_
_
_
_
A prueba

Theragun Pro: el masajeador percutor nos dio una paliza y sobrevivimos para contarlo

Probamos un dispositivo de masaje que favorece la regeneración muscular con sucesiones de hasta 2.400 impactos por minuto

La empresa fabricante de Theragun, Therabody, es patrocinadora oficial de el Real Madrid
La empresa fabricante de Theragun, Therabody, es patrocinadora oficial de el Real MadridLino Escuris

Las palabras masajeador percutor dejan mucho a la imaginación. Podría ser una persona, una herramienta de bricolaje o un utensilio de cocina. Suena un poco a tractor amarillo, como si a este aparato de fisioterapia pudiera dedicársele una canción de verbena. Pero lo que sale de la robusta maleta de Theragun Pro es un brazo robótico de 1,3 kilos diseñado para aporrear músculos hasta dejarlos como nuevos.

Ya sin estar encendido, intimida por su contundencia. Este dispositivo creado por la empresa Therabody —recientemente elegida como patrocinadora oficial del Real Madrid— se presenta como ideal para aumentar el flujo sanguíneo, disminuir el ácido láctico, mejorar el rango de movimiento, incrementar la flexibilidad o agilizar el calentamiento y la recuperación muscular.

Una vez en marcha, la reacción universal es intentar seguir sin éxito y con los ojos como platos el golpeteo frenético del cabezal. En la frecuencia mínima, genera 1.750 percusiones por minuto; en la máxima, 2.400. El zumbido que acompaña al frenesí percutor está a medio camino entre un cepillo eléctrico y una aspiradora. No es que sea demasiado escandaloso, pero sí sería un poco irrespetuoso encenderlo en medio de una siesta ajena.

Distintos cabezales
Distintos cabezalesLino Escuris

El pack incluye seis cabezales distintos para partes del cuerpo y dolencias específicas, el cargador y una aplicación que incorpora distintas rutinas de masaje: para entrenar, para la fascitis plantar, para calentar, para dormir, para la espalda baja... Al margen de estas guías, el uso básico es lo que las instrucciones bautizan como flotar y consiste en ir pasando el aparato por todo el cuerpo o centrarlo en las zonas magulladas. Para sesiones de activación, recomiendan 30 segundos por grupo muscular; para acelerar la recuperación, dos minutos.

Con el Theragun en un puño y el corazón en el otro, apunto al cuádriceps derecho. Apagado es inofensivo: solo se nota la presión difusa del cabezal acolchado. Al pulsar el botón central, se enciende la pequeña pantalla LED situada justo encima, que muestra una T y el estado de la batería. Al pulsar de nuevo, comienza el espectáculo, ya no en el aire, sino de un extremo a otro de mi muslo.

Contra todo pronóstico, los 29,6 porrazos por segundo no duelen. Y si se aplica la frecuencia máxima, 40 por segundo, tampoco. Aunque se nota la presión localizada según flota el masajeador, el músculo entero y hasta los dedos del pie registran la vibración y dejan una sensación hormigueante. Como montar en un tractor con la pierna dormida.

Percusión en acción

Después de confirmar que Theragun Pro no muerde, llega el momento de probar las rutinas guiadas por la app. La mayoría oscilan entre dos y ocho minutos de duración. Aprovechando una paletilla contracturada, selecciono el tratamiento para la espalda alta, que consiste en dedicar un minuto a deslizar el cabezal básico junto a cada omóplato. La app muestra un diagrama del recorrido recomendado, el modo en que debe sostenerse el Theragun, el cabezal a emplear y un medidor de presión que nos indica si estamos aplicando suficiente fuerza.

Rutina guiada en la app
Rutina guiada en la appLino Escuris

Usar este aparato sobre una zona del cuerpo que ya estaba averiada y emplear la intensidad recomendada exige hacer acopio de voluntad. Duele, pero no más que un masaje normal. Al cabo de los dos minutos, los músculos quedan ciertamente relajados, como dos pechugas de pollo recién apaleadas. ¿No te da la vida para todo lo que tienes que hacer y se te han puesto los hombros en las orejas? Deja tu silla y vuelve a ella en un santiamén con una espalda nueva.

Hay momentos y lugares ideales para usar Theragun Pro y, diga lo que diga la app, los glúteos no entran en la lista. En esta zona, el impacto del aparato va más allá de la sensación de insensibilidad que acompaña a la vibración y se experimenta simple y llanamente como una rápida sucesión de puñetazos en el culo.

Otra experiencia de dolor asegurado es aplicar el aparato sobre una zona con agujetas. Theragun, especialmente recomendado para deportistas, promete acelerar la recuperación al favorecer el riego sanguíneo en los diferentes músculos. No avisa de que las breves sesiones guiadas se van a vivir como un eterno castigo. Una vez superado el trance, las agujetas permanecen —y tienen parecida duración—, pero el músculo queda menos entumecido y más flexible.

Cómo funciona

Ergonomía. La forma de este dispositivo no parece muy intuitiva en cuanto a cuál debe ser el modo de sujetarlo. Sin embargo, otros han hecho el trabajo por nosotros, y con bastante éxito. En las indicaciones de la app se hace evidente que Theragun Pro puede ser empleado con comodidad y sin ayuda de terceros. La única excepción es quizá la espalda. Se puede, pero no está de más una mano amiga.

Aplicación. La app que acompaña a este aparato es el complemento ideal para profanos. En el transcurso de cada rutina, indica el sentido en que debe aplicarse el masajeador, la ruta que debe seguir por cada grupo de músculos y por cuánto tiempo. Además, registra la información de la presión que se está aplicando y notifica si es demasiada o conviene aumentarla.

Cabezales. Aunque para la mayoría de las rutinas basta el cabezal amortiguador básico, los otros cinco —pensados para momentos y zonas específicas— también resultan útiles. Destacan el extrasuave, cuya goma especialmente acolchada es ideal para áreas más sensibles, y el pulgar, más estrecho e idóneo para profundizar en las lumbares.

CONCLUSIÓN

Usar Theragun Pro es sin duda más rápido que ir al fisio y hace el apaño (si bien no sustituye al manejo experto de estos profesionales). Pero también más caro que la consulta media: cuesta 599 euros. Esta inversión podría quedar amortizada para quienes asisten regularmente a sesiones de fisioterapia y especialmente con las limitaciones que impone la pandemia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_