El PNV quiere incluir el derecho a decidir en el nuevo Estatuto vasco
Los partidos comienzan hoy el debate para actualizar el autogobierno en medio de fuertes discrepancias
El PNV cree que el “derecho a decidir” (derecho de autodeterminación) tiene que estar en el nuevo Estatuto de Euskadi. El partido de Andoni Ortuzar va a llevar hoy esta propuesta a la ponencia sobre autogobierno del Parlamento vasco. Pero no plantea la reforma del Estatuto como un vehículo para romper con el Estado, sino para reconocer al pueblo vasco como un sujeto político con derecho a decidir su futuro. El debate se va a producir en el contexto de la mayor crisis territorial provocada por los independentistas catalanes, pero sin confrontación en Euskadi. El PNV y Elkarrekin Podemos no quieren un frente con EH Bildu.
Los partidos vascos se reúnen hoy con el “desafío”, en palabras del portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, de superar sus diferencias y empezar a articular la actualización del Estatuto para después aprobarlo con un acuerdo mayor que el que se produjo el 25 de octubre de 1979 —la participación en el referéndum de ese año fue del 58,85% del censo y logró el 90,27% de votos afirmativos—. Pero es un desafío radicalmente diferente al que ha provocado la intervención de la autonomía catalana a través del artículo 155 de la Constitución.
El PNV se ha mantenido al margen de cualquier frente que proponga una acción unilateral ante el Estado, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha optado por cuidar su Ejecutivo transversal con el PSE-EE. Cada vez que tiene ocasión explica que cualquier actualización del autogobierno se hará “dentro de los márgenes de la ley y de la Constitución Española”. Frente a la mayor crisis territorial que vive España desde la aprobación de la Constitución en 1978, el documento de bases del PNV —del que ha salido la propuesta parlamentaria— lo deja claro: “El proceso de actualización del autogobierno vasco se deberá desarrollar dentro del marco legal”, adecuándose a los procedimientos establecidos en la Ley Fundamental.
Eso sí, a renglón seguido, el partido nacionalista argumenta que ese compromiso ha de ser correspondido. “El Estado tiene que asumir la obligación de negociar y acordar los ajustes constitucionales y legales”, en respuesta al deseo expresado por la ciudadanía vasca, citan los nacionalistas. Según dicen, no hay lugar para la unilateralidad. En el País Vasco, el PNV, EH Bildu y Podemos, los tres partidos que defienden la inclusión del derecho a decidir en ese nuevo texto, tienen 57 de los 75 escaños del Parlamento —28 el PNV, 18 EH Bildu y 11 Elkarrekin Podemos—. Se trata del 76% de la Cámara, frente a los nueve escaños del PSE y los otros tantos del PP. Sin embargo, la unidad entre los soberanistas catalanes no tiene reflejo en Euskadi.
Elkarrekin Podemos, que apuesta por el derecho a decidir aunque en clave más social que secesionista, mantiene una postura mucho más cercana al PNV que a las tesis de la coalición soberanista. Los correligionarios de Pablo Iglesias han advertido de que no harán frente común con el PNV y EH Bildu si ambos se empecinan en formar un bloque excluyente con la secesión como bandera. La realidad es que ni el PNV ni Elkarrekin Podemos están dispuestos a sumarse a un frente con EH Bildu en favor del derecho a decidir, por mucho que la formación de Arnaldo Otegi esté modulando su estrategia y su discurso para lograr ese fin.
El secretario general de EH Bildu aseguró el sábado en Hernani que “cualquier escenario que no sea la independencia será provisional”.
Mundo globalizado
Urkullu y el PNV discrepan y sostienen que en un mundo globalizado “la independencia es imposible”. Pero también, cada vez que pueden, emplazan al presidente del Gobierno a abrir un periodo de diálogo y negociación política sobre el modelo territorial si lo que quiere, sostiene el lehendakari, “es evitar una fractura social todavía mayor”.
Para los peneuvistas, el encaje constitucional del derecho a decidir es posible profundizando en los derechos históricos que amparan la disposición adicional primera de la Constitución y la disposición adicional del Estatuto de Gernika. El derecho a decidir se materializaría en una consulta pactada que el PNV denomina “habilitante” en la que los ciudadanos vascos refrendarían la nueva relación que quieren con el Estado. Para los peneuvistas, esto no supondría una ruptura con España, mientras que EH Bildu quiere que este derecho a decidir incluya la posibilidad de lograr la independencia.
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