El bipartidismo desciende hasta los peores resultados de su historia
El partido de Rajoy obtendría el 24% de los votos, su mínimo histórico
Nunca antes el PP y el PSOE habían registrado conjuntamente tan baja estimación de voto. Nunca antes el bipartidismo se encontraba tan declinante, aunque es el partido conservador el que más cae en relación con las elecciones de junio de 2016, según la encuesta del CIS realizada el pasado abril. Mariano Rajoy y Pedro Sánchez despiertan, además, muy poca confianza entre los españoles, según el sondeo. Aún así, el PP sigue a la cabeza, seguido por Ciudadanos, que supera en unas décimas al PSOE, mientras Podemos es cuarto. Todos están por debajo del resultado electoral, salvo Ciudadanos, que crece más de 9 puntos.
El trabajo de campo de la encuesta del CIS se realizó entre el 1 y el 10 de abril, cuando ya había saltado a la luz el caso del máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y en Cataluña la situación se mantenía empantanada después de la detención del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont en Alemania y su puesta en libertad posterior.
Este estudio confirma la tendencia declinante de los dos principales partidos de la democracia, el PP y el PSOE, al sufrir ambos un descenso en su estimación de voto hasta ahora desconocido. La caída del PP a su mínimo histórico arrastra al bipartidismo a sus cotas más bajas, al sumar juntos el 46% de los votos, frente al 49,4% que registraban en el mes de enero. La caída de ambos es una tendencia consolidada, aunque mientras la del PSOE es lenta y ligera la del PP es a toda velocidad y profunda. Desde las generales, los populares han perdido ya nueve puntos, por las siete décimas que se ha dejado el PSOE. Los socialistas venían sufriendo el desgaste desde mucho antes: primero, en 2011 por la política económica del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y después con la aparición de Podemos en 2014. Ahora la fractura de la izquierda se repite en la derecha.
Solo Ciudadanos tiene razones para la satisfacción: sube hasta el 22,4%, aunque se queda en el segundo puesto y no en el primer lugar que reflejan otras encuestas. Desde los comicios de junio de 2016 ha crecido 9,3 puntos, prácticamente lo mismo que ha perdido el PP.
Subida de Rivera
Activismo a golpe de firmas
A los españoles les interesa la política. Más de la mitad de los encuestados señalan que hablan a menudo o muchas veces sobre asuntos políticos con amigos (50,4) y familiares (51,1). Cuando se trata de pasar a la acción social y política, casi un tercio de los encuestados asegura que en el último año participó en alguna petición o recogida de firmas (el 52,4% lo hizo en persona, el 29,8% por internet y el 17% de ambas formas).
El consumo es otra de las herramientas que los españoles usan para expresar sus puntos de vista políticos, bien adquiriendo productos de consumo justo o por razones políticas (el 26,3%), bien mediante el boicot (23,2%).
En tercer lugar quedan las movilizaciones: un 22,4% participó en al menos una en el último año y un 14,2% en alguna huelga. El 15,3% va un paso más allá y dona o recauda fondos para actividades políticas y sociales.
El partido de Albert Rivera no cesa de subir en tanto que el PP mantiene la línea contraria. Su estimación de voto es del 24%, su peor dato histórico, con lo que experimenta un descenso de 2,3 puntos sobre lo registrado en la encuesta anterior (enero). Y es que el partido de Mariano Rajoy lleva cayendo en las encuestas del CIS desde octubre de 2016. El PSOE no logra remontar, pero en sus filas resaltan que el escenario está completamente abierto porque hay un triple empate. Pero también cae: entre el estudio demoscópico de enero a abril se ha dejado punto y medio, lo que coloca a los socialistas en tercera posición, detrás del PP y de Ciudadanos.
Siembran dudas los socialistas sobre el resultado del trabajo del CIS al considerar que la intención de voto se distancia en exceso de la estimación, es decir, tras la llamada cocina. Ciudadanos lidera esos indicadores: en intención de voto directa, con un 16%, en tanto que un 13,5 votaría a los socialistas; un 12% al PP y un 11,3% a Unidos Podemos. En voto directo más simpatía, también Ciudadanos se pone a la cabeza, seguido del PSOE, PP y Podemos.
Si el resultado es malo para las marcas PP y PSOE, no lo es menos para sus líderes. Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, obtiene un 2,59 de valoración, y Pedro Sánchez saca un 3,35. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, suspende también con un 2.77 y se ponen a la cabeza Alberto Garzón, líder de IU, con un 3,80, al que sigue Albert Rivera, con un 3,79. Al margen de esa puntuación, lo peor para Rajoy y Sánchez son la escasa confianza que despiertan. El jefe del Ejecutivo no la inspira al 82,1% y el líder socialista no la tiene del 85,5%.
La fotografía deja a tres competidores –PP, Ciudadanos y el PSOE— en un pañuelo y a Unidos Podemos muy cercano. El PP aguanta en cabeza pero su distancia con Ciudadanos y el PSOE –que se disputan la alternativa con una diferencia de cuatro décimas— es mínima. Menos de dos puntos separan al PP de Ciudadanos y el PSOE, teniendo en cuenta además que el margen de error de la encuesta son dos puntos. La escalada de Ciudadanos no ha parado desde el pasado mes de julio, aupado por su posición en la crisis catalana, pero mantiene la línea ascendente a pesar de que Cataluña ya no es el tema más candente al haberse abierto paso reivindicaciones de las mujeres y los pensionistas.
El PSOE no despega y sufre para ser alternativa al PP
El llamado efecto Pedro Sánchez tras las primarias del PSOE en las que volvió a la secretaría general del PSOE en mayo pasado parece haberse disipado casi un año después. El de abril es el tercer sondeo consecutivo del CIS en el que el PSOE pierde intención de voto, de forma que se consolida su tendencia a la baja, aunque ligera y lenta. Desde el pico del efecto Sánchez, que llevó al partido a un 24,9% de intención de voto en julio pasado, el PSOE ha perdido tres puntos, hasta el 22% del mes de abril.
Los socialistas sufren para erigirse como alternativa al PP, un papel que se disputan con Ciudadanos. El partido de Rivera parece llevar ventaja porque su tendencia es la contraria a la del PSOE y no para de crecer. Es la primera vez que supera al PSOE en intención de voto, aunque por solo siete décimas.
El PSOE es el partido que menos rechazo genera, pero la encuesta refleja que el 85,5% confía poco o nada en Sánchez, un dato que llega al 60% de los votantes del PSOE.
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