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Cerco al mercader de armas amigo de la ‘jet set’

El fiscal pide ocho años de cárcel y una sanción de casi 90 millones para el hispano-libanés Abdul el Assir

J. J. Gálvez
Foto principal: fachada de la Audiencia Provincial de Madrid. En pequeño: El Assir, en una imagen de hace décadas.
Foto principal: fachada de la Audiencia Provincial de Madrid. En pequeño: El Assir, en una imagen de hace décadas.Carlos Rosillo

En la vida de Abdul Rahman El Assir, nacido en Beirut en 1950, se suceden las escenas de lujo. Ya sea en Suiza con bodas por todo lo alto, en casinos de Montecarlo (Mónaco) o en enormes mansiones de Madrid. La historia de este libanés, nacionalizado español en 2004, lleva décadas vinculada a la jet set europea. Y, también, al comercio y tráfico de armas —como señaló el diario estadounidense The Washington Post—. Pero la próxima semana deberá sentarse en el banquillo para defenderse, en cambio, de la imputación de dos delitos de fraude fiscal. Eso, si se presenta a la vista oral.

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La sección 15 de la Audiencia Provincial de Madrid ha fijado para las diez de la mañana del jueves el arranque del juicio contra El Assir. El ministerio público solicita que se le condene a ocho años de prisión y pague casi 90 millones de euros. Según el escrito de acusación, en 2002 y 2003 ocultó su fortuna y no hizo la declaración del Impuesto sobre las Renta de las Personas Físicas (IRPF). Eso le permitió defraudar supuestamente 12,03 millones en el primero de esos ejercicios y 2,7 millones en el segundo. Unos años en los que ganó más de 31 millones de euros, según las cifras que ha facilitado la Agencia Tributaria.

“A través de sociedades instrumentales, El Assir es propietario de varios inmuebles de lujo, de un punto de atraque de un barco de grandes dimensiones y de varios coches de alta gama utilizados para uso y disfrute de su familia”, relata el escrito del ministerio público, donde se señala que dicho entramado giraba en torno a las compañías Miraflores Dieciocho S. A., La Granjilla Corporation S. A. y Gransoto S. L. Además, también apunta a que el hispano-libanés, para rehabilitar y mantener esos bienes, recibió fondos del extranjero procedentes del BBVA Privanza Bank Jersey y del Banco Portugués de Negocios.

El nombre de Abdul Rahman El Assir emergió en Madrid en la década de los ochenta. Muy conectado con influyentes círculos socialistas, jugaba un papel relevante en el comercio de armas español y se le atribuye la intermediación en operaciones clave del Estado, como la exportación de material militar a Marruecos por un importe cercano a los 40.000 millones de pesetas —más de 240 millones de euros— y la venta de 200 camiones a Somalia fabricados por la Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA).

Entonces, ya se codeaba con la alta sociedad. Había plantado su base de operaciones en el madrileño Paseo de la Castellana, donde había montado una empresa denominada Exel, y estaba casado con María Fernández-Longoria, hija del embajador en El Cairo (Egipto). Por su casa se paseaban políticos del PSOE —partido que gobernaba el país en esos años—, abogados influyentes y relevantes hombres de negocios. Era habitual de la exclusiva urbanización de Sotogrande (Cádiz). Y le presentaban al presidente del Ejecutivo, Felipe González, y al rey Juan Carlos I, del que guardaba con especial cariño una foto saludándolo. En 1999, fijó finalmente en España su residencia habitual, según Hacienda.

Residencia en Suiza

Pero sus problemas llegaron después. El libanés “dejó, consciente y voluntariamente” de ingresar a la Agencia Tributaria un total de 14.784.602,98 euros en 2002 y 2003, según detalla la fiscalía, que exige que se le imponga una pena de cárcel de cuatro años por cada uno de los dos delitos —ocho, en total—; que devuelva los 14,7 millones defraudados y que pague también una multa de 72,9 millones de euros. Según publicó El Confidencial, Hacienda pedía seis años de prisión.

Aunque, para ello, habrá primero que juzgarlo. Y él tendrá que presentarse al juicio. Porque El Assir hace años que se marchó de España. La prensa internacional lo ha relacionado con escándalos financieros sucedidos en Francia y lo sitúa en Suiza, donde celebró en 2016 la boda de una de sus hijas en una estación alpina.

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Sobre la firma

J. J. Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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