Así es el imán de Ripoll, supuesto cerebro de la célula de Cataluña
Salió de la cárcel de Castellón en 2012 por un asunto relacionado con extranjería y tuvo relación con detenidos por el 11-M
De forma misteriosa, el imán de Ripoll se ausentó de la pequeña localidad del interior de Girona a principios de junio, justo cuando los integrantes de la célula responsable de los ataques terroristas en Barcelona y Cambrils ocuparon el chalé abandonado en Alcanar, al sur de Cataluña. Una de las hipótesis de los Mossos d'Esquadra es que el suyo puede ser uno de los cuerpos encontrados en los escombros de ese mismo chalé, que explotó de forma fortuita después de que los terroristas almacenaran en su interior bombonas de gas y explosivos como triperóxido de triacetona (TATP), más conocido como la madre de Satán y de mención muy común en los foros yihadistas,
El imán se llama Abdelbaki Es Satty y según fuentes policiales tendría unos cuarenta años. Los vecinos consultados por EL PAÍS lo retratan como una persona muy reservada, alguien que hacía un gran esfuerzo por no destacar. No se integró en la comunidad musulmana de Ripoll, una localidad rural de 10.000 habitantes donde todo el mundo conoce a todo el mundo y donde hay unos quinientos magrebíes. A todo el mundo excepto a Es Satty, del que lo que más se recuerda es que daba clases de árabe, dialecto marroquí, a los niños. Nunca en sus prédicas dejó entrever que su versión del islam fuera salafista o radical. Salió de la cárcel de Castellón en 2012 por un asunto relacionado con extranjería y tuvo relación con algunos de los detenidos por el 11-M, según fuentes de la lucha antiterrorista,
Los Mossos han registrado esta mañana su vivienda en Ripoll en busca de ADN y de pruebas. Se trata de un piso modesto en un inmueble de la calle Sant Pere, en el que había subarrendado una habitación a otro ciudadano marroquí. En el salón han encontrado un colchón con las sábanas puestas en el suelo, junto a un sofá esquinero de cinco plazas y un televisor, al lado del cual han hallado un pequeño Corán. Enmarcada sobre el sofá, hay una lámina de un calendario de abril de 2013 con una sura del Corán y la foto de una mezquita.
Su inquilino dijo a los Mossos que había hablado con él por última vez el martes, y que le había dicho que pensaba volver a Marruecos con su familia, donde había dejado varios hijos.
Abdelbaki ejercía de imán en Ripoll desde 2015. Primero lo hizo en una mezquita antigua, que dejó cuando se quedó pequeña y no tenía suficiente capacidad para impartir las clases de árabe. Posteriormente una parte de la comunidad musulmana abrió un nuevo oratorio más grande a base de aportaciones de los fieles y lo requirieron para contribuir a su actividad. Ambas mezquitas se hallan en la misma calle, separadas por unos cientos de metros.
Precisamente de Ripoll son varios de los jóvenes sospechosos identificados por los Mossos: Los hermanos Driss y Moussa Oukabirm, Mohammed Hychami y Younes Abouyaaqoub, al que se considera autor del atropello y que está huido. De la localidad de Ribes de Fresner, a 13 kilómetros de Ripoll, era Said Aallaa, otro supuesto integrante de la célula.
Según cuentan a EL PAÍS algunos vecinos, cuando dejó Ripoll hace dos meses el imán dijo a algunos conocidos que quería mudarse a Bélgica, uno de los centros en los que se ha exportado más radicales de segunda generación al conflicto en Siria y objetivo de más de un ataque terrorista en años recientes. No era una novedad. El imán decía frecuentemente que le gustaba viajar a Bélgica, sin dar más detalles de por qué.
Varios vecinos consultados por EL PAÍS explican que sorprendió su ausencia repentina de la localidad hace apenas dos meses y medio. Fue todo muy repentino. La comunidad pensaba que se había marchado de forma permanente a Bélgica o bien que había vuelto a Marruecos. Sin embargo, según fuentes de la investigación, este habría ido a Alcanar, a la finca en la que el grupo de terroristas preparó los atentados de La Rambla de Barcelona y Cambrils. Lo único claro: desde hacía meses no ejercía de imán y varios fieles se turnaban en los rezos del viernes.
Según los Mossos, los atentados empezaron a prepararse hace unos meses. El grupo pretendía cometer un gran atentado con explosivos en Barcelona, instigado supuestamente por este imán. Pero la explosión fortuita del pasado miércoles por la noche en Alcanar, base logística de la célula, les obligó a cambiar de plan. Los investigadores sospechan que uno de los cuerpos hallados en la vivienda de Alcanar es el del imán de Ripoll. Si fuera así, los jóvenes perdieron el material explosivo y al cerebro que impulsaba sus acciones. Por eso se hicieron a la calle con las furgonetas, buscando solo matar.
Con información de Jordi P. Colomé, Marta Rodríguez y Jesús García.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.