Robles defiende la neutralidad política de los ejércitos ante los exgenerales de Vox

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha defendido este jueves la neutralidad política de las Fuerzas Armadas como uno de los mayores logros de la España democrática y ha anunciado “tolerancia cero” con cualquiera que la vulnere. Robles ha hecho esta declaración ante una Comisión de Defensa del Congreso repleta como nunca de exmilitares; especialmente Vox, cuatro de cuyos cinco representantes han pertenecido a los ejércitos. A ellos se suman los portavoces del PP, el general Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu; y del PSOE, la comandante Zaida Cantera.

Preguntada por el manifiesto de apología de Franco suscrito hace año y medio por un millar de exmilitares, la ministra ha reconocido que se trataba de un escrito “político”, pero ha agregado que su departamento no podía “hacer nada” porque la inmensa mayoría de los firmantes estaban retirados. Se abrieron cinco expedientes a militares en la reserva, y por tanto sujetos al código disciplinario, de los que cuatro acabaron en sanción por falta grave y uno archivado.

Lo que sí ha hecho la ministra es “un llamamiento a la responsabilidad de todo el mundo y muy especialmente a las personas que vistieron uniforme” para que se pregunten si con su actitud perjudican la imagen de las Fuerzas Armadas. Se da la circunstancia de que el portavoz de Vox, el exgeneral Agustín Rosety, y su compañero de escaño, el exgeneral Alberto Asarta, fueron firmantes de aquel manifiesto.

El portavoz de Vox se ha quejado de una “injustificada prevención hacia la novedosa participación de exmilitares en la política” y se ha preguntado si eso se debe a que muchos se han sumado a su partido. “¿No sería usted quien está atentando contra la neutralidad política de las Fuerzas Armadas?”, se ha preguntado.

En el trasfondo del debate estaba el riesgo de que la imagen del Ejército acabe identificándose con una fuerza política, como sucede con la patrimonialización de la idea de España o de los símbolos nacionales. “A veces tienen la tentación de [decir] que solo ustedes representan bien a España”, ha reprochado Robles a los diputados de Vox. “La bandera es de todos los que estamos aquí, incluso de los que quieren otra cosa”, ha añadido, mirando a los independentistas catalanes. A continuación, ha mostrado un bolígrafo con los colores de la rojigualda que traía “por causalidad”, momento en el que varios diputados han exhibido pulseras con la enseña nacional.

Rosety ha aprovechado la primera comparecencia de Robles en esta legislatura para presentarse como abogado de los militares, que “están muy maltratados” y “discriminados salarialmente”, y se ha quejado del “indignante 0,91% del PIB” que dedica España a Defensa, frente al 2% prometido a la OTAN. También ha hecho suya la causa de los más de 50.000 soldados temporales que serán “arrojados al paro” al cumplir 45 años y ha pedido una ley única de personal militar que acabe con la precariedad. Vox ha presentado una Proposición No de Ley (PNL) en el Congreso con un conjunto de medidas para paliar este problema, pero hasta ahora no ha dado el paso de pedir que la tropa temproal se quede en el Ejército hasta la edad de jubilación.

Robles, por su parte, ha defendido las medidas que está tomando Defensa para facilitar su reinserción laboral, como dotarles de un título de Técnico de Grado Medio o facilitar su acceso como personal al servicio de Instituciones penitenciarias (lo que han criticado los sindicatos de prisiones, como le ha recordado el portavoz de EH Bildu, Jon Iñarritu), y ha confirmado el aumento de los efectivos de las Fuerzas Armadas de los actuales 120.000 a 127.000.

La ministra ha reconocido que España no llegará al 2% de gasto militar y ha asegurado que “ningún tipo de munición ni arma militar [española] está en situación de venta a Arabia Saudí en este momento”.

También ha mostrado su “deseo ferviente” de que “en muy breve tiempo” se pueda adjudicar a empresas españolas el contrato del nuevo vehículo de combate 8x8 Dragón que en diciembre pasado se declaró desierto porque la única propuesta incurría en “74 incumplimientos” del pliego de prescripciones. “Tenemos una [nueva] oferta de Santa Bárbara, SAPA e Indra", ha revelado, "que entendemos que, sin que haya ningún tipo de menoscabo de la calidad y sobre todo, atendiendo a necesidades del Ejército de Tierra, quiero creer que podremos aprobarla”. Ha dejado claro que el programa es “irrenunciable”, que no se retrasará más de lo “absolutamente indispensable” y que se mantendrá el número de vehículos (348) y el techo de gasto (1.100 millones).

Mientras la ministra comparecía en el Congreso, el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, firmaba en París la carta de intenciones de la nueva fase de desarrollo del Futuro Caza Europeo (NGWS / FCAS), el sistema de combate aéreo de sexta generación que debe estar operativo en 2040. En compromisos sucesivos España desembolsará 20 y 50 millones de euros, para acarcarse a los 77 que ya han aportado Francia y Alemania y asumir así el 33% del programa. Defensa ha designado a Indra como coordinador del programa industrial, para irritación de Airbus, que confiaba en asumir ese papel.