Podemos se debate entre presidencialismo y “baronías”
Iglesias y Errejón plantean dos modelos diferenciados de partido
Pablo Iglesias y sus afines han cargado contra Íñigo Errejón por querer hacer de Podemos “un nuevo PSOE” y un partido de burócratas y barones. El motivo es que el número dos pretende un partido más colegiado y menos presidencialista que el del líder, a base de restar facultades al secretario general y dar más peso a los territorios en la dirección. Las propuestas organizativas de ambos vienen a coincidir también con lo que más les beneficia por su correlación interna de fuerzas. Su modelo asambleario les separa en todo caso del PSOE.
El Podemos que quiere Errejón se asimila más al PSOE que el de Iglesias, pero en ambos casos se trata de una formación asamblearia que difiere del modelo de representación de los socialistas. Los afines a Iglesias acusan a los errejonistas, sin embargo, de querer un partido de burócratas y baronías. La realidad es que en ambos modelos se observa también parte de estrategia.
La diferencia fundamental entre el Podemos de Iglesias y el de Errejón está en los poderes del secretario general y en el peso de los territorios en la dirección. El modelo de Errejón se asimila más al del PSOE porque, como los socialistas, no da ninguna facultad exclusiva al secretario general, sino que las decisiones corresponden a los órganos colegiados, y después bajan a las bases. Los socialistas no tienen regulada la convocatoria de consultas a la militancia, aunque la última vez que Pedro Sánchez convocó una consulta nadie se atrevió a contravenirle.
Iglesias quiere, sin embargo, conservar sus amplios poderes, como precisamente el de llamar a consultas a las bases. Una facultad clave que los pablistas sostienen que Errejón elimina con la intención de reducir el poder de la militancia. “Si uno hace caso a los documentos de Errejón”, dijo ayer el cofundador del partido Juan Carlos Monedero, “Iglesias no podría consultar a las bases las decisiones, sino que tendrían que ser los órganos burocráticos los que tomasen la decisión. Eso es una manera de tener un secretario general enjaulado y, al mismo tiempo, se busca un reforzamiento de la secretaría política”, aseguró en un acto de campaña por Iglesias en Valencia.
En la propuesta de Errejón pueden convocar una consulta a las bases tanto el Consejo Ciudadano (máximo órgano de dirección), como un 10% de los inscritos o un 15% de los círculos, exactamente igual que en la propuesta de Iglesias. El único que no podría hacerlo es el líder. “Lo que quiere Errejón es quitarle a Iglesias el botón nuclear para cortocircuitar a un aparato que puede tener mayoría errejonista. Los líderes ganan siempre las consultas internas, entre otras cosas por su capacidad de dirigir la pregunta o el control del censo”, asegura el politólogo Pablo Simón.
A Errejón le acusan también los pablistas de burócrata. “Sería mucho más honesto que si tú planteas unos documentos que burocratizan el partido, haciendo un partido muy parecido al PSOE, presentes tu candidatura”, reclamó ayer Monedero al número dos. El portavoz parlamentario da todas las facultades privativas del líder al máximo órgano de dirección. Además de la consulta a las bases, la facultad de convocar a la Asamblea Ciudadana estatal (el máximo órgano de decisión) y la de convocar una Asamblea Ciudadana de cualquier nivel territorial, lo que en la práctica le permite disolver cualquier agrupación. Lo mismo ocurre en el PSOE, donde son el Comité Federal y la Ejecutiva los que tienen esas competencias.
Más consejeros
Los afines a Iglesias sostienen además que Errejón pretende generar baronías territoriales. “La decisión”, dijo el sábado el diputado Rafael Mayoral, del equipo de Iglesias, es si “convertirse en un partido de barones”. Errejón plantea ampliar el órgano de dirección con otros 41 consejeros elegidos por peso territorial. Además de los 62 dirigentes elegidos por circunscripción única, tanto el líder como su número dos mantienen como miembros natos a los secretarios generales autonómicos. ¿Supondrá la creación de baronías la propuesta de Errejón? “Habrá las mismas, porque el modelo de confluencias de Podemos ya genera liderazgos territoriales”, opina Simón.
La conclusión, en todo caso, es que Errejón quiere un líder con menos poder, e Iglesias quiere un líder que pueda sortear unos órganos en su contra. Casualmente, su modelo de partido se corresponde con su correlación de fuerzas: Errejón, que tendrá fuerza interna pero no el liderazgo, plantea un modelo que limita al secretario general; Iglesias, consciente de que el sector errejonista seguirá siendo fuerte en los órganos, pretende uno en el que no le doblen el brazo. “Han diseñado el partido en función de las mayorías que tienen cada uno”, concluye Simón.
Las bases y los territorios deciden
La diferencia fundamental de Podemos con el resto de formaciones políticas, incluido el PSOE, estriba en la amplia capacidad de decisión de las bases. Los militantes del PSOE eligen de forma directa al secretario general, pero en Podemos las bases votan de forma directa no solo al líder, sino también toda la composición de los órganos de dirección, las listas electorales, el rumbo político y el modelo organizativo, así como gran parte de las decisiones clave, como las alianzas pre y poselectorales.
Podemos camina además a un modelo territorial federal, en el que los territorios actuarán con autonomía y podrán aprobar su programa electoral y decidir sus alianzas pre y poselectorales. El PSOE, aun declarándose como partido federal, da la última palabra siempre al Comité Federal, tanto para aprobar programas como para la política de alianzas.
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