Fuente Obejuna consolida su presencia en la escena del Teatro Clásico

No. No se trata de la cita que convierte al pueblo cordobés de Fuente Obejuna en un gran teatro vivo al aire libre que representa cada dos años, con sus vecinos como actores, la obra homónima con la que Lope de Vega inmortalizó (quizá) el topónimo más célebre entre las letras del Siglo de Oro español. Eso será este próximo mes de agosto —la última representación fue en 2016—, aunque este otro certamen mantenga el mismo espíritu del “todos a una” de una villa volcada en reivindicar su merecido hueco entre la profusa escena veraniega de teatro clásico. Así lo destaca Carmelo Gómez, plato fuerte de esta tercera edición que ha apostado por marcar la diferencia a través de sus talleres dirigidos a actores noveles y profesionales, con él como tutor principal del verso y la declamación.

“Es la propia historia de Fuente Obejuna la que nos ha incitado a la creación de estos cursos de verano y este festival de teatro clásico”, señala Rafael Torán, su director y hasta este último curso escolar, también encargado del funcionamiento de la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba. “Un municipio que tiene toda esta historia detrás, con todo el mito y la leyenda de [la obra] Fuenteovejuna, estaba de alguna manera exigiendo que se diera esta actividad”, resume.

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De tal modo, y como festival joven, las actividades alrededor suya han ido creciendo y una de ellas ha sido la de sus talleres, que marcan la peculiaridad de este encuentro y están centrados en el estudio del verso con “una visión muy academicista, pero al tiempo muy práctica”, explica Torán. Una propuesta que han querido complementar con otro taller de comedia italiana “más dinámico para el inicio de la mañana”, con un curso que aborda la Comedia del Arte, “un género que ofrece herramientas que sirven para cualquier tipo de teatro”, según cuentan sus responsables, los actores y docentes que lo imparten, Irene Salas y Javier Oliva.

El éxito de la convocatoria, además, lo avalan unos alumnos que abarcan el conjunto de la profesión —desde estudiantes y comediantes en ciernes, a actores con compañía propia—, y que declaman con acentos de todos los rincones de España, incluido el canario. Para Carmelo Gómez, que vive hoy por hoy una feliz y esplendorosa madurez alejado de la gran pantalla y volcado en el teatro independiente y la docencia junto a la también actriz, Emilia Ecay, es la prueba irrefutable de que la diversidad “puede convivir en el verso”.

“Todas las contradicciones del ser humano se debaten en el teatro”, cosa que provoca la empatía y nos hace mejores personas, en opinión del intérprete leonés. “La clave de todo se basa en entender. Y no puedes entender si no abres los ojos a la vida”, concluye.

El Festival de Teatro Clásico de Fuente Obejuna, que echará el telón este sábado, es ya por derecho propio una cita imprescindible en los festivales de verano dedicados al teatro clásico.