Tres claves que explican el éxito de Inés Arrimadas

La propuesta liderada por Inés Arrimadas experimentó en estos comicios un éxito generalizado. El partido creció en votos y escaños en las cuatro provincias y, por primera vez, se convirtió en primera fuerza en las circunscripciones de Barcelona y Tarragona, donde sacó casi seis y cuatro puntos, respectivamente, a la segunda formación más votada, que fue ERC. Aquí, tres claves.

Barcelona y las grandes ciudades. Fuentes de la dirección explican que el auge del crecimiento de Ciudadanos, que sumó 1,1 millones de votos el 21-D frente a los 736.000 de 2015, se debió en gran parte a la capacidad para concentrar el apoyo constitucionalista en la provincia de Barcelona, donde registraron un aumento del 48% de los votos, y también en las grandes ciudades. Ganó en los diez municipios más poblados de Cataluña. Incluido Badalona, cuna del dirigente Xavier García Albiol (PP), donde Arrimadas arrasó con más del 30% de las papeletas y donde los populares pasaron de ser segunda fuerza hace dos años a situarse como sexta este jueves.

La ciudad de Lleida. Pero además, según matizan fuentes de la cúpula de Ciudadanos, este crecimiento no hubiera sido tan vistoso sin otras dos claves ocurridas en zonas tradicionalmente independentistas y que impulsaron una mayor presencia de la formación en el Parlament. En primer lugar, el partido ganó las elecciones en la ciudad de Lleida con casi el 25% de los votos. Un importante respaldo que le permitió pasar de dos a tres escaños en esta provincia, arrebatándole un asiento al PP.

La provincia de Girona. Y, en segundo lugar, la formación sumó el 20% de las papeletas en la circunscripción de Girona, donde duplicó el número de diputados, quitándole uno a los populares y otro a los comunes. "Los catalanes han premiado la claridad de Ciudadanos. Somos un partido que defiende sin complejos que queremos seguir siendo catalanes, españoles y europeos", ha argumentado Arrimadas.