Siete gráficos que explican el 10N: del derrumbe de Ciudadanos al auge de Vox o la persistencia del bloqueo
Se confirmó el bloqueo. ¿Y ahora qué? Para la pregunta clave de estas elecciones se cumplieron los presagios de nuestras predicciones: no habrá mayorías fáciles, ni por la izquierda ni por la derecha, y la formación de Gobierno será endiablada. Pero al menos ahora conocemos las principales opciones. El PSOE puede buscar la investidura con una fórmula similar a la de julio, es decir, poniendo de acuerdo a los partidos de su izquierda y a los nacionalistas, pero necesitaría además la complicidad de ERC. Puede también reemplazar a ERC por Ciudadanos o buscar una fórmula con el PP.
Ciudadanos sufrió un descalabro. No es normal que un partido pierda más de la mitad de sus votos en apenas seis meses: la formación pasó de lograr el 15,9% de los votos en abril a quedarse en apenas un 6,8%. Como consecuencia, Albert Rivera dimitió ayer como presidente del partido que lideraba desde hace 13 años: “No creo que sorprenda”, explicó.
El conflicto catalán catapultó a Vox. Desde mediados de octubre, la formación de Santiago Abascal no paró de crecer en los sondeos y al final logró el 15,1% de los votos. Su ascenso coincidió con la semana clave en Cataluña, tras la sentencia de procés, las manifestaciones y los disturbios en Barcelona.
Es posible que Vox crezca en el futuro con su discurso antiélites —su pretensión de proteger al pueblo español y virtuoso de una élite global, progresista y corrupta—. Pero de momento su gran baza ha sido la cuestión nacional. El dato más elocuente lo encontramos en el sondeo de 40dB. que publicó este periódico: hace quince días el 30% de los votantes del PP, el 15% de Ciudadanos y hasta el 8% del PSOE decían que Vox era el partido “más capacitado para afrontar el conflicto catalán”.
El equilibrio entre izquierda y derecha apenas ha cambiado. En las elecciones de abril las sumas de izquierdas (PSOE, Podemos y Compromís) y derechas (PP, Ciudadanos y Vox) empataron prácticamente, con un 43% de los votos cada uno, y ahora ese resultado se ha repetido casi calcado.
¿Quién perdió más votantes? Los partidos que más han retrocedido son aquellos que podían haber impedido estas elecciones: PSOE, Podemos y Ciudadanos. En el caso del PSOE la caída es más evidente si la medimos respecto de los sondeos del verano, cuando el partido superaba el 30% en votos.
Vox creció seguramente con votos del PP y de Ciudadanos. Aunque no podremos confirmarlo hasta que lleguen los sondeos postelectorales, eso es lo que sugieren las encuestas de la semana pasada. Hace dos semanas el 14% de los votantes de Ciudadanos y el 17% de los del PP decían que iban a votar por Vox. Esos flujos han lanzado al partido. Si el PP resiste al mismo tiempo que tiene fugas es, seguramente, porque lo compensó con exvotantes de Ciudadanos.
Los datos de municipios ofrecen un diagnóstico parecido. Los pueblos donde más subió Vox son los lugares donde bajó más Ciudadanos y donde el crecimiento del PP fue mucho más débil.
Las encuestas han vuelto a estar muy acertadas. El promedio de sondeos que publica EL PAÍS apenas se desvió un punto por cada partido y estuvo aún mejor que abril. La mayor desviación se produjo con Vox (que sorprendió logrando 2 puntos más) y Ciudadanos (que se fue 1,2 puntos más abajo), pero ambos errores fueron sorpresas solo a medias, porque coincidieron con las tendencias que observamos al final. Nuestro modelo de predicción acertó con los 153 escaños que daba casi por “seguros” y con 137 de los 140 que decía que eran “probables”. Los sondeos estuvieron bien con una excepción sonada, el CIS, que volvió a sobreestimar los resultados de la izquierda.
