, es claramente porque eres una mujer”. Pastor recuerda perfectamente el día que se colocó con un velo frente a Mahmud Ahmadineyad, entonces presidente de Irán, y la prenda que cubría su cabeza, en un momento cargadísimo de simbolismo, se cayó: «No recuerdo haber pasado miedo pero simplemente porque cuando estás ahí sabes perfectamente que estás ahí para hacer esa entrevista y después, en unas horas, volverás en avión a tu país y estarás segura. Hay gente que arriesga muchísimo más y eso siempre lo tienes presente. A mí lo que sí me preocupaba era hacer las preguntas correctas». La periodista, que acaba de estrenar temporada en El Objetivo, siempre ha sido objetivo de feroces críticas -habituales cuando es una comunicadora la que se sitúa en el punto de mira- y aunque dice ser muy permeable a las que aportan algo desde el punto de vista profesional, no se acostumbra a las puramente misóginas: «Los insultos no los soporto. Que me llamen ‘puta’ gratuitamente lo sigo llevando fatal».
Calaf, que es un referente, tiene a su vez sus referentes propios: habla de Oriana Fallacci y de Martha Gellhorn, siempre oscurecida por la sombra de su pareja, el archifamoso Ernst Hemingway. Después de años cubriendo la formación internacional para Televisión Española, esta periodista conoce perfectamente los obstáculos y prejuicios a los que se enfrenta una mujer en una posición como la suya, se niega a quitarle hierro a las banderas rojas del machismo en la profesión: “Pensar que ya se ha alcanzado la igualdad, que ya está todo hecho, que ya somos iguales, es un error. Una vía segura hacia los retrocesos”. En los últimos 10 años, el sexismo y las desigualdades de género han pasado a ser un tema fundamental en la agenda periodística gracias al reportaje de Jodi Kantor y Megan Twohey que desencadenó un movimiento global. «El MeToo es un ejemplo claro de que no se puede seguir mintiendo, callando y mirando para otro lado», dijo Calaf a este periódico el año pasado.
Pastor muestra el mismo respeto por los scoops relacionados con la violencia de género, por eso destaca como el mayor logro de su carrera el documental sobre el caso de acoso sexual a la concejala Nevenka Fernández. “Gracias a él hay una generación entera de chicas que ha hecho a sus madres y a sus familias mirar con otros ojos esa historia. La propia Nevenka ha recibido mensajes en los que le piden perdón”.
¿Y cómo se mantiene una inasequible a las presiones? La fórmula de Calaf es esta: “Es importante no disculparse por las propias capacidades. Es muy importante enfrentarte a tus propios miedos. El natural y el inducido desde fuera por el patrón patriarcal. No puedes permitir que nadie te trate de forma distinta ni te imponga cómo tienes que vivir tu propia vida”.
* Estilista: Ángela Esteban Librero. Maquillaje: Cynthia de León (Cool) para Bioderma Y NARS. Peluquería: Eli Serrano (Cool) para GHD. Asistente de fotografía: Gerardo Romero. Asistentes de estilismo: Aina Nogué Prat y Ariana Zabalaga.
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