‘Alcaldessa’, el documental que muestra el lado más personal de Ada Colau
Pocas veces se ha visto en España un acercamiento tan preciso hacia el lado humano de un político. En él se pueden ver los llantos, las inseguridades y las risas de la alcaldesa de Barcelona durante la campaña electoral. Se estrena el 27 de mayo.
¿Cuántas veces vemos a una mujer que se dedica a la política llorar, dudar, reir, verbalizar que echa de menos a su hijo, o que se la traen al pairo su indumentaria o su peinado? Alcaldessa pone al descubierto la cara que no se suele ver de los políticos: vemos a Ada Colau como lo que es, una persona. Con sus afirmaciones, sus inseguridades, sus cosas… Una crónica audiovisual de los 12 meses de campaña previos a su designación como alcaldesa electa de Barcelona, en el que aparecen reuniones de trabajo, imágenes en actos públicos y hasta un videoblog con lo más sincero de sus adentros, todo ello conjugado en una pieza que ha ganado el Premio a Mejor Dirección de Documental en el Festival de cine de Málaga de 2016, y que se estrena en salas de toda España el 27 de mayo de 2016.
Una de las primeras cosas que llama la atención es ver a Ada Colau agobiada y en llanto comentando algo que no está socialmente aceptado comentar: que las mujeres, y más en política, tenemos que parecer fuertes, arrogantes, seguras de nosotras mismas y sin un atisbo de duda, tal y como se comportan los hombres en sociedad. Un hecho del que ya hablaba Judit Butler en una de las obras clave del pensamiento contemporáneo, El género en disputa. Feminismo y la subversión de la identidad: el no encarnar el género de forma normativa supone un riesgo de cara a la aceptación por parte del otro, y hasta arriesgar la opción de ser tomado por el otro como sujeto pleno.
Conciliación e imagen pública
La conciliación es otro tema que sale a la luz en la película. En días de especial ajetreo Ada Colau cuenta cómo echa de menos a su hijo y lo insostenible que ve ese ritmo. Un ritmo al que no solo está sometida la clase política, sino que profesionales (hombres y mujeres) de la práctica totalidad de ámbitos sufren en su día a día: jornadas interminables, viajes de trabajo, y asunción de la incompatibilidad de una mínima agenda personal con la profesional bajo el paraguas de la responsabilidad en el trabajo. Una voz más que hace palpable la necesidad de un cambio de paradigma.
En cuestiones de imagen personal, Ada Colau se muestra como una mujer normal (pero normal normal, no como las que nos cuentan en publicidad) a la que todo esto no le interesa en demasía. Maquillaje, pelo, selección de ropa… Colau explica abiertamente que todo eso le da pereza. Pero estamos en el juego de la política que, como la sociedad, todavía tiene unas reglas marcadas. Así que vemos cómo se deja asesorar por su equipo. Y es que la maquinaria de la vida pública, como sabemos, entra en todo. ¿Cómo transmiten valores la comunicación no verbal y la indumentaria, y qué sucede concretamente en el caso de las mujeres? Para Marina y Ana de la empresa especializa en transmisión de ideas Materia Prima “nuestros gestos y nuestra ropa hablan de quiénes somos e incluso muestran quiénes nos gustaría ser. La política tiene una parte de espectáculo que no podemos ignorar, pero nadie juzga la interpretación de una actriz por su vestuario: al contrario de lo que, con excesiva frecuencia, sucede en nuestra sociedad, donde el aspecto de las mujeres se considera su principal valor”.
Marc Cases, de la consultura de estrategias políticas Think o’Clock, opina que es muy interesante que el documental trate este aspecto porque “es importante que la imagen del político vaya en acorde con sus ideas, con su historia. Se debe mostrar tal como es, la verdad es siempre la mejor de las estrategias. Cada candidato transmite valores, sentimientos, temores, esperanzas y deseos que están bajo las opiniones, que vienen debajo del aspecto del candidato, de cómo habla, cómo se relaciona con sus votantes. Ahí radica la importancia de la semiótica de su propio aspecto personal. No solo es lo que se ve, sino lo que representa. La imagen es una de las partes más importantes de un personaje público. Por este motivo veremos en muy pocas ocasiones cambios de imagen. Si nos fijamos en Ada Colau, siempre lleva el mismo peinado, el mismo tipo de ropa, la misma tonalidad. Nunca se deben hacer grandes cambios de imagen (injustificados), ya que pueden producir un cambio de percepción y por consiguiente, la pérdida de la confianza de la población”.
El colectivo Sisterhood, por su parte, refuerza la idea de que la imagen de las mujeres está constantemente en tela de juicio. “En la sociedad capitalista y patriarcal uno de los papeles principales de las mujeres es ser un objeto de contemplación (además de madre y esposa), y recibir atención en base a su aspecto físico. Además, se ha creado un mercado muy jugoso que parte del cuestionamiento de todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo”.
Un entramado de asuntos que se entrelazan en el documental. Una película que destaca por cómo muestra la fortaleza de un equipo de personas que, de forma profesionalizada y liderados por esta mujer, demuestran que la política se construye, que todo se puede hablar, que se pueden aplicar lemas del tipo “piénsatelo do veces antes de hablar”. Una nueva forma de liderazgo político que ha calado en la sociedad y que abre paso a nuevas formas de hacer, poniendo a su vez de manifiesto lo obsoleto de algunas convenciones. Un espíritu constructivo que hasta ahoro era solo la excepción.
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