El fiscal pide prisión permanente revisable para el acusado de matar a su hijo de 11 años
El Ministerio Público sostiene que cometió el crimen, el día de la madre, para causar "daño psíquico" a su exmujer
La Fiscalía ha solicitado prisión permanente revisable para un hombre acusado de matar a golpes a su hijo de once años, con una pala metálica el día de la madre de 2017, en la localidad coruñesa de Oza-Cesuras. En su escrito de acusación, el fiscal sostiene que cometió el crimen consciente de lo que hacía, "con la única finalidad de causar daño psíquico a su exmujer por no haber aceptado el divorcio”. La defensa del parricida pide su internamiento en un centro psiquiátrico.
Marcos Javier Miras Montánez será juzgado a partir de este lunes en la Audiencia de A Coruña. El Ministerio Fiscal defiende la tesis de que el acusado "ideó un plan y lo ejecutó fríamente, sin importarle la vida de su hijo y asegurándose de que el menor no fuese socorrido". Así, el pequeño recibió un golpe seco en la cabeza y fue abandonado por su padre en una pista forestal, apoyado sobre un eucalipto, después de intentar enterrarlo y no conseguirlo por lo abrupto del terreno.
Ese día, recogió a su hijo a las dos de la tarde y tomó una consumición con él en una cafetería, según recoge el fiscal en su escrito de acusación. Luego, ambos se dirigieron en coche hasta las inmediaciones de una casa abandonada, propiedad de la madre del acusado; un lugar boscoso, apartado y de difícil acceso, en el término municipal de Oza de los Ríos- Cesuras. Allí se produjo el ataque, sin posibilidad de reacción del menor o el auxilio de terceras personas, incide la Fiscalía. Al día siguiente el padre fue detenido en la habitación de un hostal.
Durante casi diez años desde el divorcio, “el acusado no aceptó la ruptura”, subraya el Ministerio Público, hasta el extremo de que le mandó constantes mensajes telefónicos a la mujer, "de contenido amenazante y alarmista", con el objetivo de que retomase la relación. Por estas amenazas fue condenado por coacciones en septiembre de 2009 a 9 meses de prisión, con la prohibición de comunicarse con su mujer durante 3 años y la privación de poseer o portar armas por dos años.
En enero de 2013, la mujer presentó denuncia contra su exmarido por amenazarla a través de una red social y correo electrónico, pero las diligencias previas fueron archivadas al no quedar acreditada su autoría. Asimismo, también se siguió otro procedimiento para el incremento de la pensión alimenticia, pero también fue desestimado.
Luego, el presunto parricida escribió en Facebook: "No es una amenaza, es un aviso", sin otro contexto. En abril de 2017, un mes antes del asesinato, el presunto asesino le envió al hermano de su exmujer una misiva a través de la misma red social. Decía que "la última palabra no está dicha en esta historia, el daño ya lo hicisteis hace tiempo y las dos únicas cosas que podían hacer daño, por suerte o por fortuna, no están en vuestras manos... todo en esta vida tiene un punto final... el caso es que nos guste a todos". Después dio de baja su perfil.
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