La huida del preso de El Dueso: 15 días en una Volkswagen blanca con su novia
El violador y asesino Guillermo Fernández y su pareja recorrieron más de 4.300 kilómetros en una furgoneta, escapando de la policía
El violador y asesino Guillermo Fernández, de 41 años, salió de prisión el domingo 15 de julio y ya no volvió, quebrantando el último de la cuarentena de permisos que había obtenido desde 2012. Durante más de dos semanas, recorrió la península en una furgoneta Volkswagen blanca, acompañado de su pareja, Elena Ruiz. Cruzó España. Cruzó Marruecos. Cruzó Mauritania. Y casi cruzó Senegal. La policía le detuvo ayer a mediodía en el paso fronterizo de Karang, cuando pretendía entrar a Gambia. Habían recorrido más de 4.300 kilómetros.
“Creemos que intentaban una fuga desesperada, quizá querían seguir hacia el sur”, explica el comisario jefe de Crimen Organizado, Marcos Frías, que desconoce por ahora si la pareja conducía hacia un destino final o improvisaba a cada paso. Durante la persecución en diferido, Guillermo y su pareja Elena sacaban una semana de ventaja a la policía.
La prisión de El Dueso, en Santoña, no da el aviso hasta el día 23 de julio: Guillermo Fernández, un asesino y violador que tenía una semana de permiso, no ha regresado al centro penitenciario. Para entonces ya está en Marruecos. Tras revisar los datos de los pasos fronterizos, los agentes comprueban que su pareja ha cruzado en un Ferri a través de Algeciras el día 17 de julio. La mujer conduce una furgoneta Volkswagen blanca, sin ocultar su verdadera identidad en la frontera, acompañada de un hombre que, según sus documentos, no es Guillermo. Pero al comprobar las imágenes captadas de ambos, se parecen como dos gotas de agua. La policía no duda de que es él.
Del 17 de julio al 26, la pareja se queda en Marruecos. “Creemos que esos días buscan apoyo, algún tipo de soporte o sostén. Posiblemente de alguna ONG con la que ella haya podido colaborar, pero no lo consiguen”, explica el comisario Frías. Durante esa semana, los agentes pierden la pista a los fugitivos, hasta que el día 26, cruzan a Mauritania a través del paso fronterizo conocido como PK-55, en Gerguerat.
“Allí tenemos equipos conjuntos de investigación, con Francia, Marruecos y Mauritania, en materia de extranjería, yihadismo y terrorismo”, lo que ayuda las tareas de seguimiento, explica Frías. Aunque en el paso fronterizo, consta que únicamente ha cruzado Elena. El hombre viaja escondido en la furgoneta. “En ese momento sabemos hacia donde se están moviendo. Y decidimos alertar a países limítrofes: Senegal, Guinea-Bissau, Mali...”. La alerta salta cuando intentan entrar a Gambia por Karang. La policía senegalesa les detiene 15 días después de la huida sin que opongan ningún tipo de resistencia.
Ahora ambos se encuentran en Dakar, en la capital de Senegal. “A ella se le tomará declaración para ver si se la detiene o no”, indica el comisario, que aclara en los casos de parentesco no se aplica el delito de encubrimiento. Además, la pena a la que se enfrenta Guillermo por sus 15 días de huida es “mínima porque no está fugado, es un quebrantamiento de condena”, indica el comisario. En el caso de que Guillermo acepte la extradición, en siete o diez días puede regresar a una prisión española. “Si no lo acepta, entonces se abre un proceso judicial distinto, y es la justicia senegalesa la que debe decidir”, cuenta el jefe de la investigación.
Guillermo Fernández fue condenado en total a 36 años de cárcel por dos violaciones y el asesinato de una de las mujeres a las que agredió sexualmente. En 2012, empezó a obtener beneficios penitenciarios, primero por orden del juez de vigilancia penitenciaria, y después con el consentimiento de la junta de tratamiento. Era un preso que participaba en todas las actividades y programas de reinserción. En 2009, conoció a Elena, su actual pareja, en la prisión provincial de Santander, donde colaboraba con una entidad religiosa. Los permisos los pasaba con la mujer, en Torrelavega. En 2014, empezó a pedir el tercer grado.
Las diversas denegaciones fueron el motivo, según fuentes del caso, que les llevó a idear una fuga de prisión. La pareja, según esas mismas fuentes, lo tenía planeado. En su último día en El Dueso, Guillermo dejó la celda limpia, llevándose sus maletas y los objetos de valor. En cuanto los agentes llamaron a su novia y comprobaron que no contestaba, sospecharon que se trataba de una fuga a dos. El violador y asesino ha cumplido 17 años y medio de cárcel. Todavía le quedan ocho más.
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