Por qué el sistema electoral británico favorece el bipartidismo
A diferencia de España, en el Reino Unido solo hay un diputado por circunscripción electoral; lo obtiene el partido que saca más votos
El Reino Unido es un único Estado, pero en las elecciones de este 12 de diciembre acuden a votar cuatro países, nueve regiones dentro de uno de ellos, Inglaterra, y nada menos que 650 circunscripciones electorales.
De estos tres niveles, países, regiones y circunscripciones, los británicos estarán bien atentos al último, las constituencies, de las que hay tantas como diputados. Es un número muy elevado en comparación con dos de los otros grandes países europeos, como España y Francia, y sorprende en especial porque el territorio del Reino Unido es mucho más pequeño. Las 650 constituencies británicas contrastan con las 52 circunscripciones españolas y las 27 italianas, pero también con las 299 de Alemania y las 577 de Francia, un país que casi triplica en extensión al Reino Unido.
En las legislativas británicas, estos trozos de territorio lo son todo. Solo hay blancos o negros: o se ganan o se pierden. En el sistema que rige en el Reino Unido, que allí se conoce como first-past-the-post, se vota a un solo candidato por circunscripción y el que obtiene más sufragios consigue el único escaño en juego.
Esto favorece claramente a los partidos mayoritarios, que suelen llevarse el gato al agua aunque la diferencia en votos con el siguiente partido no resulte al final tanta. Así lo podemos ver en el gráfico de abajo, que representa el porcentaje de sufragios y el de escaños en la actual Cámara de los Comunes. Los dos partidos mayoritarios obtuvieron menos porcentaje de voto que porcentaje de escaños.
La peculiaridad del sistema electoral se percibe también en el caso de partidos más pequeños. En 2017, el Sinn Féin obtuvo 238.000 votos y siete escaños, y el Partido Verde consiguió 525.000 votos, pero solo un asiento. Esto es debido a que el partido nacionalista irlandés consigue, a diferencia de los ecologistas, concentrar su voto en menos circunscripciones, en varias de las cuales es el más votado.
Queda claro que, así, el juego siempre favorece a un bipartidismo, imbatible en la historia parlamentaria del Estado británico. Como se observa en el gráfico de abajo, conservadores y laboristas han copado los escaños elección tras elección, aunque en las últimas su suma se ha ido resintiendo tímidamente con la llegada a la Cámara de partidos más pequeños.
Hay otro motivo para afirmar que el hecho del que el territorio electoral británico esté tan parcelado no siempre garantiza que se recoja bien el color político de sus habitantes. El origen de las constituencies, que hunden sus raíces en la Edad Media, está vinculado a las zonas de influencia de localidades o de los barrios en el caso de las ciudades, pero su forma ha sufrido todo tipo de modificaciones, muchas torticeras, para favorecer que el partido que resulte elegido sea siempre el partido conservador o el laborista. Este mal del gerrymandering (como el del bipartidismo) también afecta a Estados Unidos. En la animación que acompaña este post se explica de manera sencilla en qué consiste el mecanismo.
Además, una distribución geográfica tan fragmentada no siempre implica que los diputados sean de la región por la que concurren. Muchos candidatos cacarean haber sido "born and bred" ("nacidos y criados") en la zona por la que se presentan, pero un análisis de 2013 del portal de control de las instituciones Democratic Audit UK comprobó en 2013 que un 49% de los diputados había nacido en la misma región que aspiraba representar, y pocos más, el 51%, había terminado su educación secundaria en la zona.
Sin embargo, las disparidades regionales del Reino Unido también se revelan en este ámbito: en Escocia, Gales e Irlanda del Norte, tres de cada cuatro diputados pueden asegurar que han nacido en su terruño, pero los ingleses, en su gran mayoría, se han movido del lugar en que nacieron. En realidad, los caballeros del condado (como se conocían a los primeros diputados que representaban a sus territorios en las cortes inglesas) muchas veces son de otro.
Lea más temas de blogs y síganos en Flipboard.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Más información
Archivado En
- Elecciones Reino Unido 2015
- Elecciones Reino Unido 2017
- Brexit
- Elecciones Reino Unido
- Referéndum UE
- Euroescepticismo
- Elecciones europeas
- Unión política europea
- Reino Unido
- Europa occidental
- Referéndum
- Elecciones
- Unión Europea
- Ideologías
- Europa
- Organizaciones internacionales
- Relaciones exteriores
- Política
- Sepa usted
- EP Verdad (hechos)
- Blogs