Dastis defiende un espacio en el Proceso de paz para los jóvenes moderados

El ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, hizo un llamamiento ante las Naciones Unidas para que se amplíen los espacios de diálogo en Oriente Medio para rompen con el bloqueo que sufre el proceso de paz. Y con este propósito destacó el papel que pueden desempeñar los líderes religiosos de Israel y Palestina en sus comunidades al promover el entendimiento, especialmente con la inclusión de los jóvenes que favorecen la moderación.

El jefe de la diplomacia española participó en un debate centrado en la responsabilidad que tienen las figuras religiosas en la construcción de la paz en la región, en el marco de las reuniones de la Alianza de las Civilizaciones. Esta iniciativa, que se lanzó en 2005 con España y Turquía como patrocinadores, trata de promover el respeto universal de los derechos humanos y de las libertas fundamentales.

El objetivo es incentivar una cultura de paz y de diálogo a nivel local, nacional, regional e internacional. El respeto y el entendimiento de las religiones, como indicaron los participantes, es clave para promover la tolerancia, la cooperación y la reconciliación frente a la amenaza del extremismo violento. Por eso Dastis destacó el esfuerzo que están desempeñando los líderes religiosos en este sentido.

Oriente Medio atraviesa por un momento extremadamente “complejo e inestable”, afirmó. El ministro admitió, además, que estas tensiones se han visto alimentadas por factores religiosos. “Por eso es de especial importancia que los líderes religiosos, que son figuras claves en su comunidades, se comprometan primero en un diálogo y condenen en firme la violencia en nombre de la religión”.

La moderación, como indicó el secretario general, António Guterres, debe ser un valor que contribuya a ampliar este diálogo interreligioso. Por eso defendió que se permita escuchar sus voces. “La frustración crece con cada día que pasa, la esperanza se reduce y la perspectiva de una solución pacífica del conflicto parece más distante”, lamentó. En su opinión, no hay un plan alternativo al de los dos estados.

Esfuerzo colectivo

“La religión está siendo distorsionada para permitir que crezcan las diferencias”, advirtió Guterres, “por eso, junto, debemos contrarrestar estas narrativas”. El logro de una paz sostenible en Oriente Medio, añadió, requiere por eso del esfuerzo colectivo de los líderes religiosos. “Podéis ser unos catalizadores para la paz y un futuro más prometedor, un futuro de tolerancia y de entendimiento”.

El alto representante para la Alianza de las Civilizaciones, Nassir Abdulaziz Al Nasser, señaló por su parte durante el debate que los políticos no son los únicos que pueden aportar una solución al conflicto. “Han fracasado”, lamentó, por eso destacó la religión debe ser parte de la solución al conflicto y en línea con lo expresado por Dastis y Guterres habló de la necesidad de ampliar el diálogo a otros actores.

Imad al-Falouji, líder de los musulmanes palestinos, que tuvo que intervenir por vídeo conferencia por un problema de visado, considera un grave error que se rechace o ignore la contribución que pueden hacer los líderes religiosos en el proceso de paz. El rabino de Jerusalén, Michael Melchior, destacó en este sentido que las opciones para la solución del conflicto se limitan cuando se excluye la religión.

El aspecto religioso, como compartieron los asistentes, puede ser de hecho una alternativa a un discurso político que no ofrece esperanza a la gente. El patriarca griego ortodoxo de Jerusalén, Theophilos III, advirtió que sin el entendimiento de las religiones no se puede avanzar. “Pretender que el aspecto religioso no es importante, mina el logro de una paz genuina en la región”, concluyó.

El titular de Asuntos Exteriores viajó a Nueva York para participar en esta sesión de la Alianza de Civilizaciones y tiene previsto reunirse en privado este miércoles con el secretario genera de la ONU. Dastis destaca que Guterres ponga la “diplomacia preventiva” como prioridad al frente del organismo para la solución de los conflictos y hacer frente al reto del cambio climático.