Álvarez-Cascos niega haber recibido comisiones ni sobresueldos en el PP
Deriva al extesorero Lapuerta todas las decisiones económicas durante su etapa como número dos del partido
Francisco Álvarez-Cascos, secretario general del PP entre 1989 y 1999, ha rechazado este lunes en el juicio del caso Gürtel haber recibido comisiones de la trama de corrupción liderada por Francisco Correa como número dos de la formación conservadora ni tampoco durante su etapa como ministro de Fomento, entre 2000 y 2004. Cascos, de 69 años y uno de los hombres clave de los Gobiernos de José María Aznar, ha negado también los supuestos sobresueldos que se le atribuyen en los Papeles de Bárcenas, la contabilidad secreta del exgerente y extesorero del PP Luis Bárcenas. El político asturiano ha derivado al extesorero popular Álvaro Lapuerta todas las decisiones económicas durante su etapa como número dos del partido.
El exministro ha declarado durante una hora como testigo en el juicio de la trama central del caso Gürtel, que se inició en octubre y que hoy alcanzaba su 82ª sesión. Cascos ha afirmado que durante sus años en Fomento “jamás” recibió “ninguna llamada ni indicación” de Lapuerta ni de su entonces subordinado Bárcenas relacionada con adjudicaciones de concursos de su departamento. “No tengo en este momento en la memoria ninguna actuación de esa naturaleza del señor Bárcenas (…) no tengo ningún motivo de reproche a su conducta como gerente del partido”.
El exministro ha dedicado parte de su intervención a contar cómo él y su equipo en Fomento reformaron las normas de contratación del ministerio para “garantizar la transparencia y la objetividad” de las licitaciones.
“No tenía ninguna función que diera pie a este tipo de conductas, y en las áreas que he tenido responsabilidad tengo la absoluta certeza de que los cargos que dependían de mí no recibieron ninguna llamada haciendo instrucciones o sugerencias de ese tipo”, ha señalado Cascos, que ha sido citado a declarar como testigo a petición de Bárcenas.
El exministro ha vuelto a rechazar –ya lo hizo durante la fase de instrucción- las manifestaciones del cerebro del caso Gürtel, Francisco Correa, en las que se jactaba de haber llevado “mil millones” [de pesetas, seis millones de euros] a Bárcenas y Cascos a su casa y a la sede del PP en la calle Génova de Madrid. Estas palabras fueron grabadas, sin conocimiento de Correa, por el concejal de Majadahonda (Madrid) y denunciante de la trama José Luis Peñas. “Conozco esa declaración hace tiempo por los medios, pero no conozco al señor Peñas, creo que esa versión de las grabaciones es una versión inverosímil”, ha dicho Cascos.
El exministro ha señalado que presentó una querella en Majadahonda por calumnias contra el concejal Peñas después de que este, en una entrevista en prensa, supuestamente diera por buenas e hiciera suyas las palabras de Correa. Ante la juez que llevó ese caso, Peñas aseguró que nunca hizo ningún tipo de acusación contra Cascos.
El abogado de Bárcenas, Joaquín Ruiz de Infante, ha preguntado a Cascos por un informe policial de enero de 2014 en el que se le identifica con las siglas PAC y se le señala como perceptor de comisiones de la red Gürtel por la adjudicación de las campañas electorales en 2003 y 2004. El político lo ha desmentido de plano y ha recordado que el mismo inspector jefe que redactó ese informe, cambió de criterio un mes después y dijo que las siglas PAC no correspondían con él. En cualquier caso, Cascos ha desmentido esos supuestos pagos: “No tenía ningún cargo en el PP en esa época; no participé en esas campañas electorales, no conozco a las empresas citadas en el informe y desde el primer momento salí al paso de una noticia que me colocó en la portada de todos los periódicos de España (…) Esas insinuaciones carecen absolutamente de fundamento”.
A preguntas de la fiscal Concepción Sabadell, Cascos ha negado haber recibido las comisiones y sobresueldos que figuran bajo su nombre o sus iniciales en los papeles de Bárcenas, la caja b del partido cuya contabilidad fue publicada por EL PAÍS en enero de 2013 y que ascienden al menos a 188.451 euros entre 1990 y 2004. “No recuerdo haber recibido personalmente ningún donativo”, ha señalado.
La representante de la acusación pública ha recordado a Cascos que, en 1990, tras la destitución de Rosendo Naseiro como tesorero, él ocupó sus funciones hasta 1993. El exministro ha señalado que durante esa etapa “no había mucha afición a los donativos” y que él se limitaba a “refrendar” las actividades ordinarias del departamento financiero.
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