Iglesias ofreció a Errejón ser el candidato en Madrid para evitar la pugna en el congreso
El 'número dos' no consideró la oferta porque está centrado en el futuro de Podemos
Pablo Iglesias ha ofrecido en las últimas semanas a Íñigo Errejón ser el próximo candidato de Podemos en Madrid, en la comunidad o el Ayuntamiento, según han confirmado a EL PAÍS fuentes del entorno del líder y del número dos. La oferta se produjo para evitar la pugna entre ambos en el congreso, según el entorno del portavoz parlamentario, que no la consideró, ya que “lo que está en discusión es el rumbo de Podemos”, aseguran fuentes cercanas a Errejón. El futuro político de ambos está en juego tras no haber logrado un acuerdo.
Pablo Iglesias e Íñigo Errejón ya habían hablado en privado en el pasado sobre la posibilidad de que el secretario político de Podemos fuera el candidato del partido en Madrid, porque el líder siempre ha considerado que su número dos podía ser uno de los mejores dirigentes para ocupar ese puesto y plantar batalla al PP. Pero en las últimas semanas el secretario general volvió a poner la oferta encima de la mesa, con el objetivo de que Errejón renunciara a presentar un proyecto y lista diferenciada en Vistalegre 2. No lo logró.
La solución pensada por Iglesias permitiría a Errejón ganar peso político al ser el cabeza de lista en una de las dos relevantes plazas, e incluso experiencia de Gobierno —si ganara— para afrontar en el futuro la sucesión de Iglesias, a cambio de no disputarle ahora el liderazgo. Errejón no la consideró porque su compromiso es “que Podemos gane las elecciones al PP en 2020”, aseguran fuentes de su entorno, y por eso la clave está para él en qué rumbo toma el partido a nivel estatal. En todo caso, ambos entienden que el portavoz parlamentario no tendría por qué tener el aval de Iglesias para ser el candidato en Madrid, porque podría presentarse a las primarias por su cuenta y ganarlas.
Errejón pidió este lunes que el debate sobre el futuro de Podemos no se vincule “a ver en dónde se coloca cada uno”, informa Efe.
Podemos tiene vacantes las candidaturas en el Ayuntamiento de la capital y en la comunidad de Madrid para las elecciones de 2019, toda vez que la alcaldesa, Manuela Carmena, no tiene intención de repetir mandato, y de que José Manuel López fue apartado de su puesto de portavoz regional tras la victoria de Ramón Espinar en las primarias el pasado mes de noviembre. Las primarias en las que Espinar, el candidato de Iglesias, se impuso a la errejonista Rita Maestre, fueron precisamente el desencadenante de la ruptura actual entre los dos máximos dirigentes de Podemos. Para el número dos fue clave lograr entonces el 39% de los votos frente al 41% de apoyos del líder, y sobre todo, fue la constatación de que no representaba a una corriente minoritaria, sino a la mitad del partido. Sobre esa base Errejón pretendió negociar con Iglesias el acuerdo previo al congreso.
Sin acuerdo
Los dos sectores se acusan, en todo caso, de no haber querido el pacto. El equipo de Iglesias entiende que Errejón nunca lo quiso porque lo que pretende es convertirse en el nuevo líder de Podemos. La prueba es, en su opinión, que a pesar de conocer desde el principio que Iglesias dimitiría si el próximo domingo pierden su lista a la dirección y sus ponencias, decidió confrontar con una candidatura diferente a la dirección y sus propias ponencias, aunque no se postule como secretario general. En el entorno de Errejón aseguran, a cambio, que el acuerdo no fue posible porque Iglesias no aceptó una rectificación del rumbo político o avances en la estructura organizativa del partido.
La ruptura fue inevitable y ahora el futuro de ambos está en juego. Si Errejón gana la lista a la dirección y las ponencias, Iglesias sostiene que dimitirá. Si, por el contrario, se impone el líder, el secretario político tiene claro que será descabalgado. Errejón apuntó este lunes directamente al “entorno” de Iglesias como el interesado en relegarle como número dos, bien sea perdiendo la Secretaría Política o la portavocía parlamentaria del partido, pero en todo caso apartándole del “tándem” que formaba hasta ahora con Iglesias. “Una parte del nuevo entorno de Pablo no me quiere tan cerca o de posiciones tan relevantes en las que estaba antes”, sostuvo en una entrevista en Radiocable. El tándem ya se adivina imposible.
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