Iglesias se postula como presidente en una moción registrada en vísperas de las primarias del PSOE
Unidos Podemos justifica su iniciativa por una "emergencia democrática"
Pablo Iglesias pedirá la confianza del Congreso para ser investido presidente del Gobierno en sustitución de Mariano Rajoy, una vez Unidos Podemos ha presentado este viernes su moción de censura contra el PP. El líder de Podemos se postula por las "circunstancias de excepcionalidad y emergencia democrática que vive España como consecuencia de la parasitación de las instituciones del Estado por parte del Partido Popular", defiende la coalición en el texto de la moción, formalizada a solo 48 horas de la elección del nuevo secretario general del PSOE, como adelantó EL PAÍS. Iglesias no ha comparecido para presentarla, sino que ha delegado en su portavoz parlamentaria, Irene Montero, acompañada del líder de IU, Alberto Garzón, y otros cinco diputados del grupo.
La moción se presenta contra un Gobierno del PP que lleva "más de veinte años financiándose ilegalmente", "actúa contra las reglas mínimas de la democracia" y "trabaja al margen de la ley", enfatiza el documento, que destaca que "en unas circunstancias mucho menos graves que las actuales", la moción de censura de Felipe González en 1980 contra Adolfo Suárez, aunque tampoco prosperó, "señaló un futuro de cambio". Entonces, no obstante, una parte de las Fuerzas Armadas preparaba el intento fallido de golpe de Estado del 23-F, sin olvidar que la situación económica era de extrema gravedad y el terrorismo daba zarpazos extremos.
El texto, que no incluye el programa de Gobierno sino una justificación de los motivos de la moción, defiende la "plurinacionalidad" de España pero no recoge el compromiso por el referéndum de independencia en Cataluña, como ha reclamado ERC. "Negar la condición plurinacional de España es algo propio de las etapas oscuras de la Restauración, de la dictadura de Primo de Rivera y de la dictadura de Franco", afirma Unidos Podemos.
La portavoz parlamentaria, Irene Montero, ha interpelado tras el registro de la moción al resto de fuerzas de la Cámara—toda vez que de momento solo tiene asegurado el apoyo de Compromís, su aliado electoral valenciano— y ha dejado clara la estrategia que seguirá su grupo ante la votación: culpar de mantener en el Gobierno al PP a las formaciones que no voten a favor de que Iglesias se convierta en presidente. "La pregunta", ha subrayado Montero, "es si las fuerzas de esta Cámara van a seguir sosteniendo con sus votos al PP en el Gobierno". El argumento tiene el problema de que puede utilizarse para responsabilizar de la misma forma a Podemos de haber permitido que el PP llegara al poder tras las elecciones del pasado 26-J, cuando votó en contra de la investidura del socialista Pedro Sánchez. Según Montero, la diferencia es que el pacto de Sánchez con Ciudadanos llevaba a la "regresión de derechos".
Iglesias es el candidato a presidente elegido por la "dirección del grupo parlamentario" —en este caso no se ha sometido a consulta a las bases— de quien se destaca que es "el mejor preparado", con "apoyo social" y no tiene "ninguna hipoteca con el PP". El partido asegura que siempre ha estado abierto a hablar si otras fuerzas hubieran propuesto otro candidato, aunque no ha esperado a que el PSOE dirimiera su proceso interno para registrar la moción. A los socialistas les pide en todo caso que rectifiquen. "Le diría a Susana Díaz que piense un poco más en España y en los españoles", ha afirmado Montero.
Desde que el pasado 28 de abril el líder de Podemos anunció en el Congreso su intención de promover una moción de censura contra Mariano Rajoy porque España “vive un estado de excepción democrático, con un saqueo público permanente”, hasta que la iniciativa ha sido efectivamente registrada, han transcurrido 21 días. El partido se dio un plazo para buscar la negociación con otras fuerzas y para celebrar una consulta a las bases, pero esta semana ha retrasado el registro para situarlo al final de la misma, ya que desde el pasado lunes nada le impedía presentarla, una vez las bases dieron el sí en una consulta. “La presentación de la moción es urgente”, había dicho el martes la portavoz parlamentaria. “La urgencia es directamente proporcional a la urgencia de situación que vive este país cuando el PP parasita las instituciones”, subrayó.
El motivo, aunque en público no se admita, es la elección del nuevo líder del PSOE. En la decisión de acercar al máximo el registro a las primarias está el cálculo de esperar a la resolución del liderazgo de los socialistas, aunque fuentes del partido niegan pretender beneficiar a uno u otro candidato. Según Montero, se ha tratado de combinar "la urgencia de presentar la moción y el rigor de escuchar a las fuerzas vivas de este país", pero lo cierto es que durante esta semana el grupo no ha tenido reuniones con colectivos o grupos parlamentarios.
La moción entra en el registro finalmente este viernes, con un candidato no consensuado con otras fuerzas —principalmente el PSOE— pero según los tiempos legales el nuevo líder socialista podría todavía proponerse como candidato de la misma, ya que la Constitución establece un plazo de dos días desde que la moción es registrada para presentar mociones alternativas. Para el debate de la moción deben transcurrir como mínimo cinco días desde el registro, pero luego es potestad de la presidenta del Congreso fijar la fecha en la que se celebre.
El impacto en el proceso interno del PSOE se completará con una concentración para promocionar la moción de censura el sábado, la víspera de la elección del líder socialista, en la Puerta del Sol de Madrid. El partido ha puesto el máximo esfuerzo en conseguir un éxito de convocatoria, fletando autobuses desde todo el país. La concentración se celebrará a partir de las 18 horas, y en ella participarán los principales dirigentes de Podemos y sus alianzas.
El objetivo es visualizar el apoyo social a una moción que fracasará en el Parlamento, toda vez que los tres candidatos del PSOE han anunciado que no la apoyarán (85) —aunque Pedro Sánchez, y hoy mismo Susana Díaz no han descartado presentar una propia liderada por el PSOE—, y PP (137), Ciudadanos (32) y PNV (5) también se opondrán. Unidos Podemos cuenta con el apoyo de Compromís (cuatro diputados) y la disposición de EH Bildu (2) y ERC (9), mientras que el PDeCAT (8) aún no ha revelado sus intenciones. La moción de censura es constructiva, requiere un candidato alternativo, y prospera con mayoría absoluta (176 votos). De momento Unidos Podemos tiene asegurados los 71 que suma con Compromís, y aspira como máximo a incorporar a los catalanes y a Bildu, esto es, 90 votos.
El debate no será antes del 5 de junio
El Gobierno y la Presidencia del Congreso no prevén que el debate y votación de la moción de censura pueda celebrarse antes de la semana del 5 de junio, como mínimo.
La Constitución sólo establece un plazo mínimo de cinco días, pero no hay ningún máximo y queda a decisión de la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
Salvo sorpresas, la Mesa no calificará la moción hasta la próxima semana y la pospondrá a la aprobación de los Presupuestos en el Congreso.
La semana del 22 al 26 de mayo se debate las cuentas del Estado en la Comisión de Presupuestos y luego en el Pleno la semana del 29 de mayo al 2 de junio.
Esos dos debates tienen prioridad y ya tienen calendario establecido, porque luego los Presupuestos deben ir al Senado y deben estar en vigor lo antes posible para que puedan empezar a elaborarse los de 2018 con la ley de estabilidad presupuestaria.
Es decir, Mariano Rajoy se someterá a la censura con los Presupuestos recién aprobados, si se cumple la previsión de pacto con Nueva Canarias, a sumar a los votos de PP, Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria.
La semana del 5 al 9 de junio no hay pleno ordinario, solo comisiones. Cabe la opción de que Pastor espere una semana más para que el debate de la moción coincida con el pleno ordinario.
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