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PSOE y ERC avanzan en la negociación pese a las tensiones

Los socialistas ultiman su oferta por escrito tras un choque público por la fecha de la investidura

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. Foto, Juan Carlos Hidalgo (EFE). En vídeo, declaraciones de Marta Vilalta, portavoz de ERC. ATLASFoto: atlas

La negociación entre el PSOE y ERC para la investidura como presidente de Pedro Sánchez avanza pese a la alta tensión que se produjo este miércoles, ya en la recta final. Fuentes de ambos partidos coinciden en que lo importante es pactar el documento que marcará el formato y los límites del diálogo entre Gobiernos y que permitirá a ERC pasar de un no a la abstención. El PSOE tenía lista este miércoles su última contraoferta. Todo parecía ir bien, pero los republicanos se indignaron por unas declaraciones del número tres del PSOE, José Luis Ábalos, y acusaron a los socialistas de hacerles un “chantaje” para que acepten una investidura a finales de año, con la segunda y decisiva votación el día 30.

Cada día a partir de ahora es decisivo. El encontronazo se produjo en vísperas de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) decida hoy si el líder encarcelado de ERC, Oriol Junqueras, debería gozar de inmunidad tras ser elegido europarlamentario el pasado mayo. La resolución del tribunal puede tener mucho peso a la ahora de definir la actitud de Esquerra ante la investidura de Pedro Sánchez. Después llegará el congreso de ERC, el fin de semana, que también contribuirá a aclarar su postura, aunque lo que se discutirá será la línea política, sin elegir la dirección, ya confirmada. Justo después se tendría que decidir si la investidura se hace a finales de diciembre, como está intentando el PSOE, o ya se deja para enero.

La tensión este miércoles se desencadenó a primera hora, con unas declaraciones del secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, quien mostró su convicción en TVE de que la investidura de Sánchez “está más cerca”. El ministro de Fomento alentó la posibilidad de una investidura el día 30: “Como posible sería posible, e incluso deseable, pero no depende de nosotros. Esas fechas son fáciles de establecer, porque dependen de los plazos”. Pero lo que terminó de indignar a ERC fue otra respuesta: “Creo que Esquerra ha renunciado a la vía unilateral [hacia la independencia de Cataluña]. Creo que sí, pero no tengo que hablar en nombre de otro”, dijo el dirigente socialista. Y ante una nueva pregunta, remachó: “Estoy convencido de que sí [han abandonado el unilateralismo]. El encuentro [entre PSOE y ERC] es parte de esa conclusión”.

ERC desmintió todo muy molesta. Marta Vilalta, portavoz e integrante de la comisión negociadora con el PSOE, aseguró que su partido “nunca renunciará a ninguna vía democrática”, en alusión a la unilateralidad. “Que no hablen por nosotros. Les dijimos que no siguieran por la vía del chantaje y la presión pública. Cada vez que utilizan el chantaje lo que hacen es alejar el acuerdo”, remató. Vilalta descartó que haya una fecha cerrada para la investidura: “Es un chantaje. No tenemos fechas porque no tenemos el acuerdo cerrado ni estamos cerca de tenerlo. Lo único que están consiguiendo es alejar aún más la investidura”.

La crisis fue la más grave en tres semanas de negociaciones —hubo otra pequeña la pasada semana, cuando los republicanos entendieron que Sánchez también había dado por hecho el acuerdo— pero se produjeron varias conversaciones durante el día para intentar reconducirla, en especial entre los dos principales negociadores, Adriana Lastra y Gabriel Rufián. Y la negociación sigue, admiten en los dos partidos. Si los republicanos aceptaran finalmente abstenerse a cambio de ese documento pactado con el PSOE, las cosas se precipitarían. Los socialistas tienen todo listo y controlan la Mesa del Congreso con Unidas Podemos, así que el camino estaría despejado para convocar el mismo lunes un pleno para finales de semana, el 27 y 28, con una segunda votación el 30, que sería la definitiva.

El punto central es ese papel de dos o tres folios que debería cerrar el acuerdo. Ha habido mucho intercambio de papeles en las últimas semanas. Esquerra envió hace días un documento con enmiendas al PSOE y está esperando una respuesta, que es inminente si no ha llegado ya, aunque fuentes de ERC insistían anoche en que no lo habían recibido aún. La decisión final debería tomarse después del congreso de Esquerra. La consulta hecha a sus militantes da vía libre a la dirección para llevar adelante la negociación, pero se prevé celebrar un Consell Nacional para tomar la decisión definitiva. ERC insiste en que lo importante no es la fecha sino el contenido del acuerdo.

Los socialistas también están concentrados en el texto, pero han pedido garantías de que ERC se va a abstener antes de hacer la última oferta. Los negociadores de Sánchez no querían dar más pasos arriesgados sin tener un mínimo de garantías de éxito, porque si sale mal, no tendría sentido haber asumido todo ese coste político para nada con el riesgo de que finalmente se conozca el papel sin que haya servido para lograr una investidura. En cualquier caso los mensajes que se transmiten desde los dos lados indican que la negociación está mucho más cerca de cerrarse que de romperse. En las reuniones de estos días algunos interlocutores se han llevado la sensación de que el acuerdo es inminente, pero es ERC la que tiene la última palabra.

Lastra, la principal negociadora socialista, abandonó a media mañana la reunión que mantenía en el Congreso con el diputado de Teruel Existe para acudir a La Moncloa a una cita con Sánchez, poco después de que se desatara el último incendio con ERC. El equipo de máxima confianza del presidente, con Lastra y Carmen Calvo, la vicepresidenta, como referentes —la última está en contacto permanente con Pere Aragonès, hombre fuerte de ERC, que también habla en ocasiones con Sánchez— pero sin Ábalos esta vez —tenía un acto— se reunió para ultimar esa contrapropuesta que el grupo negociador ya tenía muy trabajada.

Fuentes de la negociación confían en que este último episodio sea fruto de la tensión de estar en la recta final y del momento precongresual de ERC, pero no altere el fondo de la cuestión y la voluntad de llegar a un acuerdo. Lo más difícil, según admiten los socialistas, está siendo buscar el encaje jurídico de la mesa de gobiernos de nueva creación, exigida por Esquerra.

Las declaraciones de Ábalos no solo provocaron un choque inesperado con ERC y demostraron el cariz inflamable de las negociaciones con los republicanos. El PSOE reaccionó con una mezcla de malestar y de preocupación. El desencuentro con el partido del que depende la investidura, justo la víspera de que el Tribunal de Justicia de la UE se pronuncie sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, fue la comidilla de la copa de Navidad de los trabajadores de Ferraz. Salvo Sánchez, que no acudió, la cúpula del PSOE asistió a la cita en la sede socialista. La conclusión generalizada era que las fechas preferidas para el proceso de investidura —a finales de diciembre— quedaban más en el aire aunque nadie veía peligrar el camino de Sánchez hacia la reelección.

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