“Ningún gobierno me ha pedido nunca nada ilegal”, dice el jefe del CNI
Margarita Robles justifica por razones de imagen la vuelta del sercivio secreto al Ministerio de Defensa
La ministra de Defensa, Margarita Robles, acudió este lunes al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) seguida por un enjambre de cámaras y periodistas. Nadie lo había hecho antes. Las visitas a la sede del servicio secreto se hacían de manera discreta y ni siquiera figuraban en las agendas oficiales. Pero Robles, según explicó, quiso “escenificar” un “espaldarazo” público al centro y “dar a conocer un trabajo [el de los espías] que no se reconoce porque no se conoce”.
En el Gobierno de Pedro Sánchez, el CNI ha vuelto a depender de Defensa, al que estaba adscrito hasta 2011, cuando pasó al Ministerio de Presidencia. Este retorno ha despertado suspicacias y ha sido visto como una involución por muchos analistas. Pero Robles lo justificó alegando que este cambio beneficia la imagen del CNI, ya que se liga a un ministerio de Estado y se le desvincula de la vicepresidencia, donde “podía tener una lectura más política”, evitando así “que pueda haber dudas sobre un uso partidista”. “La apariencia también importa”, añadió. La ministra insistió en desmentir “tópicos y malentendidos” que atribuyen al servicio secreto la elaboración de “dosieres personales” y seguimientos a rivales políticos. “Es rotundamente falso”, enfatizó.
Según repitió la ministra, "la mejor forma de conocer la calidad de una democracia es ver cómo se comportan sus servicios secretos”. De creer al director del CNI, la calidad de la democracia española sería buena. “Ningún Gobierno me ha pedido nunca nada que no sea legal”, dijo el general Félix Sanz. Nombrado en julio de 2009, ha dirigido el espionaje español bajo los Gobiernos de Rodríguez Zapatero y de Rajoy. El presidente Pedro Sánchez le ha confirmado hasta el final de su mandato, dentro de un año.
Aunque adscrito de nuevo a Defensa, Sanz dejó claro que trabaja para que el presidente y el Gobierno puedan tomar “decisiones estratégicas”. El “primer cliente”, según sus palabras, de las 7.000 notas informativas que el CNI elaboró el año pasado fue el Ministerio de Exteriores, seguido de Interior y Presidencia, incluida su Oficina Económica.
La visita, a la que la ministra acudió acompañada por altos cargos de Defensa (entre los que figuran dos exmiembros del CNI: la directora de Gabinete, Esperanza Casteleiro, y el subsecretario, Alejo de la Torre) concluyó con un homenaje a los caídos; no solo a los ocho agentes asesinados en Irak en 2004, sino también a los muertos en acto de servicio cuya pertenencia al centro nunca se ha reconoció oficialmente. El espía desconocido.
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