Los partidos descartan cambiar listas y programa si hay nuevas elecciones
Sánchez completará la ronda de consultas con los responsables de PNV, PRC y Compromís antes de llamar a final de mes a los líderes de Podemos, PP y Cs
Sin Gobierno, no hay vacaciones. Al menos, al uso. El presidente en funciones, Pedro Sánchez, sale de gira para entrevistarse con los socios más dispuestos a apoyarle, aunque las posibilidades de desatascar ahora las negociaciones de investidura parecen mínimas. Los responsables de todos los grandes partidos aseguran que no están planificando una hipotética campaña electoral para noviembre, pero coinciden en que de repetirse las elecciones no harían casi cambios respecto a la anterior ni en las listas ni en los programas.
Sánchez viaja mañana a Valencia para citarse con Mónica Oltra y Joan Baldoví, de Compromís y ultima para la segunda quincena de mes reuniones con Andoni Ortuzar, presidente del PNV, en Bilbao, y con Miguel Ángel Revilla, líder del Partido Regionalista de Cantabria. En esas visitas orgánicas y territoriales Sánchez estará acompañado, no casualmente, por los secretarios generales de las distintas federaciones, en Valencia por Ximo Puig y en Euskadi por Idoia Mendia.
Tampoco se relajarán mucho más los líderes del PP, Ciudadanos y Podemos, a tiro de regreso fácil a Madrid, y a quienes Sánchez llamará para retomar los contactos a final de mes.
Este miércoles, el presidente en funciones hará el tradicional despacho veraniego con el Rey en Mallorca y habrá más encuentros con organizaciones sectoriales. Apenas tomará una semana de vacaciones y será en España.
“No hay vacaciones”
El presidente del Gobierno y los principales líderes políticos del país se tomarán entre una semana y 10 días reales de vacaciones en torno al puente del 15 de agosto. Esa semana no habrá Consejo de Ministros. La instrucción general es que “este año no hay vacaciones”. Los equipos a su alrededor lo saben y lo sufren. Se han cuestionado algunos viajes internacionales. Los miembros de las respectivas cúpulas se han repartido agosto por semanas para mantener la presencia mediática, pero con el aviso de estar cerca de Madrid, o con fácil regreso, y hasta con el montaje de videoconferencias periódicas con el líder, como prepara Ciudadanos.
Oficialmente, el PSOE no ha puesto en marcha su maquinaria electoral ni programática. Todos los partidos coinciden en que si al final las negociaciones se frustran y hay que ir de nuevo a elecciones repetirían casi totalmente las listas electorales del 28-A y un similar programa.
“Queremos aprovechar esas visitas y la ronda de contactos abierta por Pedro Sánchez con los secretarios generales autonómicos para arroparles y demostrar que nosotros sí contamos con la organización en los territorios en vez de depurar o de evitar a los críticos, como hacen otros más inflexibles en el PP y Ciudadanos, ni mandamos a gente desde Madrid a negociar en las autonomías, porque no se fían”, explica José Luis Ábalos, ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE.
Ábalos es uno de los socialistas que estará de guardia casi todo el verano, cuadrando agendas de Sánchez pero, sobre todo, preparando el otoño. Y no porque el PSOE apueste ya abiertamente por repetir comicios. Ábalos acepta que la negociación con Unidas Podemos puede volver a fracasar, sobre todo si exigen empezar por donde lo dejaron el último día del debate de investidura, pero rechaza que su organización tenga que motivarse demasiado para ir otra vez a las urnas: “Nuestra estructura está ya muy preparada; no nos hace falta mucha precampaña; el comité electoral solo hay que volverlo a constituir y, aunque la campaña real empezaría ya en octubre, la oficial se reduciría a la mitad y sería más barata”.
En el PP acaban de reajustar toda la ejecutiva de Pablo Casado, que estos días ha vuelto a alquilar su casa de Navas del Marqués (a 70 kilómetros de Madrid) y pasará también por Elche, la tierra de su mujer. Los nuevos vicesecretarios están conociendo y perfilando sus equipos, y pergeñando sistemas y rutinas de trabajo. Jaime de Olano, nuevo responsable de Participación, donde está la secretaría de Programas, reafirma que aunque no contemplan la hipótesis de otras elecciones, sí se han puesto a elaborar un documento para entregar en dos semanas al secretario general con “una tormenta de ideas y debates de reflexión para el nuevo curso político”. Si hubiera elecciones, el PP repetiría programa y listas. El vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, de retén este verano, abunda en lo mismo y usará estos días para “mejorar la coordinación de su área, tanto en la sede central con otros departamentos como con las autonomías”. Casado interrumpirá su asueto para el pleno de investidura de la previsible presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
En Unidas Podemos, Pablo Iglesias se ha tomado unos días tras el nacimiento de su tercer hijo, Aitana, pero ha vigilado que el aparato no se relaje. De otras elecciones ni se habla. A la espera de que Sánchez marque su número de teléfono para retomar las negociaciones en el punto de ruptura (la vicepresidencia y tres ministerios que le ofreció en el segundo debate), en Podemos quieren aprovechar para reparar algunos desajustes internos, sobre todo con Izquierda Unida y algunas confluencias como En Comú Podem y Galicia en Común. “Será una reunión potente para marcar la estrategia común”, resume Txema Guijarro, secretario general del grupo en el Congreso, que también está usando estos días para perfilar las tareas futuras de sus 42 diputados en las Cortes.
La preocupación de IU
Otra fuente de la dirección precisa más: “Pablo [Iglesias] quiere evitar que se vuelva a repetir la imagen de que la gente va por libre, como pasó con IU tras el intento de investidura frustrado”. En Podemos tienen la sensación de que el líder de IU, Alberto Garzón, optó por apostar por investir a Sánchez incluso sin entrar en el Gobierno porque otros comicios llevarían a su organización “casi a la desaparición”.
En Ciudadanos la estrategia a seguir a partir de ahora será “muy continuista en todo”, aclara José Manuel Villegas, su secretario general. Cuando Sánchez llame a Albert Rivera se oficializará si va a La Moncloa, pero la idea es no acudir como en los últimos intentos. “Fue ya tres veces y ya está bien de bromas y marear la perdiz”, precisa el número dos de Ciudadanos. Tampoco están programadas reuniones con el PP pensando en un proyecto similar al de Navarra Suma a nivel estatal como planteó Casado. No prevén otro nuevo escenario electoral; pero si sucediera, Villegas razona que para eso se han efectuado los cambios recientes en su Ejecutiva con la salida de los críticos por no pactar con el PSOE: “El equipo se ha ajustado al ciclo electoral y los nuevos tendrán un papel relevante en los próximos años”. Villegas hará guardia veraniega en la sede y en la prensa, y despachará con Rivera, junto a otros cuatro del equipo más próximo, semanalmente por videoconferencia. Rivera no irá a la toma de posesión de Ignacio Aguado como vicepresidente madrileño, como no fue a las de cargos similares en Andalucía, Castilla y León o Murcia.
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