Un CIS que no se parece al resto de sondeos

La última encuesta preelectoral del CIS es un estudio valioso, porque tiene un cuestionario completo y una muestra enorme, pero su estimación de voto es controvertida y se aleja mucho del resto de encuestadoras.

Los números del CIS son muy buenos para el PSOE y para la izquierda en general. Según sus datos, la suma de la izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Más País) rondaría el 50% de votos y superaría en casi 12,7 puntos a la suma de derechas (PP, Ciudadanos y Vox), que no pasa del 37%.

Pero eso entra en conflicto con dos datos. Sorprende, primero, porque supondría un gran movimiento a la izquierda desde abril, ya que entonces los dos bloques prácticamente empataron al 43% de votos. Pero además los datos del CIS chocan con los sondeos más recientes. El promedio de decenas de encuestas que elabora EL PAÍS apenas le da un punto de ventaja a la izquierda sobre la derecha (44% vs. 43%).

La distancia entre el CIS y otros sondeos puede explicarse en parte por una cuestión de fechas, aunque solo en parte. El instituto hizo sus entrevistas antes de la sentencia del procés y entonces el promedio de encuestas todavía daba ventaja a la izquierda. Pero esa ventaja era de unos tres puntos y no de doce o trece. Si el sondeo del CIS se desvía del resto de encuestas es porque la metodología de su estimación de voto —lo que se suele llamar la cocina— es diferente de la mayoría.

No podemos saber si el CIS de José Félix Tezanos acierta o se equivoca al separarse del consenso. En abril su estimación también se separó del resto y acabó siendo bastante precisa. También en las autonómicas de Castilla-La Mancha de mayo. Pero en varias ocasiones sobrestimó a la izquierda: en las Europeas de ese mes (en 1,1 puntos), en Extremadura (4), en Aragón (4), en Murcia (4,1), en la Comunidad de Madrid (4,3) y en el Ayuntamiento (7,1), en Castilla y León (5,9), en Asturias (5,9), en las elecciones valencianas de abril (7,8) o en las andaluzas de diciembre de 2018 (12,5%).

Con datos de Borja Andrino.