Localizado el cadáver del niño de 11 años que se lanzó al río Cabriel en colchoneta

Después de cinco días de búsqueda, el operativo de rescate ha hallado este miércoles a las 11 de la mañana, en una zona de cañas, el cadáver del niño de 11 años que el sábado se lanzó en colchoneta al río Cabriel, mientras jugaba con familiares y amigos, y fue arrastrado por la corriente.

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El niño, de origen guineano, se lanzó al agua en Venta del Moro, municipio del interior de Valencia, y lo sorprendió la fuerza del río, que venía crecido como consecuencia de una suelta del embalse de Contreras. Sus acompañantes pudieron ver cómo la corriente se llevaba al chico, que no sabía nadar bien, cómo caía de la colchoneta un poco más adelante y cómo se perdía río abajo.

El operativo de búsqueda ha ido creciendo hasta sumar 75 personas desde que el sábado, hacia las siete de la tarde, se dio el aviso de la desaparición. En la búsqueda han participado helicópteros, drones, embarcaciones y buzos, efectivos de la Guardia Civil, de bomberos, del servicio de Emergencias de la Generalitat y de la Diputación de Valencia, así como voluntarios de las empresas de deportes de aventura que abundan en Venta del Moro.

El Grupo Especializado en Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil ha localizado el cuerpo sumergido en una zona de cañas y ramas de la partida del Tete del municipio valenciano. El lugar está a unos 500 metros del punto donde se le vio caer al agua. El operativo ha revisado estos días 20 kilómetros del lecho.

El niño se desplazó a Venta del Moro desde Valencia con su madre, otros familiares y amigos, según han explicado fuentes de la Guardia Civil.

Destino de deportes de aventura

El pueblo de 1.290 habitantes, situado a 100 kilómetros al oeste de Valencia, se ha convertido en un destino de deportes de aventura. Cada fin de semana de verano lo visitan unas 2.000 personas y en sus aguas trabajan 15 empresas especializadas en descensos en rafting y piraguas.

Los vecinos lamentaban estos días que la desgracia que ha costado la vida del menor se veía venir desde hacía tiempo por el aumento de personas que acuden a bañarse desconociendo los riesgos que incluso un río tranquilo como el Cabriel entraña.

"No habíamos tenido una tragedia como esta, pero el río es un espacio natural cambiante y por ello hay que tener muchísima prudencia e ir con los medios adecuados, como un chaleco", ha afirmado este miércoles visiblemente abatido el alcalde de Venta del Moro, Luis Francisco López.

La suelta desde el embalse de Contreras, situada entre las provincias de Valencia y Cuenca, elevó el sábado el caudal a 12,50 metros cúbicos por segundo, el equivalente a que 12.500 litros de agua pasen por segundo por un punto, señaló la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Cuando se produce una suelta el nivel del caudal aumenta hasta un metro, partes de las ramas de los árboles quedan sumergidas, lo que genera el riesgo de golpearse o quedar atrapado en ellas, y la temperatura del agua desciende rápidamente hasta nueve grados, según Carlos Valle, de la empresa Avensport, que proporciona a sus clientes trajes de neopreno para realizar los descensos. "No se debería venir con colchonetas. Es un río noble, pero no una playa o una piscina", afirma