Radiografía de los menores migrantes que llegan solos a Ceuta y Melilla
Las dos ciudades acogen actualmente a 675 jóvenes que entraron en España, la mayoría desde Marruecos
Ceuta y Melilla se enfrentan al reto de gestionar el presente y el futuro de 675 niños y adolescentes inmigrantes menores de edad que han llegado solos a los enclaves fronterizos, según la documentación que ha aportado el Gobierno al Senado y a la que ha tenido acceso EL PAÍS. La cifra se conoce apenas un mes después de que los ejecutivos de las dos ciudades autónomas solicitaran ayuda para afrontar el "aumento" de la entrada de estos chicos. "Estamos desbordados", denunciaron entonces los responsables de Ceuta y Melilla sobre la situación de los "menores extranjeros no acompañados" —el término legal que se utiliza para referirse a ellos—.
Las cifras
- Ceuta
- Argelia: 1
- Camerún: 2
- Guinea: 13.
- Marruecos: 185 (10 mujeres)
- Total: 201 (10 mujeres)
- Melilla
- Angola: 2
- Argelia: 7 (2 mujeres)
- Costa de Marfil: 4 (1 mujer)
- Gambia: 1
- Guinea: 11
- Mali: 1
- Marruecos: 430 (59 mujeres).
- Niger: 4 (1 mujer)
- Palestina: 1
- República Centroafricana: 1
- República del Congo: 3 (1 mujer)
- República democrática del Congo: 2 (1 mujer)
- Siria: 7 (3 mujeres)
- Total: 474 (68 mujeres)
"Cuando se visita estas ciudades autónomas, sobre todo Melilla, uno se da cuenta de que esta situación es muy evidente", apunta Maribel Mora, senadora de Unidos Podemos especializada en emigración y derechos humanos. "El centro de protección de menores está saturado, absolutamente desbordado y hay muchísimos niños que viven, duermen y se buscan la vida para poder comer en la calle", describe. "De eso se derivan muchos problemas", añade. Y enumera: "Se dan casos de abusos sexuales. Algunos tienen problemas de drogadicción. Muchos intentan pasar a la Península. Muchas veces se les criminaliza, pero no se nos puede olvidar que son niños, menores a los que hay que proteger. Hay que intervenir".
El desglose de los datos del Gobierno, facilitados en una respuesta parlamentaria a Mora, desvela que Ceuta acoge actualmente a 201 menores. Por su parte, Melilla hace lo propio con 474. Solo el 11% son mujeres. Y el 91% de los chicos proceden de Marruecos. "Un fenómeno que no es nuevo y que se remonta a 1995, cuando aún no existía las vallas fronterizas", según apunta un informe de la Universidad Pontifica de Comillas. Aunque las Consejerías de Bienestar Social de ambas ciudades coinciden en que el número de chicos llegados ha aumentado desde 2014: "En ese entonces, Ceuta acogía a unos 60 menores, hoy son unos 200".
Mora pide a las comunidades que demuestren su solidaridad con Ceuta y Melilla, aplicando el artículo 35.12 de la Ley de Extranjería para acoger a parte de los menores que malviven en las dos ciudades autónomos sin la supervisión de sus progenitores. La senadora recuerda las dificultades presupuestarias, de recursos y personal que tienen las dos localidades para enfrentarse al reto de gestionar la presencia de cientos de niños solos en sus calles. Y propone: "Sería necesario que el Estado impulsara al resto de autonomías a suscribir convenios para trasladar a los menores. Lo lógico sería compartir esa cuota y que hubiera un interés real en darles acogida y en invertir en su educación e inserción".
De hecho, muchos de estos chicos intentan reiteradamente colarse como polizones en un ferry para alcanzar la Península. "Una situación que no ha remitido durante el año 2016, por lo que se ha reiterado a las administraciones competentes la necesidad de adoptar medidas que aborden el asunto a pe de calle, desde puntos de vista distintos de los meramente policiales, ya que las medidas coactivas adoptadas no han dado resultado", alertaba el Defensor del Pueblo en su último informe.
Los 'menas' subsaharianos
Aunque el 91% de los menores acogidos en Ceuta y Melilla proceden de Marruecos, otro 6% de los chicos llegan desde países subsaharianos: como Gambia, Camerún o Costa de Marfil. Un colectivo que accede mayoritariamente a las ciudades tras saltar las vallas, según explican las ONG, que denuncian cómo son víctimas de las devoluciones en caliente. "Estos menores que se encaraman a la valla son rechazados en frontera sin que nadie les pregunte su edad ni los motivos por los que buscan entrar a nuestro país. Incumpliéndose, con ello, el Convenio de Ginebra, el Convenio Europeo de Derechos Humanos, la Convención de los Derechos del Niño, la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor y el Reglamento de la Ley de Extranjería", recalca el informe de la Universidad Pontificia Comillas.
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