Ciudadanos frena el diálogo sobre la Constitución con el PSOE hasta después de la fecha del referéndum

La dirección de Ciudadanos apuesta por posponer hasta después del 1 de octubre su diálogo con el PSOE sobre una posible reforma de la Constitución. El equipo de Albert Rivera cree que no caben gestos políticos antes de la fecha prevista para el referéndum de independencia en Cataluña y observa con suspicacia la cita que tienen mañana Pedro Sánchez y Miquel Iceta para consensuar propuestas con las que hacer frente de inmediato al reto secesionista.

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No hacer nada hasta que pase el 1 de octubre o hacer camino con propuestas destinadas a Cataluña al tiempo que se rechaza el referéndum. En la primera opción está Ciudadanos y en la siguiente se sitúan el PSOE y el PSC. Esa es la diferencia clave en los planteamientos de Albert Rivera y Pedro Sánchez, que en junio acordaron abrir una mesa de trabajo para afrontar el debate sobre una posible reforma constitucional. Ahora surge la discrepancia sobre cuándo deben arrancar los trabajos.

Las propuestas de los socialistas para Cataluña están presididas por la reforma de la Constitución como la medida de más calado, aunque acompañada de un paquete de reformas que respondan a parte de las 46 peticiones que acumulan los nacionalistas ante el Gobierno. De todo ello se puede hablar ahora, según los socialistas, empezando en este mes de julio, como propone la presidenta del PSOE, Cristina Narbona. No es este el criterio de Ciudadanos.

“Quizás sería más oportuno hacerlo después del 1 de octubre”, opinó José Manuel Villegas, número dos de Ciudadanos, en conversación con EL PAÍS. “No creemos que una actualización de la Constitución se deba hacer para contentar a los separatistas, y por tanto tampoco debe parecerlo”.

“Hay que separar el debate entre la actualización de la Constitución y el referéndum”, abundó ayer Rivera en el Congreso.

No tocar el artículo 2 de la Constitución

A la espera de las propuestas de los socialistas, Ciudadanos ya ha transmitido al PSOE su voluntad de establecer límites "categóricos" al diálogo sobre la reforma constitucional. Una condición indispensable es que de las conversaciones participe el PP, dado que Ciudadanos teme que el PSOE quiera excluirlo.

No hay exclusiones de entrada ya que el PSOE quiere que todos los partidos participen "del espacio político" en el que se empieza a hablar de la reforma y cada partido exponga sus posiciones. Ese espacio es sinónimo de la "mesa de partidos" que invoca Ciudadanos. El problema puede estar en los contenidos pero los socialistas quieren que por primera vez cada cual exponga sus posiciones para constatar hasta donde se puede llegar y si aspectos que acordar sobre la reforma de la Ley Fundamental.

Los consejeros de Rivera apuestan por dialogar sobre la eliminación de los aforamientos, la limitación de los mandatos o la clarificación de las competencias del Estado y las Autonomías; y se oponen a debatir la inclusión de la idea de plurinacionalidad en el artículo 2 de la Constitución.

El PSOE aprobó en su congreso del pasado 18 de junio "el perfeccionamiento" de ese artículo para que la Constitución reconozca el carácter plurinacional de España.