Trenes regionales para conectar la España vacía

Las infraestructuras, una de las claves de la gestión política en los años de mayor desarrollo económico, han dejado de ser medulares en los programas electorales. Los partidos afrontan el reto de conectar la llamada España vacía con iniciativas poco innovadoras, alejadas de los grandes trazados de AVE y de las mejoras de aeropuertos que caracterizaron las políticas hasta la llegada de la Gran Recesión. En su lugar, las cuatro grandes formaciones —PP, PSOE, Ciudadanos y Unidas Podemos— abogan por impulsar el tren como transporte prioritario, pero centrando la inversión en Cercanías y en las líneas regionales.

Los partidos también coinciden en apoyar una mejora de la red de carreteras a través de un Pacto de Estado. Más allá de ese respaldo genérico, ninguno plantea cómo financiar la conservación de esas carreteras, altamente deficitaria, la desaparición de los peajes ni la extensión de la red del AVE. Fuera de las formaciones con representación parlamentaria, Vox centra su programa económico en la fiscalidad y no tiene un capítulo específico de infraestructuras y transporte. Estas son las principales propuestas de los cuatro grandes partidos:

Partido Popular. La idea más concreta del PP es crear un único título de transporte urbano, de carácter digital, para que los usuarios puedan utilizar los medios públicos en cualquier ciudad española.

El resto del programa de los populares son declaraciones de intenciones o planes a largo plazo, como un Plan Nacional de Infraestructuras y Transportes Prioritarios 2020-2030 para convertir a España en el principal punto internacional de intercambio y en centro de distribución de pasajeros y mercancías.

En materia ferroviaria, el partido de Pablo Casado plantea hacer del Cercanías la forma principal de acceso a las grandes ciudades, y mantener el impulso a la red de alta velocidad finalizando todos los tramos y ejes ferroviarios en construcción.

PSOE. Los socialistas abogan, como han hecho con otros ministerios, por cambiarle el nombre al de Fomento. En la próxima legislatura quieren que se llame Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana. El partido de Pedro Sánchez propone impulsar “tarifas competitivas” en el ferrocarril de media y larga distancia, con el objetivo de aumentar un 30% el número de pasajeros en 2025. También plantea incentivar un transporte menos contaminante, aprobando una ley de movilidad sostenible.

Unidas Podemos. Es la formación que más propuestas reconocibles lleva en su programa de transporte e infraestructuras, casi todas basadas en la gratuidad y en el papel del Estado como protagonista en detrimento de las empresas privadas.

En materia ferroviaria, pide incrementar la frecuencia de los servicios de corta y media distancia (metro, Cercanías y regionales) y crearlos donde no existan con el objetivo de atender la demanda de transporte de tren de todos los municipios de más de 20.000 habitantes en 2030. Para el transporte urbano, propone declarar el taxi como servicio público e imponer limitaciones a las VTC que, en la práctica, suponen su inhabilitación.

Ciudadanos. Promete derogar de forma inmediata lo que denomina “el decretazo de PSOE y Podemos contra las VTC”, y revertir el traspaso a las comunidades autónomas de las competencias en esta materia. La idea es crear un nuevo marco regulatorio nacional para la coexistencia armónica del taxi y los Vehículos de Transporte Concertado (VTC).

El partido pide potenciar la oficina nacional de evaluación para que todas las inversiones estén justificadas por criterios de rentabilidad socioeconómica y no electoralistas. Ciudadanos defiende también terminar con la prórroga automática de las concesiones de autopistas de peaje sin ninguna justificación ni transparencia.