El Rey: “Es imprescindible que aseguremos en todo momento nuestra convivencia”
El jefe del Estado insta en su discurso de Nochebuena a “alcanzar consensos cívicos y sociales que aseguren el gran proyecto de modernización de España”
En un momento marcado por la crispación política y social por el riesgo de secesión territorial, el Rey ha puesto el énfasis de su discurso de Nochebuena en la convivencia y en los principios constitucionales en los que se inspira. Pero no solo como valor para afrontar los riesgos de la alta temperatura política que vive España, sino también con los ojos puestos en el porvenir de una juventud que sufre los “problemas serios” de una crisis económica que ha truncado la inercia progresiva de la vida y ha cambiado las reglas del juego. El Rey, ante esta realidad, ha llamado a asegurar la convivencia y ha instado a “alcanzar consensos cívicos y sociales que aseguren el gran proyecto de modernización de España”.
En su tradicional alocución navideña ante las cámaras de televisión, el Rey ha nombrado siete veces la palabra convivencia, en seis ocasiones se ha referido a España y en ningún momento ha hecho una alusión directa a Cataluña, aunque ese ha sido el sujeto elíptico del discurso ante el desafío independentista, que ha partido en dos la sociedad catalana y ha contagiado y radicalizado el debate político en España, llenando el horizonte de riesgos e incertidumbres.
El jefe del Estado ha remitido en su intervención a los ideales que inspiraron la Constitución, que este año celebra el 40º aniversario de su aprobación: “La reconciliación y la concordia; el diálogo y el entendimiento; la integración y la solidaridad”. Principios, ha destacado el Rey, que han sido “el fundamento, la base de nuestra libertad y de nuestro progreso en los últimos 40 años”. Su apelación se produce después de que el pasado viernes el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña, dirigida por independentistas, reabrieran una vía para recomponer los puentes de diálogo en el principal conflicto que ha tenido España en los últimos años.
Como hiciera en anteriores discursos en los que se ha referido a la Constitución, Felipe VI ha subrayado la voluntad que hace 40 años tuvieron los españoles de "trabajar juntos" y "entenderse", así como la de los líderes políticos, económicos y sociales de "llegar a acuerdos, a pesar de estar muy distanciados por sus ideas y sentimientos", unas palabras que recobran significado en el clima político actual de Cataluña. "A todos les unía un objetivo muy claro: la democracia y la libertad en España; definir unas reglas comunes que garantizaran nuestra convivencia. Y lo lograron. De ese éxito nos hemos beneficiado las siguientes generaciones; y lo que debemos hacer hoy es todo lo que esté en nuestras manos para que esos principios no se pierdan ni se olviden, para que las reglas que son de todos sean respetadas por todos", ha instado. “La Constitución no es una realidad inerte, sino viva, que tutela las libertades”, ha remarcado.
Aunque ha dado por hecho que hoy los españoles viven en "una democracia asentada" y comparten "unos mismos valores con otras democracias de nuestro entorno", el Rey ha considerado "imprescindible" el asegurar en todo momento "la convivencia entre españoles". Una convivencia, ha incidido, basada en "la consideración y el respeto a las personas, a las ideas y a los derechos de los demás" y que "requiere que cuidemos y reforcemos los profundos vínculos que nos unen y siempre nos deben unir a los españoles". Y que "es incompatible con el rencor y el resentimiento", unas "actitudes que forman parte de nuestra peor historia y no debemos permitir que renazcan", ha prevenido.
"Una convivencia", ha subrayado, "en la que la superación de los grandes problemas y de las injusticias nunca puede nacer de la división, ni mucho menos del enfrentamiento, sino del acuerdo y de la unión ante los desafíos y las dificultades". Una expresión de hondo calado ante el enconamiento político que confronta a los partidarios del diálogo con Cataluña, como el Gobierno, y a quienes propugnan la aplicación del artículo 155 de la Constitución para la intervención de la Generalitat, como el PP y Ciudadanos.
Pero "una convivencia", ha advertido frente a quienes pervierten el ordenamiento jurídico, que exige, ha dicho, "el respeto a nuestra Constitución; que no es una realidad inerte, sino una realidad viva, que ampara, protege y tutela nuestros derechos y libertades". En su reflexión, el Rey ha enfatizado que la convivencia "es el mayor patrimonio" de los españoles, aunque ha advertido de que siempre es frágil: "No lo olvidemos". "Debemos evitar que se deteriore o se erosione; debemos defenderla, cuidarla y protegerla; y hacerlo con responsabilidad y convicción".
Felipe VI ha culminado su discurso exhortando a los españoles a alejar "el desencanto o el pesimismo", a ser conscientes de la realidad que impone el siglo XXI y a "ser capaces de alcanzar consensos cívicos y sociales que aseguren el gran proyecto de modernización de España". Como es tradicional, ha felicitado las Navidades en las cuatro lenguas del Estado.
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