Pedro Sánchez acepta un debate en TVE y la oposición quiere otro al día siguiente en Atresmedia
El candidato socialista decide acudir solamente al encuentro de la televisión pública
El único debate de la campaña se complica. Pedro Sánchez ha decidido acudir solamente al encuentro a cuatro —PSOE, PP, Podemos, Ciudadanos— en RTVE, después de que la Junta Electoral Central prohibiera el debate a cinco -con Vox- en Atresmedia. El PSOE propone como fecha el martes 23, el día hasta ahora reservado para Atresmedia. Sin embargo, este grupo mantiene su encuentro ese día. PP, Ciudadanos y Podemos lo han aceptado para presionar al PSOE a que haya dos encuentros. El debate está en juego en medio de un pulso entre partidos y medios, aunque todas las fuentes consultadas creen que habrá acuerdo.
El PSOE ha fijado su posición, que es determinante porque condiciona todas las demás: son los representantes de la oposición los más interesados en el encuentro, mientras los socialistas están cómodos con su ventaja en las encuestas. La propuesta socialista en apariencia definitiva es el día 23 en RTVE. Ya ha trasladado su disposición a la corporación púbica, y no piensa moverse de ahí, según fuentes socialistas. El PSOE no puede aceptar el 22 en RTVE, como le piden los demás partidos, porque entonces Atresmedia haría un debate el 23 con los otros tres candidatos y una silla vacía para Sánchez, un golpe duro. Por eso los socialistas mantendrán el pulso con la fecha del 23. Pero los otros contendientes también juegan, y anoche desde sus mítines Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias presionaron al PSOE para que acepte dos encuentros, lunes y martes.
"Voy a citar a Maura. Por mí que no quede. Sánchez recibía cara a cara a Torra en La Moncloa pero no quiere debatir cara a cara con el lider de la oposición, que le saca 50 escaños. Yo estaré el lunes en el debate de TVE, el martes en el de Atremedia. Me ofrecí a Mediaset. La política tiene que ser con luz y taquígrafos. No ocultarse cobardemente. Que no juegue con las agendas de los periodistas", ha dicho Casado, informa Natalia Junquera. "Quiero todos los debates que hagan falta, en la pública y en la privada. Lo que no entiendo muy bien es por qué los separatistas tienen que ir porque Sánchez ya les defiende y les representa. Quien le tiene miedo al debate es seguramente porque no tiene proyecto. Tiene sentido debatir en la pública pero también había un compromiso con la privada.", señaló Rivera, informa Elsa García de Blas. "Hay mucha gente indignada con lo que ocurre. La gente no es idiota, los debates son lo más importante de la campaña. No se entiende que el candidato del PSOE diga que no debate en la pública si no va Vox. Cualquier candidato debería estar obligado por ley a ir a la televisión pública. Lo más razonable es que tengamos la responsabilidad y decencia de ir a los dos debates, nosotros estaremos en los dos. Deberían regularse por ley los debates. Para devolverle la dignidad a esta campaña, los candidatos estamos obligados a ir a los dos", sentenció Iglesias, informa Ana Marcos.
RTVE tenía previsto hacerlo el 22, que es lo que propuso hace un mes, pero está dispuesta a que sea el 23 si hay acuerdo entre los partidos. La corporación deja así que sean las formaciones, expertas en este tipo de jugadas de póker en plena campaña, quienes resuelvan sus diferencias. Cuando lo logren, ellos se ocuparán de la parte técnica del encuentro, ya muy engrasada.
En este momento podrían darse varios escenarios: que se pusieran de acuerdo los cuatro para el 23, y por tanto haya un solo debate y el PSOE gane el pulso. Que se mantenga el 22 en RTVE y el 23 en Atresmedia, con lo que el PSOE podría no acudir a ninguno de los dos o solo al de RTVE y dejar una silla vacía en el otro, el peor escenario para ellos. O que la negociación se complique tanto que no haya ningún debate, un escenario que los dirigentes consultados ven improbable porque todos están interesados en que haya al menos un encuentro.
En el PSOE hubo muchas dudas internas para aceptar el debate a cinco. Algunos dirigentes creían que era muy duro, por la historia del partido, que el secretario general diera carta de naturaleza a Vox, una formación que habla con desprecio de la memoria histórica que afecta de lleno a los socialistas.
Sin embargo, finalmente se impuso la visión estratégica y la posición que defendían tanto Iván Redondo como José Luis Ábalos, aunque este último con más dudas. El debate a cinco servía para visualizar la llamada foto de Colón.
Los socialistas señalan que nadie, ni en el Gobierno ni en el partido, pero tampoco en Atresmedia, previó que el debate en una cadena privada pudiera ser vetado. Asumido el contratiempo, Ábalos y Redondo plantearon el miércoles al comité el cambio a RTVE y se aprobó por unanimidad. Los socialistas creen que así se defiende a la televisión pública y argumentan que fueron los primeros que plantearon un debate a cuatro. Se vuelve al formato que también estuvo encima de la mesa de la estrategia socialista.
Dirigentes del PSOE admiten que este cambio beneficia al PP y Ciudadanos, que pueden ocupar ahora todo el espacio de Vox en la durísima crítica al Gobierno, como se vio en el debate a seis el martes en RTVE, donde la ministra María Jesús Montero fue asaeteada una y otra vez por Cayetana Álvarez de Toledo (PP) e Inés Arrimadas (Cs). El formato del debate de los líderes, si se concreta, será muy similiar, y también con Xabier Fortes como moderador, por lo que todos saben ya más o menos lo que se pueden esperar. Pese a todo, en el PSOE creen que su campaña va muy bien y el debate la reforzará porque si la oposición se pasa de frenada, como creen que hizo Álvarez de Toledo, Sánchez se verá como el agredido y movilizará a la izquierda. Podemos tendrá su espacio de crítica al Gobierno, pero a juzgar por lo visto el martes será desde un tono muy diferente, más desde el contenido de propuestas más a la izquierda.
La satisfacción es evidente en el PP y Ciudadanos, aunque aún no esté cerrado el debate. Pablo Casado, candidato del PP, mantiene aún su petición de un cara a cara con Sánchez, que los socialistas han descartado. El PP es el más beneficiado por la decisión de la Junta Electoral Central que deja fuera a Vox, su competidor natural. Santiago Abascal ha mostrado una gran indignación por su exclusión, pero también se ha quitado mucha presión de encima porque era el menos experimentado de los cinco en estos cruces siempre muy complejos.
Casado podrá ahora competir solo con Rivera en la dureza de los ataques a Sánchez. El PP, que está muy abajo en las encuestas, necesita el debate para tratar de revitalizar su campaña y confía mucho en las tablas mediáticas de su candidato. Sin embargo, de momento mantiene el pulso para intentar forzar al PSOE a dos debates, algo que los socialistas descartan, aún a riesgo de complicar las cosas y finalmente quedarse sin ninguno.
Sánchez declinó en un principio debatir en TVE con los principales candidatos y optó por acudir al que iba a estar presente el partido de Abascal, pero la Junta Electoral Central (JEC) decidió este martes frenar el debate de Atresmedia con el argumento de que se incumple el principio de proporcionalidad. ERC, Coalición Canaria y PNV recurrieron ante la JEC al no haber contado con ellos para el debate acordado entre ese grupo de comunicación y los cinco partidos políticos. Los representantes del organismo público habían protestado porque el presidente había rechazado un debate a cuatro organizado por la cadena, algo que provocó la queja de los profesionales de RTVE, que calificaron su actitud de "desprecio".
El partido socialista asegura que, tras la decisión de la JEC, el partido ha estudiado las distintas propuestas y ha decidido acudir a TVE porque "es la televisión de todos a la que el Gobierno ha devuelto la independencia y neutralidad".
En su resolución, la JEC considera que por "el principio de proporcionalidad" las formaciones con menor representación o que lograron menos votos en las anteriores elecciones generales no podrán tener mayor presencia que aquellas que tuvieron mejores resultados. Así Vox, que obtuvo el 0,2% en los últimos comicios, no podría estar en un debate al que no acudiesen otras formaciones con mayor representación. Esta ley se aplica tanto a los medios privados como a los públicos. Esta decisión se ha visto respaldada este miércoles por la Sala Tercera del Tribunal Supremo que ha rechazado la medida cautelarísima solicitada por Vox en su recurso contra el acuerdo de la JEC del pasado 11 de abril que avaló la decisión de RTVE de proponer un debate a cuatro en dicho medio para el día 22 de abril en el que no se incluía a dicho partido político.
Toda la doctrina de la Junta Electoral Central sobre el comportamiento de los medios, singularmente de las cadenas de televisión, incluye desde 2011 a las televisiones privadas, que deben regirse por los mismos criterios que las públicas. Por ello, deben respetarse los criterios de representatividad y proporcionalidad de las fuerzas políticas que concurren a las elecciones. En este caso, se consideran vulnerados los derechos de los nacionalistas catalanes y vascos. La ley establece que "durante el periodo electoral las emisoras de titularidad privada deberán respetar los principios de pluralismo e igualdad. Asimismo, en dicho periodo, las televisiones privadas deberán respetar también los principios de proporcionalidad y neutralidad informativa en los debates y entrevistas".
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