Los afines a Cospedal temen una alianza entre Feijóo y Sáenz de Santamaría
Los tres líderes miden sus fuerzas antes de decidir si luchan por el puesto que deja Rajoy
Los afines a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, temen que se produzca una alianza entre el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para ocupar la presidencia del partido tras la dimisión de Mariano Rajoy. Aunque fuentes de la dirección nacional advierten sobre la dificultad de que se llegue a un acuerdo entre dos líderes con intereses contrapuestos, los dirigentes de la formación coinciden en que la rivalidad entre las dos políticas marcará el proceso electoral interno.
A la espera de la junta directiva nacional del lunes, que decidirá la fecha del congreso extraordinario y nominará a los integrantes del comité organizador, los tres políticos con más opciones de dirigir el PP miden su peso interno. Ninguno ha oficializado su candidatura todavía. Y eso llena de preocupación a los cargos intermedios populares, que no pueden calcular con quién deben alinearse en la lucha por el poder, ni qué opciones tendrían candidatos alternativos de menos renombre.
“Hay un intento de propiciar una candidatura única con Feijóo y Sáenz de Santamaría”, dijo una fuente popular con una larga trayectoria en el partido. “Entonces Cospedal tendría que dar el paso y presentarse”, aconsejó, en un reconocimiento implícito de que la secretaria general mide sus apoyos y no tiene aún tomada una decisión. “Si van los tres en la misma lista, ninguna de las dos sería secretaria general”, remató sobre Cospedal y la exvicepresidenta del Gobierno.
El interés de un sector importante del PP para que se produzca esa alianza entre Feijóo y Sáenz de Santamaría fue corroborado por un dirigente autonómico que controla votos clave para el congreso extraordinario. Ese objetivo coincide con el deseo de los líderes territoriales, que mayoritariamente piden una única candidatura para evitar la imagen de división interna justo antes de las elecciones locales, regionales y europeas de 2019. Una opción que podría dejar en fuera de juego a Cospedal, según consideran sus afines, que apuestan por que la secretaria general busque su propio acuerdo con Feijóo, o por que al menos pacte su futuro con este si el presidente gallego acaba dando el paso de presentarse. La candidatura europea, el número uno en las listas autonómicas en Castilla-La Mancha, o el adiós a la política, señalan desde el PP, son opciones a estudiar en el caso de que la secretaria general decida no dar la batalla por el poder.
“Pero la alianza entre Feijóo y Santamaría es muy difícil. Si no es para saltar como número uno, Feijóo no viene y deja el Gobierno de Galicia”, matizó un veterano dirigente del PP. “Y en el caso de Soraya Sáenz de Santamaría, después de haber sido tanto tiempo la número dos de Rajoy, es muy difícil que le compense dar el salto sin ser la número uno”, añadió.
Ocupar el espacio
Las claves del congreso popular
La junta directiva nacional del PP decidirá el lunes cuándo se celebra el congreso, quién compone el comité organizador y cuánto dura la precampaña. La cita supondrá la reaparición de Mariano Rajoy.
Los aspirantes necesitan solo 100 avales para adquirir la condición de precandidatos. Para ello tendrán entre 7 y 15 días, según se decida el lunes.
Todos los militantes votarán en dos urnas: por un lado, para ser compromisarios en el congreso y, por otro, a los precandidatos a la presidencia. Si un aspirante logra más del 50% de los votos, una diferencia de 15 puntos sobre el segundo, o es el más votado en la mitad de las circunscripciones, será proclamado candidato único. Si no, los dos aspirantes con más votos llegarán al congreso, donde decidirán los compromisarios.
No obstante, otros interlocutores señalan las ventajas que tendría ese acuerdo a dos tanto para Feijóo como para Sáenz de Santamaría. “Sería un tándem ganador, de éxito completo, aunque para eso tendrían que ponerse de acuerdo”, argumentó un conocedor de las inquietudes que atraviesan al PP tras la pérdida del Gobierno y la llegada al poder del socialista Pedro Sánchez. “¿Vamos a estar un año y medio sin que el candidato haga oposición en el Congreso a Pedro Sánchez? ¿Quién va a ocupar ese espacio para evitar que lo haga Albert Rivera?”, se preguntó este dirigente sobre Feijóo, que no es diputado y por lo tanto no podría participar en las sesiones de control semanales de la Cámara baja —sí podría hacerlo en las del Senado adquiriendo la condición de senador por designación autonómica—. “La ventaja de Soraya es que es diputada, por lo que puede empezar a hacer oposición a Sánchez mañana y, todavía más importante, que es mujer”.
A tres días del pistoletazo de salida de la campaña electoral interna, el PP se mueve con lentitud, sus dirigentes actúan con precaución, y los teóricos candidatos apenas deslizan pistas de sus intenciones. Sin embargo, en las redes sociales algo empieza a activarse. Dos cuentas en Twitter reflejaron este viernes que el momento de la verdad se acerca — “Un nuevo PP, equipo SorayaFeijóo” y “Soraya presidenta PP”— y también que las dos ex número dos de Rajoy están en el centro de todas las conversaciones.
La rivalidad entre Cospedal y Sáenz de Santamaría fue decisiva para que Rajoy adoptara el martes el papel de árbitro del congreso extraordinario. Aunque el presidente saliente hizo una mención expresa de sus dos subordinadas en su discurso de despedida —“Quiero dar las gracias de manera muy especial a todos mis ministros y a la única vicepresidenta que tuve, y a todo el comité ejecutivo nacional, encabezado por la secretaria general”—, también evitó hacer un gesto hacia ellas que fuera interpretable en clave sucesoria.
Ni señaló a Cospedal como la mejor opción para el futuro ni mejoró la situación de Sáenz de Santamaría, que con la pérdida del Gobierno ha pasado de ser vicepresidenta a ser diputada rasa. La reestructuración de los equipos del PP, advirtió el presidente saliente, será cosa de quien le suceda al frente del partido.
Sin peso orgánico
Esa decisión deja en una posición especialmente compleja a Sáenz de Santamaría y al resto de ministros del Gobierno saliente, huérfanos de un cargo orgánico sobre el que apoyarse en el proceso electoral interno y sin un altavoz político desde el que defender sus opciones.
La exvicepresidenta del Ejecutivo tiene tirón entre las bases y cuenta con el apoyo, por ejemplo, de la estructura del País Vasco, parte de Andalucía y de Castilla-León. Así, son los partidarios de Cospedal quienes esperan con mayor preocupación a la evolución de los acontecimientos. Si Sáenz de Santamaría decide luchar por el poder, sola o en tándem, los que apoyan a la secretaria general pelearán por organizar una lista alternativa con un único elemento en común: evitar que la exvicepresidenta dirija el PP.
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