El año en que las actrices negras devolvieron la alegría a la alfombra roja
Zendaya, Tracee Ellis Ross o Tessa Thompson han sacudido los eventos de 2018 con su capacidad única para arriesgar con volúmenes imposibles y colores estridentes y, de paso, denunciar el racismo o visibilizar la cultura y el talento afroamericanos.
2018 será recordado por parir al primer superhéroe africano de la historia del cine (cortesía de Black Panther), convertir la serie Atlanta en fenómeno global (su creador, Donald Glover, también hizo del videoclip This is America un canto antirracista) y lograr que hasta tres ficciones ‘de negros’ opten a mejor película en los Globos de Oro 2019 (a saber: Infiltrado en el KKKlan, El blues de Beale Street y Black Panther). También por ser el año en que la moda comenzó a entender que era hora de superar el canon de modelo blanca y rubia con fichajes como el de la refugiada sudanesa Anok Yai por parte de Chanel o Zara. Sin ánimo de seguir repasando los necesarios y aún insuficientes hitos que la comunidad afroamericana ha conseguido los últimos doce meses, merece la pena analizar cómo las actrices negras, protagonistas de algunas de las películas y series antes citadas, han afrontado los photocalls de la temporada. Lejos de apostar por el aburrimiento, la discreción o la simple desgana, estas mujeres se han convertido en un soplo de aire fresco abanderando el color o los volúmenes y derribando estigmas como el pelo afro. Por eso, y por la histórica inadvertencia que han sufrido en Hollywood, resulta imprescindible reivindicarlas como iconos de estilo. Así es cómo han devuelto la alegría a la alfombra roja:
1. No hay vestido demasiado aparatoso para ellas
Donde otras verían un riesgo innecesario, ellas encuentran una oportunidad perfecta para dejar claro quién manda en la alfombra roja. Los imposibles volúmenes teñidos de vivos colores de Valentino han encontrado sus mejores embajadoras en actrices como Tracee Ellis Ross (que brilló en los Emmy con un gigantesco diseño rosa) o Tessa Thompson. Buena parte de la culpa la tienen sus estilistas. Karla Welch, que ocupa el octavo puesto en la lista de las más influyentes de Hollywood, está a cargo de los siempre acertados looks de Tracee Ellis o Amandla Stenberg y se asegura de empoderarlas a base de prendas y peinados que reivindican el black power. El dúo de estilistas negros Wayman + Micah, responsable de las apariciones de Tessa Thompson, Kiki Layne o Regina King, tiene la capacidad de transformar a sus clientas en cada aparición y convertirlas en protagonistas de cualquier evento al que acuden potenciando su color de piel o su pelo afro. Por poner un ejemplo más: Law Roach, primer estilista afroamericano en aparecer en la lista de los más influyentes de Hollywood Reporter, es responsable de los looks de actrices como Zendaya, Tiffany Haddish o Naomi Harris.
2. Utilizan la moda como reivindicación
La actriz Jenifer Lewis, conocida por su papel en la serie Black-ish, desfiló por la alfombra roja de los Emmy 2018 con un atuendo nada convencional para una entrega de premios. Sudadera, mallas y zapatillas de Nike para mostrar su apoyo a uno de los rostros que simbolizan la lucha antirracista: Colin Kaepernick. El mismo que protagonizó la campaña enmarcada dentro del marketing activista del trigésimo aniversario del ‘Just Do It’ y que supuso para la marca deportiva unas ganancias de 5.000 millones de euros en tres semanas desde el lanzamiento del anuncio. “Gracias por liderar la resistencia, Nike”, aseguraba la intérprete ante las preguntas de los periodistas. No es la única que ha utilizado la ropa y los grandes eventos para hacer reivindicaciones antirracistas y dar visibilidad a los diseñadores negros (ver siguiente punto). Janelle Monáe, por su parte, revolucionó la industria musical con uno de los videoclips que ha marcado 2018. La cantante y actriz se plantó unos pantalones con forma de vagina –diseñados por el holandés Duran Latink– en el vídeo de Pink dotando al sexo femenino de visibilidad estética e impactando con la aparición de Tessa Thompson entre sus piernas en lo que parecía recrear un parto.
3. Dan visibilidad a los diseñadores negros
Tracee Ellis Ross, que además de popularizar su perfil gracias a su papel en Black-ish fue editora de moda en los 90, se cambió diez veces de ropa en los American Music Awards. Y los diez looks que eligió estaban firmados por diseñadores negros. La actriz aprovechó su papel como maestra de ceremonias durante la gala para deslumbrar con un vestido de tul de Virgil Abloh para Off-White, una capa de Dapper Dan para Gucci, un traje rosa de Pyer Moss o un vestido de Greene CD, entre otros. Además, utilizó Twitter para anunciar que vestiría de firmas capitaneadas por diseñadores negros durante todo el evento e identificó cada una de las marcas para darles visibilidad ante una industria que los sigue marginando. Solo 15 diseñadores negros son miembros del CFDA, que está compuesto por más de 500 profesionales, de ahí que sea determinante que celebrities como Tracee ayuden a aumentar su repercusión. Como ya hiciera Michelle Obama durante sus años como primera dama dando a conocer al mundo a Jason Wu o Tracy Reese, las actrices afroamericanas aprovechan su influencia para hacer lo propio. Tiffany Haddish, por ejemplo, se plantó en los Oscar con un vestido tradicional de Eritrea.
4. Le plantan cara al estigma del pelo afro
Melenas retocadas con Photoshop, pelucas por imposición o anuncios que les dicen que se peinen como blancas. Las mujeres negras aún tienen que soportar todo tipo de críticas cuando llevan su pelo al natural, pero están decididas a plantar cara a este estigma. Lupita Nyong’o terminaba el año pasado denunciando desde sus redes sociales a la edición británica de Grazia por haber desvirtuado su pelo en la portada de noviembre y cada vez son más las que se suman a lucir su afro sin complejos o hacer de sus trenzas o rastas una declaración política (hasta la madre de Meghan Markle acudió con rastas a la famosa boda real). Kiki Layne, Danai Gurira, Tracee Ellis, Zendaya o Angela Bassett, entre otras muchas, no dudan en sumarse al movimiento que ya empezó Solange hace un par de años: “No toques mi pelo, son los sentimientos que visto”, decía en la canción Don’t touch my hair. Viola Davis, estrella de Viudas, lo explicaba así de claro a S Moda: «Como actriz negra es la primera vez que trabajo sin peluca».
5. Tienen el don de adueñarse del photocall
Lupita Nyong’o haciendo volar su vestido de Prada, Tracee Ellis Ross dramatizando las poses más disparatadas entre plumas de Giambattista Valli o Kiki Layne –revelación del año por El blues de Beale Street– jugando a ser princesa ataviada con un diseño de Gucci. No es que el resto de actrices no sepan hacer del photocall un lugar divertido (ahí tenemos a la siempre ocurrente Rossy de Palma como ejemplo patrio), pero las protagonistas de ficciones como Black Panther, Creed II: La leyenda de Rocky, Black-ish o Viudas nos dejan imágenes para el recuerdo en los photocalls del año gracias a su frescura, descaro y belleza.
6. Son las reinas del color
Fucsia, verde pistacho, rojo escarlata o champán. Frente al abigarramiento por el que apuestan muchas grandes estrellas de Hollywood (¿cuántas veces hemos visto a Penélope Cruz o Reese Witherspoon con el mismo corte de vestido?), esta oleada de nuevos nombres supone un soplo de aire fresco en las alfombras rojas.
7. No hay looks de street style más arriesgados que los suyos
Todo lo anterior también aplica cuando sacan un pie fuera de la alfombra roja de turno y lo ponen en la calle. Frente al uniformado aburrimiento de las reinas del street style, a estas diosas de ébano no les tiembla el pulso si tienen que zambullirse en un abrigo tipo edredón, plantarse un estridente total look de lo último de Prada o mezclar, con orgullo, un exótico estampado de frijoles con una riñonera de Gucci. La verdadera espontaneidad y estilo era esto.
8. Son las mejores embajadoras de Marc Jacobs…
La colección del diseñador para este invierno fue tan alabada por la crítica como hacía tiempo que no lo conseguía una de sus propuestas. Sus sombreros de ala ancha, las hombreras XL y otras tantas referencias a los 80 han sido acogidos de buen grado por un buen número de celebrities. Pero, sin duda, de nuevo son ellas las mejores defensoras del color block sin miedo a las estridencias o de los volúmenes imposibles. Zendaya, Janelle Monáe, Gabrielle Union, Tessa Thompson, Laura Harrier, Tracee Ellis Ross o Issa Rae son solo algunas de las actrices afroamericanas que han defendido sus diseños –en repetidas ocasiones– durante 2018.
9. … y de Teresa Helbig
Teresa Helbig es la nueva diseñadora española favorita de Hollywood. Ha vestido a estrellas internacionales como Saoirse Ronan (Lady Bird), Daisy Ridley (Star Wars) o Gwen Stefani, pero es destacable su presencia en los armarios de actrices negras como Angela Bassett, que lució uno de sus trajes en la after party de los Oscar organizada por Vanity Fair, Zendaya o Storm Reid. También la rapera DeJ Loaf llevó un dos piezas de la catalana. Teniendo en cuenta que no es tan común como nos gustaría ver diseños patrios fuera de nuestras fronteras, la apuesta de estas estrellas por la española es destacable, sobre todo, cuando la propia Helbig confiesa seleccionar muy bien a quién presta sus trajes. Y no hay mejores embajadoras para sus diseños románticos y rebeldes a partes iguales que estas nuevas reinas de la alfombra roja.
10. Hacen cosas como esta:
No hay más preguntas, señoría.
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