Fomento culpa del caos del temporal a un cúmulo de excepcionalidades

El Gobierno de Mariano Rajoy achaca la culpa del caos vivido en media España durante gran parte de la jornada del jueves y la madrugada del viernes, en ferrocarriles y carreteras, a un cúmulo de excepcionalidades provocadas por el temporal. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, reconoció ambiguamente que se han podido producir fallos y errores y apuntó que se analizarán los protocolos de actuación en el futuro, pero centró todas sus explicaciones, tras el Consejo de Ministros y la reunión del Consejo de Seguridad Nacional donde se abordó el asunto, al elevado nivel de las nevadas no registradas en España desde hacía más de 30 años, a las bajas temperaturas, a su larga duración y a la extensión del territorio afectado. De la Serna sí aprovechó para pedir "disculpas" y alabar "el valor" demostrado por los atrapados en carreteras y trenes y anunció que él y su compañero el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, han pedido comparecer con urgencia en el Congreso.

El PSOE ya pidió en la mañana de este viernes la comparecencia de ambos ministros en las comisiones respectivas del Parlamento por la "falta de previsión" y de atención a las miles de personas que estuvieron atrapadas durante horas. "Lo ocurrido demuestra una falta de previsión y de medios. Ha llevado a miles de personas a quedar atrapadas en coches y trenes, en algunos casos sin luz, calefacción, agua o comida. Y sin información durante horas. Los ciudadanos tienen que tener la seguridad de que esto no puede volver a ocurrir", señaló César Ramos, portavoz socialista de Fomento.

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El ministro de Fomento, sin embargo, detalló que había tenido la oportunidad de conversar durante la mañana de este viernes, por orden del presidente Rajoy, con los máximos responsables de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, y que ambos le habían agradecido el contacto y su comportamiento. Y añadió que no tenía conocimiento de más críticas y que esperaba que otros partidos no hiciesen una utilización política de un problema que atribuyó solo a causas muy excepcionales y un "fenómeno natural".

Este comportamiento contrasta con el que se produjo ante un temporal similar en 2009 cuando hasta el entonces líder del PP, Mariano Rajoy, criticó la actuación de la entonces ministra de Fomento, la socialista Magdalena Álvarez, y pidió su dimisión.

Íñigo de la Serna detalló tras el Consejo de Ministros todas las actuaciones realizadas por los distintos departamentos oficiales implicados para concluir con una alabanza a su labor y a sus esfuerzos durante toda la tarde del jueves y la madrugada del viernes. El Ministerio de Fomento activó su gabinete de crisis avanzada la tarde del jueves, cuando comprobó tras las reuniones anteriores de otros órganos oficiales que la situación meteorológica no solo no mejoraba sino que empeoraba. El ministro estuvo al frente del gabinete durante toda la noche y el secretario de Estado de Infraestructuras se desplazó a Valencia en la tarde del jueves para coordinar allí desde la Delegación del Gobierno las tareas.

De la Serna no concedió que se hubiera producido ninguna falta de previsión y aseguró que se activó a tiempo la "campaña de viabilidad invernal". El ministro empezó por enumerar que tanto desde los servicios de Aemet, como de Protección Civil como desde la Dirección General de Tráfico se llevaba toda la semana alertando del aluvión de nieve que se podría registrar el jueves y este viernes. Luego recurrió a que la propia Aemet ha calificado de "históricos" los niveles de nevadas acumulados. Y volvió a señalar como "excepcional" lo sucedido por la zona donde se han precipitado esas nevadas, por la extensión del territorio y por el volumen de las mismas.

El Gobierno se armó de números para argumentar que se habían dispuesto de todos los medios y efectivos posibles y recurrió a las disculpas y ensalzar el comportamiento de los atrapados por el temporal para agradecer que no hubieran sucedido desgracias mayores. El titular de Fomentó explicó que desde el 13 de enero están en funcionamiento un total de 1.359 máquinas quitanieves, que en las últimas 24 horas se ha actuado sobre 25.000 kilómetros de la red estatal de carreteras, que se han liberado 6.400 kilómetros de carreteras taponados por la nieve, que se han empleado 5,4 millones de litros de salmuera y 7.000 toneladas de sal y que los responsables políticos y gubernamentales habían estado todos durante toda la tarde, noche y madrugada del viernes en sus lugares de trabajo.

De la Serna informó de que el temporal había paralizado 27 trenes (18 de largo y medio recorrido y nueve AVES) y 4.774 viajeros (2.206 en convoyes convencionales y 2.568 en vagones de alta velocidad). La línea AVE más perjudicada se concentró en la que une habitualmente Alicante, Albacete y Madrid. El ministro de Fomento precisó que en las carreteras la situación "más compleja" se detectó en la A-3 (la autopista entre Valencia y Madrid) en un tramo de 10 kilómetros cerca de Requena y en otro de seis kilómetros próximo a Buñol "por circunstancias extraordinarias". El momento de inflexión en ese punto se produjo el jueves a las 17.58 horas cuando chocaron primero dos vehículos ligeros, que provocaron un atasco y más tarde una cadena de colisiones de camiones. Todo se recrudeció, según el ministro, cuando a esas circunstancias y a la cantidad de nieve se le añadió la caída de tres postes eléctricos de alta tensión.

Los distintos cuerpos de emergencia desplazados llegaron a alcanzar los 280 efectivos, pero no fueron capaces de llegar hasta el lugar más crítico. El ministro comentó luego en privado que las máquinas quitanieves no fueron capaces de liberar la calzada de las carreteras y que la nieve volvía a colapsar el asfalto en menos de 15 minutos.

Íñigo de la Serna agradeció así, además de la labor de todos los cuerpos especiales y de seguridad desplazados, el comportamiento y el valor de los ciudadanos atrapados por el temporal. Y pidió "disculpas" por las situaciones muy comprometidas que pudieron padecer, ya que en algunas de esas zonas se tardó horas en llegar y en restablecer los servicios de luz, calefacción o suministros de alimentos.

El ministro de Fomento se esforzó al máximo en intentar transmitir la buena colaboración entre los diversos servicios de emergencia y las distintas administraciones implicadas. "No rechazamos ninguna crítica pero nos esforzamos por atender a las personas", comentó De la Serna cuando se le preguntó por si se produjo algún fallo de previsión. Tampoco le constaban ninguna crítica de otros responsables políticos o institucionales. Ximo Puig se ha mostrado "preocupado" por el colapso de parte de la red de carreteras del Estado en la comunidad autónoma que preside. Sobre la situación que se vivió en la A-3, reabierta a las 13.30 tras 18 horas cortada y donde quedaron atrapadas unas 2.000 personas, Puig ha señalado que habrá que "analizar y estudiar qué ha pasado y por qué para muchas personas ha sido una noche muy difícil".

Frente a los problemas en la Comunidad Valenciana y en Castilla-La Mancha, el Gobierno de Aragón, presidido por el socialista Javier Lambán, señaló que las comunicaciones estaban funcionando “con normalidad y en una coordinación sin problemas” con el Estado. El temporal se está desplazando hacia esta comunidad, donde la principal vía que permanecía cortada este mediodía era la A-23, que une Castellón con Teruel.

El Ejecutivo regional socialista presidido por Emiliano García-Page tampoco quiso cuestionar la labor del ministro ni del Gobierno central y esperará a conocer su comparecencia y explicaciones en el Congreso, con una situación en su comunidad hoy ya más controlada. La provincia de Albacete llegó a registrar temperaturas de hasta 27º bajo cero.