Iglesias exige el control absoluto de Podemos para seguir como líder
El líder dimitiría si pierde la dirección o si en la votación de secretario general obtiene menos del 50% de los votos. Errejón asegura que no asumiría el liderazgo
El próximo domingo Podemos puede sumirse en el caos. La pugna entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón y el sistema de votación del congreso, que disocia el liderazgo del equipo de dirección y los documentos que marcan el rumbo político, puede terminar en un vacío de poder. Iglesias sostiene que dimitirá si pierde la dirección o si en la votación de secretario general obtiene menos del 50% de los votos. Y Errejón asegura que no asumiría el liderazgo.
El vacío legal es otro motivo del caos que puede abrirse el domingo, si Iglesias pierde el control de la dirección de Podemos y los documentos ante Errejón. Los estatutos actuales del partido, así como los que presentan tanto el líder como su número dos para renovar la organización, no prevén qué procedimiento seguir si dimite el secretario general.
“Si la lista de Íñigo y sus ideas tienen más apoyo que mi lista y mis ideas, lógicamente el líder del partido es él”, insistió Iglesias este sábado en La Sexta. “El equipo que tenga más apoyos en el consejo ciudadano, que es la dirección de Podemos, lógicamente tiene que asumir el liderazgo, como es normal”, abundó. Su argumento es que “un secretario general que tiene ideas que son legítimamente derrotadas no puede ser secretario general. Eso Íñigo lo sabe perfectamente”, sostuvo Iglesias.
Su entorno asegura, además, que Iglesias también dimitirá si no obtiene al menos el 50% de los votos en la votación separada al secretario general.
Las bases están votando desde el pasado sábado y hasta el día 11 sobre seis cuestiones principales en el segundo congreso del partido, el llamado Vistalegre 2. La votación —telemática y en la que pueden participar 450.000 inscritos en la página web de Podemos—, dirime quién será el próximo secretario general, quiénes son los 62 miembros de la dirección (el consejo ciudadano estatal) y qué documento político, organizativo (los estatutos), ético y de igualdad marcan el rumbo del partido. La votación es simultánea pero separa al líder del equipo y los documentos. Por eso puede suceder que Iglesias sea refrendado como secretario general (de hecho, solo un candidato menor le disputa el liderazgo y Errejón no se postula) pero la lista a la dirección y los documentos más votados sean los de Errejón. Una disociación entre el liderazgo del partido y su control que resulta determinante y que definió el propio Iglesias, porque fue su propuesta de sistema de votación para el congreso la que ganó la consulta convocada al efecto.
Iglesias sostiene que dimite si su lista y sus ideas no son las mayoritarias. Esa advertencia, en principio, se traduce en perder la mayoría en el consejo ciudadano y perder la votación del documento político y el organizativo frente a Errejón. En el caso de la dirección, significaría obtener menos consejeros que el número dos, según fuentes de su entorno.
Pero la lectura de si Iglesias ha perdido no será tan sencilla. La situación puede ser tan retorcida que dependa de interpretaciones sobre la marcha. Por ejemplo, ¿qué pasaría si Iglesias gana a medias, logrando la mayoría en la dirección pero perdiendo los documentos, o alguno de ellos? En su equipo aseguran que tienen dudas. Y hay más: si ganara el documento organizativo de Errejón, este modifica la composición del órgano de dirección, y añade a 41 miembros más, lo que cambia la mayoría.
Errejón no se presentará
Ante una eventual dimisión de Iglesias, Errejón asegura que él no daría un paso al frente. “Si mis documentos políticos o la lista salen ganadores, son los más votados, en ese mismo instante hay que juntarse, hay que lanzar un mensaje de responsabilidad, de tranquilidad. Y en el remotísimo caso de que se diera una contradicción, un intento de choque de trenes que es lo que quieren nuestros adversarios, lo digo con toda claridad: pongo mi cargo a disposición de la organización”, dijo el sábado.
La sucesión no podría ser automática. Los estatutos vigentes y los nuevos que proponen tanto Iglesias como Errejón no definen el procedimiento a seguir en caso de dimisión del líder. La interpretación en el entorno de Iglesias es que el consejo ciudadano, que estaría recién elegido, tendría que convocar una nueva asamblea extraordinaria para elegir al nuevo secretario general, a la que Iglesias, aseguran, no se presentaría. No hay plazo previsto. Pero en el caso de los estatutos de Errejón, estos establecen que no podrá convocarse una asamblea extraordinaria si no han transcurrido doce meses desde la celebración de la anterior. Un año de interinidad.
¿Hay vértigo ante tal posible vuelco en una sola semana? El equipo de Errejón asegura que no está en sus planes asumir el liderazgo de Podemos y, sobre todo, que Iglesias no dimitirá. Quedan siete días para saberlo.
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